17

39 5 0
                                    

Traitor

Fue como si un balde de agua helada le cayera lentamente por encima, escurriendose dentro de él en su cuerpo bajando desde su cabeza pasando por la nuca hasta que llegaba a su espina...
Pero jamás llegó a sus pies.

La piel se le puso de gallina y los ojos se abrieron de par en par con total incredulidad, Coco dejó a su cabeza guiarse y negándose la emocionalidad solamente llenó su cuerpo de seriedad lo mejor que pudo, suspiró profundamente apretando los párpados mientras con sus dedos sostenía el puente de su nariz.
Pecas no hizo sonido alguno se mantenía con esa inexpresividad seria sobre su rostro gacho en el que su sonrisa por fin se estaba apagando.

—¿Cómo? ¿Cuando fue si esto me lo dió-
—Fue ayer—

Interrumpió de nuevo Pecas, de su pantalón sacó otro papel, está vez blanco y pulcro se lo tendió a Coco y él lo tomó abriéndolo rápido mirando en el interior un...
Un acta de defunción.
Una sensación de vacío en el estómago lo obligó a leer enteramente la hoja de arriba a abajo y cuando llegó a la parte de causa de muerte la confusión aumentó dentro de su cabeza porque la incredulidad tenía una lucha feroz con su pensar, lo que leía en causa de muerte era ni más ni menos que un suicidio...

Caramelo se había cortado las venas.

En letras negras de máquina de escribía la causa con total determinación, pensando en como había perdido tanto tiempo o quizá  había sido rápido, recordó entonces que ya no podría ayudarse de nadie para deshacerlos y todo lo que planeo se rompió en millones de pedazos en tan solo una noche y ahora que más haría sin Caramelo, el coraje llenó su mente y arrugó la hoja tirando al piso el acta echa una pelota, Pecas enmudecido a su lado Coco sintió que la cabeza iba a explotarle, la ira le quería obligar a romper todo lo que le rodeaba pero se abstuvo cuando no escuchó nada a su lado, confuso se giró para ver qué Pecas ya habia alzado la cara y casi pudo sentir pena del chiquillo cuando lo vió tratando de guardarse la alegría de una sonrisa en su rostro de angustia ,Coco lo observó detenidamente notando como respiraba con dificultad como hiperventilaba y quiso compadecerse, pero Coco no era bueno para eso, quiso tocarlo para reconfortarlo pero el chico solo lo quitó, indispuesto sin querer que lo tocará le dió la espalda para enmudecer otra vez aún limpiándose la cara, el moreno resopló con leve tristeza queriendo pensar en algo que le ayudará a Pecas pero simplemente no salía, esperó débiles segundos a una acción que no recibió. Coco pausó entonces el momento acordando también que si Pecas lloraba ese llanto de verdad sería doloroso para él ,recordaba las palabras de Caramelo nostálgico y una sensación de vacío le hizo suspirar nuevamente pensándose lo rápido que fue, es decir había muerto de esa manera tan
Sospechosa
El suicidio se le hacía poco creíble puesto no confiaba nada en qué Caramelo hiciera eso, por dios Caramelo tenía planes tenía un negocio y ¿se suicidaba?

Algo no estaba bien.

—No sé que vió Caramelo en ti Coco, pero creo que tuvo razón por contarte lo que te contó —

Coco asió sus ojos a Pecas, él ya había devuelto su sonrisa pícara a la cara pero mantenía unos ojos tristes sobre ella, Pecas sonriente dió unas palmaditas leves sobre su hombro y le habló canturreando.

—Ahora te voy a ayudar, lo que ese bastardo hubiera querido, es lo menos que puedo hacer por su culo suicida-—

Coco a pesar de ser terrible para leer los sentimientos de la gente podía notar que Pecas tenía cierto dolor sobre su voz a pesar de estarse "burlando" y esto va entre comillas puesto al hacer el chiste, un fuerte apretón en sus puños lo hacía retorcerse, más que obvio que era una manera de retener el llanto supuso, Coco asintió débilmente sin ganas de agradecer del todo aún sin creer lo que Pecas decía.

Your EyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora