Capítulo 57: Rowan Woods ( 2/2)

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~ Música ambiental ~.

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La garganta de Sunny se sintió gratamente hidratada por el agua que trajo el psicólogo. Sus huellas digitales se quedaron impregnadas en mojado vaso de cristal, mientras Sunny miraba al señor con una cómoda tranquilidad en su mirar.

- Bien, ¿quieres continuar con el relato, Sunny? -. Dejó su libreta a un lado, mientras se sentaba lo mejor que podía en aquella silla.

Sus dedos tocaron cada uno de ellos y con armonía la mesa. Su mirada, carente de unas ganas reales para querer hablar sinceramente, vagó por la habitación.

Sí, había dicho que iba a hablar, pero no estaba del todo seguro... Aunque fuera un psicólogo y Sunny quería convertirse en uno a futuro, no sabía si él llegaría hasta ese punto.

Sin embargo, para Sunny, dejar clavos sueltos no era lo mejor del mundo...

- ... -. Sin decir palabra alguna, solamente dejó escapar un suspiro por la comisura entreabierta de sus labios y asintió, ladeando con su cabeza. - Bien, voy a... seguir -.

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Omori prácticamente se movía sin mucho dolor. Al ser una personalidad adversa a la de Sunny, sentía su dolor, era correcto, pero no le importaba. Después de todo, ese dolor que su cuerpo tenía era del soñador, no suyo.

Acortando la distancia entre ambos, golpeó a Rowan en las partes intimidas dándole una poderosa patada. El mencionado, con dolor, se agachó sintiendo que la espuma se le subía hasta la garganta.

Se estabilizó más tarde que temprano y tumbó a Omori tomando al mismo de la pierna. Inexpresivamente, trató de escabullirse, aunque no parecía querer dejarlo ir para nada. Sentándose encima de su muslo, comenzó a forzar el hueso de su pierna.

- ¡Las rompí antes, no veo el por qué no funcionaría una vez más...! -.

Omori sintió el hueso de su pierna empezar a descolocarse, y al poco tiempo, logró descolocar el mismo, haciendo que sintiera como su pierna se volvía floja. Si pudiese, se acomodaría el hueso con sus propias manos, pero ahora no podía.

Cataloguen a Omori como cualquier cosa, pero masoquista no era una de ellas. No sentía el dolor realmente, sólo era una especie de pinchazo realmente poderoso, casi como si te clavaran un clavo en el pie. No lo sientes al primer momento, pero al pasar los minutos se intensificaba al grado de doler demasiado para poder pisar siquiera.

Girando un poco su cuerpo, logró tomar a Rowan del cabello y lo quitó de encima de su cuerpo, solamente para estamparlo contra la barandilla que se encontraba a su costado. Sintió que un crujido se formó dentro de su cráneo. Se sostuvo allí, mientras respiraba de manera agitada. Omori, sin mostrar demasiado dolor, usó la barandilla para poder levantarse y usarla como soporte.

¿Perdón? - OmoriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora