𝐌𝐋 | Levantó ligeramente su mentón y sus ojos se encontraron con los míos con determinación. Tomé una nota poco profesional sobre cómo el color azul cristalino brillaba a la luz, casi como el sol que brilla en el océano danzante. A pesar de ser un...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
(ADVERTENCIA: Violencia Doméstica.)
Estaba acostada en la cama, mirando hacia la pared cuando escuché a Jackson entrar en el dormitorio después de su turno. No me dirigió la palabra, gracias a Dios, pero se cambió ruidosamente la ropa de trabajo antes de acostarse en la cama junto a mí.
Normalmente estoy dormida cuando él llega a casa, pero mi mente estaba demasiado ocupada consumida por pensamientos sobre Anakin. No podía dejar de pensar en él ni en nuestro acalorado momento en el ascensor. Lo seguía reproduciendo en mi cabeza una y otra vez; disfrutando la forma en que hacía que mi corazón se elevara como si estuviera flotando sobre una cadena interminable de nubes. Era nuevo, era intenso y yo imprudentemente, le di la bienvenida a ese sentimiento inaceptable.
Sentí que Jackson se desplazaba a mi lado, hasta que su brazo se extendió sobre mi cuerpo y trató de abrazarme. —Siento mucho lo de antes nena, estaba estresado por el trabajo.
¿Acaso no lo estás siempre?
En lugar de responderle verbalmente, le agarré del brazo y me lo quité de encima con valentía. Luego abracé más fuerte la manta contra mi pecho y cerré los ojos. Estoy tan cansada de oír la misma excusa, nunca va a acabar, las cosas nunca van a cambiar.
—Cuando alguien se disculpa—, me agarró del hombro con dureza y tiró de mí para que me tumbara boca arriba y pudiera ver sus ojos oscuros clavándose en los míos mientras se inclinaba sobre mí. —lo respetuoso es aceptarlo.
—Lo aceptaría, si sintiera que te lo mereces—, resoplé, volviéndome cada vez más atrevida, ya sabía que esto no iba a terminar bien para mí. Pero ya no me importaba, estaba emocionalmente exhausta.
Presionó la lengua contra el interior de su mejilla por un momento mientras parecía estar pensativo, luego su siguiente acto fue algo que no esperaba. Normalmente estoy acostumbrada a una bofetada, un empujón o incluso un fuerte tirón de pelo, pero esto era diferente. Me agarró el cuello agresivamente y apretó hasta que ya no pude respirar.
Al instante creí que era el fin, que este era el momento en que finalmente iba a matarme. —Cuando te envié a casa, realmente pensé que vendrías aquí y reflexionarías sobre cómo me hablas.
Agarré su muñeca para intentar zafarme de él, pero fue inútil, me dominó con facilidad.
—Pero esa boca tuya está empezando a ser un verdadero problema—, apretó su agarre sobre mí y todo a mi alrededor comenzó a desdibujarse, mientras mi cabeza se sentía mareada por la falta de oxígeno que llegaba a mi cerebro. —Aprende cuál es tu lugar (t/n), antes de que te lo enseñe a la fuerza—, soltó su agarre sobre mí mientras me empujaba lejos, e inhalé profundamente sintiendo cómo me quemaba la garganta.
Tosí violentamente por el dolor, los ojos se me llenaron de lágrimas al sentir una nueva oleada de miedo hacia él. Él se dio la vuelta para quedar de espaldas a mí y yo me llevé la mano a la garganta, masajeando la zona dolorida mientras lloraba en silencio.
