Extra #5: Café de enamorados

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La vida de Aubrey se podría definir cómo una montaña rusa. Mayormente tenía sus momentos bajos, sí, pero también tenía unas subidas muy notables en el autoestima. Tenía sus días buenos como malos, al igual que cualquier persona normal y corriente.

Hoy era el día dónde el noviazgo con Sunny iba a tomar un paso adelante. ¡Le pediría matrimonio! Aunque hoy era el cumpleaños de la chica, supuso que sería una buena idea el pedirle su mano en matrimonio. Ya llevaban un buen tiempo saliendo desde que lo sacaron de la cárcel por la indemnización, pero ahora mismo estaban bastante bien juntos.

Ellos actualmente vivían en un departamento que era pagado por Sunny con su trabajo de psicólogo al haber terminado la carrera. Ella se sentía un poco mal al no contribuir tanto con el dinero para la casa, pero a Sunny parecía realmente no molestarle ello. Aunque realmente pensaba en abrir una especie de cafetería luego de casarse con Sunny. ¡Sería realmente bueno conseguir ingresos en ello!

Había trabajo en una cafetería antes para comprar el violín. Ese maldito violín que arruinó todo, pero ciertamente había adquirido experiencia en ello... Y le había gustado mucho.

Sin embargo, y volviendo a los ingresos, es cierto que traía bastante menos que Sunny, PERO tenía una justificación: ella quería tener los anillos, la planificación de la boda y todo preparado. Sabía que Sunny no la iba a rechazar, ya que ambos se amaban realmente mucho... Quizás, demasiado.

Ya contaba con el apoyo económica de la señora Suzuki, Basil, Kel, Polly, Hero, Abby... El único que no sabía nada de esto era Sunny, quién se mantenía todo el día siendo distraído por Basil y su trabajo.

- Disculpe, señorita, se quedó viendo a la nada por cuatro minutos... -. La voz de su jefa con clara ironía la sacó de su trance.

Cierto, actualmente estaba trabajando en una repostería para conseguir algo de experiencia con los pasteles. Sabía cocinar, pero le faltaba aprender demasiadas cosas sobre pasteles.

Quería que la boda sea buena... Nada perfecto. Nadie puede llegar a hacer la boda "perfecta". Para los ojos de cada persona había algo "perfecto".

¿Para Aubrey? Una boda normal era lo suficientemente perfecta para los dos. Nada muy exagerado.

- ¿Eh? -. Parpadeó un poco mientras observó a su jefa. Rascando su mejilla, sonrió un poco. - Lamento eso, jefa. He estado pensando mucho últimamente -.

- Es bueno ver que piensas en las cosas... Mientras no perdamos clientes, todo estará bien -. Comentó con una sonrisa.

- Enterada, jefa -.

Ya cuando su superior se fue, ella comenzó a recordar la idea de casarse con Sunny.

Lo recuerda como si hubiera sido ayer...

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¿Perdón? - OmoriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora