Your Eyes

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¿Qué tan enamorado se puede estar de alguien?

En realidad, el enamoramiento es una fase de prueba que uno mismo se otorga con tal de no sentirse vacío, esa extraña felicidad que emana cuando escuchas a otro individuo hablar, lo ves moverse o algo tan común como estornudar, enamorarse es la justificación para actuar sin pensar con tal de que alguien sonría para ti, como caerte o hacer caras estúpidas solo para que ese individuo se ría y te haga sentir querido por minutos, enamorarse puede ser una falacia o una verdad según perspectiva.

Pero para Brandy es la segunda.

Cuando niña, siempre creyó que la vida amorosa de todos giraba tal cual en los cuentos de hadas con los que creció, esos cuentos fantásticos de princesas y dragones imposiblemente grandes cuyas vidas dependen de que un caballero de valiente armadura se presente a por ellas y las salve de ese infortunio, luego llevarlas a su precioso castillo brillante como los más preciosos materiales y ser felices para siempre...

Eso es lo que ella creyó durante años.

Soñaba con el día en que un caballero se presentará por ella, pero no solo un tipo masculino, quería un caballero como los de brillantes espadas de sus cuentos, capaces y valientes dispuestos a todo por su cariño y amor, quería ser la princesa de la historia y estaba totalmente segura de que lo sería, claro esto sin contar el dragón porque no habia ninguno, tampoco habia una malvada bruja que la hechizó para deshacerse de ella o mucho menos siete enanitos bondadosos, sino Brandy, simplemente Brandy.

Su padre Arándano, dueño de una fábrica siderúrgica para la creación de armamento y balas la hizo crecer llena de todos los lujos que deseara, tantas nanas como fueran posibles en su casa o mejor dicho mansión, tanta ropa y tantas muñecas como para llenar un salón, creció con todo a la mano y todo en bandejas de plata y oro sin contar un "no" por respuesta, ella era la consentida de su padre y por lo tanto su princesa, de su madre no se acuerda mucho, solo sabe que estuvo ahí alguna vez y luego desapareció dejando solo un gran cuadro de madera en el despacho de su padre y memorias rotas para él, Brandy nunca sintió soledad o siquiera extrañó a su madre por más que eso sonara cruel ¿pero cómo extrañar a alguien que nunca conociste?. Es imposible.
Con esto en mente Brandy se sintió tan identificada con las princesas de sus cuentos que incluso creyó que ella podía ser una, vivía en un castillo y era hija de un rey, o algo así tenía creído porque a cada fiesta que iban su padre era tratado como si fuera el mayor rey de todos, y ella la princesa más hermosa de todas. Así pasó los primeros años de vida y a los diez encontró que no solo era rica y poderosa entre las personas por su padre, como las princesas de los libros ella también tenía que ser alguien que fuera memorable para todos como si fueran a escribir un libro para ella, Brandy jamás fue rencorosa o cruel con alguna persona en su casa o entorno, contrario, todos adulaban lo amable y agradable que era, todos querían saber cómo hacía para ser perfecta y como podía ser tan únicamente dulce teniendo todo lo que tiene, su padre le decía lo mucho que le recordaba a su madre mientras crecía y eso la hizo sentir aún mejor de lo que pensaba, tenía talentos diferentes y todos únicos de ella para hacerse notar entre los demás, si bien no era la más hermosa en el lugar podía ser la más amable o la más divertida, no solo se limitaba a ser rica y tener un sinfín de comodidades, ella era muchísimo más que un saco de oro.

Pero un tres años después cuando cumplió los trece años y su primer periodo llegó descubrió que ahora la gente era...

Diferente

Ahora Brandy no podía estar en una habitación sin sentirse observada, ella sabía por su nana Lila que no era debido a la sangre entre sus piernas, sino que ahora las personas de su entorno ya no la veían como una niña que juega a ser una princesa, la gente comenzaba a verla igual a que si fuera un premio de feria que ganarse tirando dardos, y cómo no hacerlo si era la hija del poderoso empresario en las armas, decía Lila cuando la terminaba de secar al bañarse.
Brandy se sintió diferente desde ese momento de su vida, ya no quería tener tantas cosas y pronto quiso olvidarse del tema espantoso que era crecer en un ambiente así, todos hablando y apuntando a ella de lo buena esposa que podría ser, lo bien que ayudaría a su marido, lo buena madre...
Era como si la princesa hubiera desaparecido de su mente y ahora solo existiera Brandy a medias, preguntándose si acaso todos sus talentos habían dejado de ser logros para ella y se habían convertido en un currículum de trofeo para el hombre que la desposara, cayendo en cuenta de la realidad tras esas sonrisas y adulaciones viendo la verdad de cuando preguntaban a qué se quería dedicar esperando entonces que Brandy dijera lo mucho que quería casarse cuando en realidad su sueño era algo cubierto de neblina, ni siquiera sabía que queria hacer al día despues y de pronto ya tenía opciones para elegir, lo malo era que ninguna le gustaba.
En una fiesta de cuando tenía quince años recuerda que una mujer vieja, una osita mayor le habló acerca de su papel en la vida, de como muchas cosas debían de cambiar a partir de "la primera sangre" y como debía de afrontar estos cambios, como conseguir un marido poderoso (poderoso más no decente) y quizá tener la suerte de que esté hombre te dejará salir a por las compras que obviamente debías de hacer, entonces ella se dió un buen trago de realidad porque cuando argumentó que no pensaba casarse tan joven la mujer por poco y la ahorca, diciendo que debía de apurarse o se quedaría sola y dejada para siempre.