Capítulo 39: El humor de pandilla

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Sunny observaba la carretera, moviéndose por la ventanilla del automóvil. El reflejo dejó entrever a un Hero ciertamente más cómodo con Sunny y tolerando su presencia. Observando por el rabillo del ojo, Aubrey estaba sentada y cruzada de brazos, observando los alrededores.

- Así que, ¿por qué nos vamos a desviar, Hero? -. Aparentemente, el héroe quería ir a Faraway.

- Me gustaría ver a Kel. Luego de lo que le dijo Aubrey se sintió terrible -. Aubrey dejó escapar un suspiro de culpa. - Aunque Basil hizo un buen trabajo al hablar con él -.

Sunny entendió como se sentía Kel. No era nada bonito que alguien te hiciera menos por tus esfuerzos que, aunque fuesen mayormente ineficaces, eran un intento al final del día.

- Además, hace mucho tiempo que no la visitas, ¿no? -. Sunny lo miró con cierta sorpresa. - Estar en la ciudad es agotador, lo entiendo, pero también puedes visitarla alguna vez -.

Demasiado tiempo hacia que el hermano menor no visitaba a su hermanita. Aún le era difícil hablarle a una tumba sin derramar una lágrima, o sentirse mal consigo mismo. Aubrey lo miró por el reflejo de la ventanilla de enfrente. Parecía ciertamente preocupado.

- No te preocupes Sunny, yo te acompaño. También he estado sin ver a Mari un buen rato -. Hero no pudo estar más de acuerdo con ello.

- Bien, me parece justo. Además, Sunny, hubieses visto lo fuerte y bien que ha crecido nuestra Sally -. Una vez que Hero hablaba de su hermana menor no paraba.

Sunny se rió, mientras que el hermano mayor le contaba anécdotas divertidas sobre la pequeña Sally. Recordaba cuando aún era una bebé recién nacida, y dormía cual perezoso adherido a un árbol. Aún con los ojos en el camino, no fue un obstáculo contar las tiernas anécdotas mientras manejaba.

Aubrey los observó a los dos. Desde que Sunny había detenido para intercambiar palabras con Hero, el último habia estado hablando mucho más con él camino a casa. Se sintió feliz por ambos. Sin embargo, una duda la carcomía.

- Hey, Sunny -. Aubrey le llamó.

- ¿Sí? -. Se giró y la observó sobresaliendo su cabeza por la izquierda del asiento. Ambos se miraron a los "ojos".

Por algún extraño motivo, la chica se sintió hipnotizada por aquél ojo carbón que no reflejaba mucho. Se sintió extrañamente tranquila por unos instantes, pero recuperó la compostura.

- ¿Tú madre sabe que estás yendo a Faraway luego de tu recuperación? -.

Sunny parpadeó un poco. Su mano rascó su mejilla y rió en un nerviosismo y miedo. Aubrey arqueó una ceja, con un poco de molestia.

- ¡¿No le constaste?! -.

- B-Bueno, ciertamente lo olvidé, ¡pero tranquila! -. Sacó su celular, con un aura triunfante a su alrededor. - Le voy a avisar ahora -.

- Está muerto -. Sunny hizo los oídos sordos ante lo que dijo su compañera.

Con un suave toque, trató de encender el celular. La pantalla siguió en aquél apagado y permanente oscuro reflejo de la pantalla. No funcionaba para nada el botón de encendido.

¿Perdón? - OmoriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora