Extra #10: Un cierre melódico

34 4 23
                                    

.

.

.

Era un viernes por la noche. Los ojos de Sunny se abrieron de par en par mientras la penumbra de la madera del techo lo recibía. Miró a su costado para notar a su amada esposa dormir plácidamente. Entre medio de ellos, su hija descansaba en medio entre las sábanas totalmente desparramadas por doquier, y una pierna en su costilla.

La curvatura de los labios de Sunny se torcieron en una sonrisa amorosa, a la vez que volvía a conciliar el sueño, atrayendo a ambas a un pequeño y cálido abrazo. Aubrey sonrió inconscientemente.

Su mirada se centró en el calendario que estaba pegada en la pared antes de dormirse realmente. Marcado con un marcador rojo, solamente suspiró un poco.

Hoy era uno de marzo...

La mente de Sunny comenzó a divagar, mientras se perdía en la penumbra de su retorcida y creativa cabeza...

.

.

.

[ Bienvenido a HeadSpace ].
[ Ya no usas éste lugar ].

.

.

.

HeadSpace estaba totalmente vacío luego de tantos años. Sólo era un blanco inmenso y sin final aparente, parecido a un lienzo en el cuál pintar. Si fuera su yo más antíguo, crearía algo realmente impresionante y genial, pero no estaba aquí por ello...

"Algo" estaba frente a él. Su único ojo se mantenía quiero, para luego cerrarlo y sonreír con el mismo. La forma que tomaba siempre lo traumaba, recordándole el trauma.

- ¿Por qué sigues aquí? Después de todo, ésta historia ya terminó hace tiempo, ¿sabes? -. Sunny se rascó la nuca. La risa de "Algo" simplemente se escuchó. Tan nostálgico...

- Sé que no soy la Mari real. Solamente soy un vestigio que tu mente creó y se quedó anclado junto a Omori, sin embargo, ¡es divertido observar tu historia! ... Aunque hablando del diablo, hace tiempo que no aparece, ¿pasó algo con él? -.

- Sí, desde que tomo medicamentos, me concentro más en mí vida con mí familia y trabajo para darles un futuro mejor. Creo que desapareció porque cumplió su propósito: me protegió hasta que ya no vió necesario que lo hiciera una vez más -.

Sunny tocó una mano rojiza que estaba por allí vagando, y ésta le entregó el libro de bocetos de Omori. Una sonrisa nostálgica se formó en su rostro, mientras lo presionaba contra su pecho.

- No pude despedirme correctamente de él, ya que la última vez que lo ví fue en lo de Rowan... Pero sé que Omori fue como un segundo "ángel guardián" que me protegía cuando podía y se preocupaba por mí salud. Irónico que una imaginación consciente de preocupara más que yo me preocupaba de mí mismo en ese entonces -.

¿Perdón? - OmoriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora