Kang Aeri
La primera vez que Ahyoung preguntó por su padre, fue durante la última navidad; habían transcurrido casi tres años desde que ambas nos teníamos la una para la otra, pero, de pronto, un día la pequeña que duerme en mis brazos entró a la cocina enfurecida.
—¡Santa no me trajo lo que yo le pedí!
Como madre, estaba consciente del pliego de peticiones que la niña detalló en la carta que colocamos en el árbol.
"Que papá nos visite"
Ese día, se me hizo un nudo en la garganta, sintiéndome la mujer más patética, y quizá la peor madre. Porque yo también conocía ese vacío que aquejaba a mi pequeño girasol.
—Pronto.—le prometí.
—¿Y cuando es pronto?
—Mamá te promete que muy pronto, estarás con papá.
Cuando supe que Ahyoung vendría en camino, sentí que mi realidad había sufrido una distorsión incalculable, y pasé días e incluso semanas sumida en mi propio mundo.
Sucedió cuando la abuela me envió a Montecarlo para inaugurar una nueva sucursal, y ese banquete fue el más miserable de toda mi vida, terminando por odiar los mariscos, entonces, los siguientes días fueron iguales o peor.
Jimin consiguió varias pruebas rápidas de embarazo, mientras esperaba impaciente a que le contara la verdad detrás de mi aparente mentira.
Finalmente, las tres pruebas arrojaron el mismo resultado: positivo.
Lloré por horas en el regazo de Jimin, mientras éste únicamente se limitaba a regalarme pequeñas palmaditas y jugaba con mis cabellos intentando apaciguar mis llantos hasta que tomara la decisión y supe que no estaba sola en esto.
Jimin y Hyojin se volvieron un faro en mi vida y en la de Ahyoung, para nosotras, eran parte de nuestra pequeña familia, pero, en la vida de Ahyoung todavía faltaba una pieza en su rompecabezas, y hoy regresábamos en busca de esa pieza.
—¡Waaaaao!
La pequeña Ahyoung miraba extasiada a través de las ventanas del coche los grandes rascacielos que nos ofrecía Seúl.
—¡Mira, mira eso mamá!
Me causó gracia el hecho de que para Ahyoung los autobuses fuesen una gran invención. Pero todo esto se debía a que pasó la mayor parte de su corta vida en una pequeña costa del mediterráneo, donde algo así no veía todos los días.
—Crees que podamos subirnos a uno de esos.—preguntó inocente.
—Quizá podemos tener un día de chicas.
—¿Y eso cuando sería?—la niña preguntó mientras seguía distrayéndose con la vista panorámica.
—Mañana.
—Hecho.
Ahyoung es idéntica a su padre, e incluso si tratara de ocultárselo deliberadamente, el día en que Jungkook la conozca sabrá que esta niña es su réplica.
—Pero antes, mamá hará un par de cosas. Así que te quedarás con Nari y la tía Hyojin, ella ha preparado algunos bocadillos para ti.
—¿Vas a tardar?
—Espero que no.—dije pensativa.
Aunque, ciertamente era la boda de su padre, ni siquiera yo sé lo que estaba a punto de ocurrir.
—De acueeeerdo. Pero no llegues tarde, recuerda que debo ir a la cama temprano.
—Lo sé, lo sé.—tomé a la niña entre mis brazos donde encajaba perfectamente, y la abracé tanto como pude, así, aferrándome a ella justo como lo hice desde el primer día que llegó a mi vida.
—Ah, mamá, me abrazas muchooo.—se quejó, tan ella y tan linda.
Y rápidamente, llegamos a casa de Hyojin.
—¿Hola?—fue lo primero que la niña dijo tan pronto pisó la casa de mi hermana mayor. Y fue suficiente para que su vocesita llegara hasta los oídos de ella.
—¡Oh por Dios! Quien es esta princesita.
Hyojin al parecer dejó lo que sea que estaba haciendo en su cocina para venir a recibirnos mientras arrojaba ese mandil de catarinas por algún lugar de la casa, comenzando a llenar de besos a la más pequeña de la familia.
Era un reto muy grande para los humanos contenerse ante esta pequeña cosita parlanchina.
—Tía, mamá dijo que me harías bocadillos ¿Dónde están?
—No vas a saludar primero a tu tía. Me lastimas.
—Te vi la semana pasada...creo.—Ahyoung pareció rebuscar entre sus memorias, y encontrar a su tía durante la semana pasada.
Había mucho que destacar en esta niña, entre ellos su evidente intelecto a tan corta edad que me dejaba fría. Y a pesar de que ambas teníamos un lazo importante que no podemos romper, era una niña muy independiente que le gustaba hacer las cosas por si misma, según ella, era la chica grande de mamá.
—Vayamos a la cocina entonces.
Mi hermana tomó a la niña de la mano mientras la conducía a la tierra prometida de las chucherías, y en el cual esperaba la segunda persona favorita de Ahyoung después de mi.
Jimin
En el preciso momento en que la niña lo vio, soltó la mano de Hyojin para correr hasta "su tío favorito"
—Mi solecito.—Jimin dijo casi desbordándose de ternura, y cargó a mi hija mientras la elevaba tanto como pudo.
—¿Podemos jugar?—fue lo primero que la niña solicitó mientras apretaba las mejillas de Jimin.
—Solo un ratito, mamá y yo saldremos hacer cosas de adultos.—dijo con mucho orgullo.
—¿Qué cosas de adultos y por qué no me pueden llevar?
Los tres adultos intercambiamos un par de miradas algo apenadas, pues era difícil de cierto modo explicarle a una niña que alguien importante para ella estaba involucrado.
—Porque los niños no pueden entrar, habrá mucho ruido y no podrás dormir después.—Jimin explicó.
—Bueno.—tampoco protestó quedando satisfecha con la respuesta de Jimin.—¿Pero mañana si podemos jugar?
—Todo el día si quieres.
—Tendremos un día de chicas.—intervine.—¿Kang Ahyoung acaso lo olvidaste?
—¿Puede ir el tío Jimin?—preguntó inocentemente mientras jugaba con sus dedos apenada.
—¿Y yo no puedo unirme?—mi hermana preguntó fingiendo ilusión.
—Iremos todos.—dije resignada.
—Por cierto ¿Estarás bien?—Jimin preguntó.
—¿Por la boda?—dije tomando uno de los bocadillos que preparó Hyojin.
—Por Seokjin. Ha pasado un tiempo desde que se encontraron, seguramente enloquecerá y volverá a su rutina contigo.
Negué con la cabeza, y no precisamente porque estuviese insegura, más bien, era algo para lo que estaba preparada.
Seokjin de hecho, era una de las razones por las cuales regresé.
Después de todo, él era mi enemigo.
Dejé un momento a los demás en la cocina, mientras subí a la planta alta de la residencia de Hyojin y la que alguna vez habité antes de convertirme en profesora, este lugar me traía demasiados recuerdos de mi adolescencia que la nostalgia llegaba con facilidad.
Porque precisamente, fue en este lugar en el que Seokjin se unió a mí por primera vez.
Era tonta, y muy ingenua, pero creo que esta vez será diferente.
Porque ahora, yo haré que me suplique piedad.
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All Versions Of Me
FanfictionExistían muchas versiones de mi que no conocías, pero yo tampoco sabía que todas ellas te amaban irremediablemente.