Capítulo 44: Tonteando

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- Así que era eso, ¿eh? -. Dijo Aubrey entrecerrando los ojos. Mientras que Sunny y Hero realizaban esa llamada fallida, ella estuvo conversando con Basil. Al final pudo conversar un poco con el cuelga cosas.

Le contó la historia completa, rellenando ciertos clavos sueltos y aclarando a Aubrey la realidad de los hechos. Basil se sintió un poco nervioso, vacilando en verla a la cara. No iba a mirar a la muerte a los ojos, no iba a ser tan tonto.

- Sí, básicamente... Eso es todo -. Aubrey observó con delicadeza a el florista, mientras sentía que ahora las cosas tenían un poco más de... sentido, supuso.

- Ya veo... ¿Sabes? No me importa mucho. Después de todo, hace un rato lo sabía, y en el camino proveniente hasta aquí pude pensarlo mejor. Al fin y al cabo eran niños, idiotas, pero niños a fin de cuentas. Ya los había perdonado a los dos, y simplemente no puedo enojarme con ustedes dos. Ya no. Además, fue un accidente... Aunque eso no te quita lo perturbador, ¿en qué estabas pensando al colgarla? -. Esa parte era la única que no le cerraba del todo. Aubrey ladeó un poco la cabeza, sintiendo su cuerpo arder ligeramente de molestia.

Basil sabía que ese pensamiento e idea retorcida fueron totalmente innecesarias, y que fue una mierda Edgy al sugerir colgarla en un árbol y hacer que pareciera otra cosa. Eso rompió a sus amigos por cuatro años. Rompió su estabilidad mental por cuatro años y perdió al grupo con el que creció por cuatro años. Si bien pudo evitar que el daño fuera menor, no se veía así mismo y Sunny siendo repudiados y despreciados por todos sus cercanos. No era una opción que quisiera vivir en carne propia.

- Simplemente ocurrió... Quería proteger a Sunny. Todo ocurrió tan rápido que no podía pensar con claridad... Y decidí hacer eso -. Basil suspiró en un apabullante estado deprimente. No era bueno en defenderse en vistas generales: ni física ni mentalmente.

Era débil, como un bebé que recién aprendía a gatear.

- ... -. Aubrey observó a Basil un poco. No podía culparlo tanto por su idea retorcida, cuando a fin de cuentas ella lo había intimidado como una cobarde por tanto tiempo... No era una buena comparación, pero daba igual. Tampoco se sentía bien con lo que le había hecho hace tiempo. - Da igual ahora, lo que hicieron no se puede olvidar. Sin embargo, a ambos ya los perdonamos todos -. Una mano se colocó suavemente sobre el hombro de Basil.

El florista se quedó más tranquilo. Se estaba sintiendo mucho mejor consigo mismo al saber que ellos perdonaban su decisión tan asquerosa. Sunny se acercó mientras arrastraba los pies hacia el dúo.

- Hey -. Saludó con una mirada ciertamente calmada.

- ¿Llamaste? -. Preguntó Aubrey con la ceja levantada con cierto interés.

- Llame al número equivocado, pero sí, Abby se encarga -.

- Oh, eso está bien. Ella es agradable -. Sunny tarareó en respuesta mientras se sentaba en el suelo. - ¿Y ahora qué? -. Preguntó la ex-delincuente.

- No sé, quizás sea bueno ver una película, tal vez -. Sugirió el calificador de camas. Aubrey ladeó un poco la cabeza, con cierta duda. Era un día muy caluroso para ver una película aquí.

¿Perdón? - OmoriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora