Your Eyes

40

Sí lograron cazar algo al final de todo.

Después de treinta minutos (donde solo pasaron besos y mordidas en el cuello para Coco) desaparecidos pudieron cazar a un venado, pequeño y tierno con astas flexibles que fue instantáneamente asesinado por las flechas afiladas de su arco, el sonido seco de su cadáver cayendo al piso de pasto fue lo único que pudo oírse y luego el eterno silencio antes de que Azulin lo fuera a recoger muy campante.

A Coco no le gustaba mucho la caza, a pesar de lo rudo que era para tirar con arco y de su frialdad por algo no parlante él se veía afectado por las pobres criaturas inocentes de ojos fríos, le daba pesar verlos a la cara después de haberles atravesado el cuello con una flecha, sin embargo, le dolía más dejar a los otros morir de hambre por una corazonada, el animal tuvo una vida y agradecería por su sacrificio antes, durante y después de comer su carne.

Ese era su mantra, un gracias profundo al animal de alimento y luego enterraba sus restos (en este caso huesos) en un hoyo que simulaba una tumba, no era un cavernícola no iba a dejar los huesos ahí como si nada, ya suficiente hizo con matarlo como para no darle una sepultura semi digna. La cosa era, que ahora Coco no se sentía tan culpable como siempre, la razón fue la emoción de Azulin al ver qué sí le había dado al punto perfecto, acostumbraba cazar solo en la oscuridad pero el tener acompañante de caza era mejor que estar solo en la nada, Azulin le sonrió alegre al ver la flecha inmóvil sobre la carne del venado y luego sus ojos azules se iluminaron con admiración y alegría, no entendía bien si era a él o a las flechas pero le gustó mucho el que le sonriera, descubriendo que no solo tenía el lado enfermizo y cruel, también había un vestigio muy chico de calidez en el menor...

La fogata ya estaba hecha cuando llegaron, Coco con él venado a las cuestas entre los brazos y la espalda mientras Azulin cargaba flechas y arco con un poco de enojo al no ser él quien cargará al animal, apenas llegaron Gordi corrió por Azulin y Achuchones los barrió con la mirada ámbar, Coco situó al venado justo al lado de la hoguera suspirando de alivio al sacarse al animal de encima aplaudiendo para quitarse la tierra de las manos, Achuchones vió con extrañeza a su amigo y situando los ojos en su cuello escudriñó con ellos esta parte, hablándole confuso mientras Coco sacaba su cuchillo para empezar a "limpiarlo".

—¿Te subiste el cuello de la camisa?—

Preguntó Achuchones cruzado de manos mientras veía fijo a Coco, él, fingiendo una risa de sarcasmo apretó los labios asintiendo.

—Hacía un poco de frío, además la medalla brillaba mucho con el cuello abajo—

Un "Mhm" de Achuchones fue respuesta de lo que dijo Coco, él solo trato de verse como comúnmente se vería para luego cortar una nueva porción de la piel del venado, arrancando poco a poco está misma tirando de ella como una tela mientras que con el cuchillo cortaba los pocos músculos que sostenían la piel y grasa en su lugar, otro regalito de su Padre, aprendió a desollar como si fuera un carnicero pero al final sirvió bien.
Tiró de un trozo de carne y entonces la sangre salió disparada a Achuchones y a él, el castaño gruñó con asco escupiendo saliva del mismo limpiándose con los dedos y manos la sangre de su nariz y boca, Coco atinó a susurrar insultos bajos puesto había entrado a su ojo y nariz, limpiándose con el antebrazo los residuos carmesí sacudió la cabeza haciendo sus rizos rebotar por el movimiento, Achuchones puso atención a esto mientras se limpiaba con la chaqueta de Coco a su par, el moreno suspiró volviendo a pelar al animal.

—¿Siquiera ves algo con ese cabello?-

Un "¿Eh?" de sorpresa fue lo que Coco respondió al castaño asintiendole con decisión y voz tranquila.

—Más tarde puedo trenzarlo, me da igual al final no tengo sueño—
—No—

Dijo Coco finalizando la interacción por vagos segundos en silencio, Achuchones, un poco confundido miró a Coco en eterna incógnita como si acabará de decir algo en latín, Coco, recapacitando de lo aue había dicho recién rebobinó tartamudeando una nueva respuesta para no poner incómoda la situación.