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Coco no conseguía calmarse de lo pasado, se sentía pesado y entristecido como si mágicamente todo lo malo que ha hecho en su vida le cayera sobre la espalda para matarlo, Coco por poco y entra en un círculo de ansiedad cuando despertó al otro día, que va, no durmió más que una miserable hora y aún así ni siquiera pudo consolarse a sí mismo, justamente hoy se sentía sucio y cada que alguien lo veía aunque sea por vagos segundos se giraba y escondía la mirada en todos sitios menos un ser vivo.
Ya no tenía ganas de volver a casa, queria perderse para siempre en ese bosque y jamás salir, ojalá algo lo terminará de una vez ahí porque estaba aterrado profundamente de qué pasaría si salía del bosque vivo, las consecuencias que había que tomar y peor las decisiones, la decisión enfermiza si quedarse con su prometida y casarse escondiendo una isla de mentiras para siempre y fingir ser la familia modelo o decirle a su prometida que ah sorpresa se había liado con un tipo en el ejército, ojo, no un tipo masculino eso era perdonado.
Se sentía con fiebre de muerte, estaba nervioso todo el rato y ni hablar de las ansias que se comían sus pies y alma con desdén, se sentía atrapado entre la espada y la pared entre la verdad y una mentira piadosa que le recomendaba cerrar la boca y fingir que todo estaba excelente ante todos, seguir siendo el hijo del capataz con una prometida hermosa y un bebé en camino que él se encargaría de criar con disciplina y quién sabe, enseñarle a jugar béisbol o llevarlo a las barbacoas de sus amigos igualmente aburridos de copia y pega, todos riéndose con un botellín en la mano disfrutando de su vida perfecta mientras sus esposas se dedicaban a verlos como si estuvieran bajo un hechizo de obediencia...

Oh no eso no sonaba nada bien.

Analizó profundamente todos los escenarios posibles de pies a cabeza y su mente se nubló con arduos trabajos mentales de planes torcidos.

Cómo primer caso iba el no decir nada a nadie y simplemente seguir y casarse con Brandy, criar a su hijo juntos, tener una casa bonita y blah blah blah, todo de acuerdo al plan.

La segunda optativa sería algo estúpido, la que menos le gustaba y esa iba con decirle a Brandy la verdad (eso si salía vivo claro) ser honesto con ella aunque un poco cruel, pedirle el divorcio y criar al niño a base de "dos semanas contigo dos semanas conmigo" inventando alguna excusa tonta de "Mami y yo tenemos diferencias" para evitar que el pequeño reciba la cruel dosis de realidad que es enterarse de que su padre el ex militar el ex soldado perfecto y un tipo más grande que los hombres comunes era un desviado a quien justamente le gustaban los hombres comunes.

Tampoco sonaba del todo bien pero era un poco más sana y seguramente la que haría mierda su vida entera.

Pero luego, una tercera vino como un rayo partiendo su cabeza a la mitad inundando su ya rota mente en más de mil pedazos:

¿Qué tal si se quedaba con Azulin?
Esa, sería la última optativa de su largo ciclo de arrepentimiento, una idea que no quiso formular del todo para evitarse la pena de pensar en lo que hizo, pero cuyo plan afectaba cada minuto de su tiempo llenándolo de ideas en ella.
Tal vez en esta opción Azulin y él se quedan juntos ¿no? hipotéticamente hablando, Azulin es bonito y se nota que dedicado, Coco es grande y capaz de partir caras si alguien se pone pesado, quizá Azulin sería un buen compañero de vida y tal vez su idea de la vida perfecta no sería tan real, no habría ningún hijo con Azulin al que llevar a las barbacoas, es más no habría ninguna barbacoa porque seguramente todos lo harían alejarse tanto de ellos como de sus parejas he hijos, tampoco habrían tipos pretenciosos molestando su día a día y por lo tanto nunca más tendría que importarle lo que dirían de él. Coco sería libre y finalmente podría ser quien quisiera con o sin popularidad, tal vez un hogar pequeño y algún perro o gato, algo así sonaba bien.

Lástima que casi no quería caer en la tercer opción de esto.

Estaba mortalmente asustado, se sentía extraño en su propia piel algo que nunca le pasa y jamás le había sucedido desde que entró en la milicia, se sentía regocijante de confusión y más después de entender que de hablar con alguien acerca del problemita con Azulin debía de tomar el puesto de "sentimientos" porque claro en este mundo debías de sentir algo para estar con alguien, algo cómo me caso con esta mujer y tengo sexo con esta mujer porque me gusta ella románticamente, algo que Coco no sentía del todo, o bueno no estaba seguro más que nada tenía miedo porque sí, Azulin le parecía bonito y muy atrapante pero eso era común no había que sentir algo de alguien para decir que era apuesto, le gustaban sus ojos más que nada, la forma redonda y la fantástica simetría que jamás había visto antes, el color profundo de azul mar y el pastizal de pestañas rodeando los bellos orbes de color primario, también le gustaba como su cabello era sedoso y suave, lo bonito de su piel y lo redondos que eran sus labios, no tan llenos como los de Brandy pero perfectos al besar, había notado tantas cosas en Azulin y ni siquiera las había puesto sobre la mesa.
Cómo eran sus dedos pálidos y las uñas largas, lo rosado de sus mejillas, la pequeñísima cicatriz de su mejilla izquierda producto de su riña en el campo, también lo respingada que era su nariz y lo bonito de su perfil, Azulin no era exactamente lampiño pero ahora veía rastros de un bigote delgado que casi no se notaba de lejos, también las expresiones tan notables en su cara como el asco y la forma en que arrugaba la nariz cuando algo le disgustaba o como ambos ojos se desorbitan cuando se enoja, tantas cosas que le recordaban a Azulin ahora y no pudo evitar compararlo con cosas que sabía de Brandy, es decir conocía a su prometida pero...
¿La conocía tanto?
Con Azulin podía enterarse si estaba enojado inmediatamente, sabía que odiaba dormir solo y también detestaba el frío, su fijación por las flores que siempre trataba de ocultar tras mentiras, lo bonito de su sonrisa y cómo le gustaba que le dieran cumplidos por cosas que hacía, Azulin era diferente desde esa perspectiva, no parecía ser tan malo así y hasta incluso creyó que Azulin no era el monstruo que todos decían ver, Coco ya no veía a esa bola de pelos con rabia ahora veía algo más suave, más normal y más sensible, lo mejor de todo es que no tuvo que golpearlo para saberlo.

Your EyesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora