Capítulo 46: Ataúd

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Un nuevo día comenzaba. Aubrey se despertó con el exquisito olor de unos huevos y el tocino inundando sus fosas nasales. Aún con un pesar sobre sus ojos y los párpados cerrados, se sentó sobre su bolsa de dormir. Sunny dormía pacíficamente a su costado. Se veía tan tranquilo mientras dormía...

- Oh, buenos días Aubrey -. Saludó Hero desde la cocina con su típica sonrisa amable.

- Buenos días, Hero... -. El chillar de la sartén hizo que sus instintos por una buena comida se dispararan. - ¿Huevos con tocino? -.

- Sí. Es un desayuno típico pero delicioso. Diría que coman sano, pero estamos en mí casa, así que una comida así no viene nada mal para comenzar el día -. Aubrey lo miró con una cara rara.

- ¿Con un calor de 30° grados quieres comer eso? ¿En serio? -. Amaba los huevos con tocino, pero no era realmente apetecible cuando afuera era el desierto de Sahara en su máxima expresión.

- ... Bueno, si lo pones de esa forma... -. Hero se encogió de hombros, restándole importancia. Aubrey suspiró un poco. - ¡Pero no es para tanto, aquí hace mucho frío! Así que comer algo de ese estilo ciertamente nos vendrá bien -.

- No puedo decir que no -.

La chica observó a su alrededor. Sólo eran Sunny y ella los únicos que habían faltado para despertarse. Curioso que Basil incluso se hubiera levantado antes que ellos. De Kel y Hero se lo esperaba, ahora bien, ¿por qué no los habían despertado a ellos dos antes? Era una pregunta con una respuesta simple. Odiaban ser despertados tan temprano. Y con el ambiente de ahí, ¿quién querría despertarse? Nadie.

Aubrey se estiró un poco, aún sentada en su bolsa de dormir. Sus ojos se posaron vagamente en el reloj. Eran las nueve de la mañana, ¿tan temprano era?

Sin perder más tiempo, movió a Sunny para despertarlo de su increíble sueño. No es que quisiera despertarlo a propósito, pero en algún momento debía de despertar. No lo iba a dejar dormir mucho, ya que sabía el sueño pesado que tenía.

Experiencia de hospital, pensó.

Sunny abrió los ojos y miró a Aubrey. Una buena vista para ver nada más despertarse, supuso mentalmente. Dejó escapar un gemido ahogado por el cansancio, y se acomodó sentándose en su bolsa de dormir. Sus ojos sintieron como la capa de piel tenía fricción con los nudillos de sus manos suavemente.

- Buen día... -. En un tono más que bajo saludó. Aubrey le sonrió, con cierta gracia. Verlo recién despertando era tierno de ver.

- Despertó la bella durmiente, ¿eh? Que tierno -. Sunny sintió sus mejillas arder un poco.

- ¿E-Eh...? -. Un sentimiento de nerviosismo creció, y a duras penas pudo decir algo coherente. - ... Cállate -. Torpemente se deslizó hacia un lado, tratando de ocultar su nerviosismo claro.

Era muy tierno verlo tan poco capacitado para esconder su vergüenza.

Aubrey tarareó en victoria, mientras Hero se limitaba a negar con la cabeza ciertamente entretenido por la escena.

¿Perdón? - OmoriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora