Fueron pasando los días y se acercaba una de las festividades más importantes de la comunidad. Todos se preparaban para el magno evento donde un par de jóvenes serían los nuevos líderes. Para ellos era muy importante, porque era como fortalecer los lazos y aspectos de la tribu, con ideas innovadoras que se desarrollarían con más fuerza y habilidad, como quien le pone cuero nuevo a su asiento, uno resistente que asegura poder seguir haciendo de su uso por mucho tiempo más.
Flores iban y venían, detalles decorativos, planeaciones de banquetes, tradiciones. Todos se hallaban felices por la pronta unión. Pero lamentablemente, había una princesa que cada minuto que pasaba, se sentía más asfixiada por tanta atención, preguntas y demás felicitaciones. Su tormento empezaba cuando las mujeres que la rodeaban para preguntarle sobre los preparativos, empezaban a hablar sobre hijos y sobre cómo mantener contento a un esposo.
- No hay nada como siempre servirles buena comida y prepararles un buen baño luego de todo un día de trabajo y estrés. - mencionaba una. - Y cuidar bien de tus hijos, mantener tu hogar bien. - seguían comentando entre risas.
Huáaneri se preguntaba entonces si estas mujeres no tenían más en sus cabezas que saber satisfacer a hombres y cuidar de un hogar, pero en parte entendía que muchas de ellas habían sido criadas para eso en específico, mientras otras habían sido criadas para servir a la familia líder. Es decir, no conocían más allá de lo que estaban hablando en ese momento pero eran conversaciones que a ella no le gustaban.
- Princesa... - escuchó que la llamaban por lo que volvió a la realidad. - Le preguntaba si este madero puede ser colocado en la entrada, simboliza... - estaba explicando la muchacha pero fue interrumpida.
- Haz lo que consideres adecuado, al parecer sabes más de estas cosas que yo. - se excusó la princesa, poco le interesaban esas cosas en ese momento.
La jóven se quedó mirándola con pesar, entendía un poco todo aquello que seguramente estaba pasando por la mente de ella.
- Entiendo que se sienta frustrada e impotente, la conozco desde que vino a este mundo como para saber que no desea casarse con el jóven que le fue prometido pero si me permite darle un consejo; intente hacer esto un poco más llevadero, no quiero que sufra. - había lástima en su mirada.
- Quiero huir, alejarme de todo esto. Dime, ¿deseas tomar mi lugar? - le preguntó la princesa a lo que la jóven rió.
- Desearía hacerlo y así quitarle esta carga de encima, pero es usted la heredera aquí. Ande, falta poco menos de un mes, si nos ayuda acabaremos pronto y entonces podrá tomarse el tiempo libre.
Faltaba poco tiempo para la unión oficial de la princesa y su prometido, pero ella no quería ser partícipe de su tragedia eterna. Instó por irse de allí tan rápido como pudo, pero muchas servidoras la veían y se le acercaban para preguntarle y decirle cosas, llegando a hostigarla, por lo que su fiel guardián quien se encontraba cerca, se acercó para ahuyentar a ese montón de mujeres que estaban más obsesionadas con la boda que la que se iba a casar.
- Princesa, sígame por acá - le estiró la mano - Por favor.
Huáaneri no entendía pero decidió obedecer con tal de alejarse de todo aquello que le agobiaba.
- Pobres mujeres, necesitan con urgencia casarse para que tengan algo qué planear. - rió y la princesa con él. - No sé si mi edad me ha otorgado la sabiduría suficiente para saber que no deseas casarte.
Ella se espantó por lo que escuchó decir, porque si él pensaba así, quizá hubiera sido tan evidente como para que otros pensaran lo mismo y si se empezaba un rumor, su padre actuaría.
- ¿Tan evidente es? - decidió preguntar y su acompañante volvió a reír.
- Es que me recuerdas a la expresión de mi esposa, Huáaneri. - ella le miró atenta mientras seguían caminando. - Tampoco quería casarse, decía que era demasiado joven para vivir bajo las órdenes de un hombre.
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Hijo de Luna.
FantasyDe un amor imposible surje una petición sagrada a la madre Luna; tu primogénito a cambio de poder estar con la persona que amas. Confusión, temor e ira, son lo que llevan a esta pareja a la destrucción pero la historia debe continuar. Una historia...