Epílogo

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Aeri

—Finalmente lo has logrado. Magistrada.

Yoongi dijo como un padre orgulloso mientras los congresistas me otorgaban el nombramiento como la nueva magistrada presidenta del máximo tribunal del país.

Siete meses después de aquel evento, se convocó a una nueva terna para ocupar uno de los cargos más importantes del país, resultando vencedora.

—Definitivamente te sienta mejor esa toga.—Ahora Jimin tomaba mis manos entre las suyas y con mucha devoción las besó.—Impones más, señora magistrada.

—Por Dios, están siendo muy empalagosos de repente.

—Tienes razón madre. Por eso, hemos preparado una celebración a las orillas del mar.

Entonces, me solté del agarre de Jimin y lo miré de forma acusante.

—¿Quieres que viaje varios kilómetros lejos de la capital solo para un festejo? Mis responsabilidades son aún más grandes ahora.

—Por Jesús, entras en funciones oficialmente la próxima semana. Además, Ahyoung estará emocionada, sabes que es una niña que prefiere mil veces el mar que la ciudad. Con tus nuevas obligaciones será más difícil que vaya.

Jimin tenía un punto, sin embargo, después de ese día no me atreví a pisar nuevamente el mar, porque sé que traerá consigo recuerdos dolorosos, y las últimas palabras de Jungkook seguían presentes en mi día a día.

Lo extrañaba todos los días, pero me negaba a buscarlo entre las mareas azules, porque incluso es difícil encontrarlo entre mis sueños.

—Anda vamos.—Jimin imploró como un niño pequeño, y me di cuenta de que para mí seguía siendo un cachorro a pesar de que se haya convertido en uno de los hombres más ricos del país. Terminado por acceder a sus caprichos.

Justo como lo dijo, Ahyoung fue la más emocionada de regresar al mar. Y aunque fue una invitación abierta de celebración, los únicos que embarcamos aquel viaje solo fuimos Jimin, Ahyoung y yo.

—¡Por fin!

Ahyoung y Jimin arrojaron las sandalias al viento, y salieron corriendo hacia el mar, como dos almas libres dejándose abrazar por las olas entre gritos y risas, mientras yo los miraba tranquilamente desde las orillas.

Entonces, una sensación que estuve buscando desde meses atrás apareció. Era nada menos que la paz que me había sido arrebatada por el destino.

Cerré mis ojos y pude sentir conmigo la esencia de ese hombre que prometió encontrarme en cualquier parte del mar.

Tenía razón, porque incluso más allá de todo, su calidez seguía impregnada en mi.
Y sin razón aparente, codiciaba por más.

Lo que me llevó a llenarme de valor y correr hacia el mar justo como minutos antes Jimin y Ahyoung lo habían hecho.

No me importó en ese momento no vestir un traje de baño, o echar a perder mi vestido, corrí mar adentro mientras mis propias lágrimas se mezclaban con la brisa del mar de verano.

Era como si la esperanza hubiese regresado a mi en el momento menos improbable. Cuando de pronto, la marea se volvió más violenta y me era difícil continuar ¿Qué estaba haciendo? ¿Acaso había enloquecido? Me había dado cuenta demasiado tarde.

¿Qué estaba buscando? O más bien ¿A quién estaba buscando?

Claro, lo buscaba a él.

Pero volví a fallar una vez más, porque una ola gigante logró cubrirme haciendo que todo mi mundo se viera teñido de oscuridad por algunas instantes.

Esa sensación asfixiante me la contaron algunas veces.

Me estaba ahogando.

Intenté mantenerme a flote, pero la marea seguía arrastrándome hacia un lugar desconocido.

Cuando finalmente, mis ojos terminaron por cerrarse, o tal vez el lugar era muy oscuro, no lo sabía, pero lo cierto es que era muy frío y solitario.

—Ayuda.—intenté decir pero no era capaz de escuchar mi propia voz, todo esfuerzo resultaba inútil.

¿Acaso estaba muriendo?

—Aeri.

De pronto, en medio de ese abismo escuché una voz profunda llamarme. La reconocía incluso inconscientemente.

—¿Jungkook?—pregunté con anhelo.

—Puedes abrir los ojos, ya todo ha pasado.

Por unos segundos no entendí lo que quiso decir ¿Qué acaso ya he muerto? Lo último que recuerdo fue esa enorme ola arrastrándome hasta las profundidades del mar, entonces, que ocurrió después.

Me atreví abrir los ojos, cuando una luz me cegó por completo. Aparentemente los últimos rayos del sol a nada de ocultarse.

—¡¿Mamá estás bien?!

—¡Aeri!

Jimin y Ahyoung dijeron preocupados al unísono cuando apenas abrí los ojos, estaban a mi lado y en sus expresiones únicamente logré divisar angustia, entonces, es verdad. Estuve a punto de morir ahogada.

—Jamás hagas algo tan loco como buscarme en las profundidades del océano sí no sabes nadar.

Una tercera voz apareció a mi lado, lo que naturalmente me hizo voltear a buscar el origen, encontrándome así con ese hermoso ángel de sonrisa cautivadora.

—¿E-eres tú?—dije apenas audible y con un nudo en mi garganta formándose.—¿No es un sueño?

Jungkook acunó mi rostro, y pude ser testigo de cómo recorría con su mirada cada rincón de mi rostro, maravillado de hacerlo una vez. Como si estuviese agradecido con esta oportunidad.

—El destino quiso que no lo fuera. Te lo dije hace un momento, ya todo ha acabado.

—¿Qué significa eso?—dije entre sollozos mientras yo también imitaba sus acciones para asegurarme de que fuese real lo que mis ojos veían en ese momento.

—Hemos sido perdonados. Y todo ha sido gracias a Jimin.

Entonces, busqué con desespero la respuesta de Jimin, el cual asintió con mucha tranquilidad.

—El sacrificio que hicieron por acabar con todos los males que albergaban por cada rincón del universo, trajo consigo una recompensa. Porque a veces, hay excepciones que no se pueden pasar por alto.

—Woaaah.—Ahyoung expresó luego de escuchar a Jimin.—Yo también quiero saber esa historia.

—¿De verdad?—Jimin le respondió con emoción.—De hecho en casa hay un libro que lo explica todo, desde luego mi personaje favorito es Killian.

—¿Quién es Killian?—preguntó con inocencia.

—Será mejor que no perviertas a tu hermana.—Jungkook advirtió.

Aún asi, Jimin todo el tiempo tuvo razón cuando dijo que el personaje de Killian era algo peculiar, y con todas sus versiones logró demostrar que su amor por Aria iba más allá del inmenso mar. Y como un gato, un estudiante, duque de Blake o como un ángel de alas oscuras, siempre terminaría viniendo hacia mi, y yo lo esperaría con los brazos abiertos.

FIN







N/A

Después de algunos meses por fin termina esta historia. Agradezco a las personas que se tomaron el tiempo de leerla, y a quienes en un futuro lo hagan. Nos vemos en otras historias.

~aljdrr

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