Your Eyes

Eyes on fire

—Ven acá —

La orden del moreno sonó clara y concisa mientras que con la mano del cigarro tanteaba a su par indicando al azabache que se acercará, Azulin como un poseído no dudó nada y obedientemente se acercó hasta Coco pocos centímetros entre los dos redondeando los quince centímetros de distancia, los brazos de Azulin temblaban ligeramente nervioso por su cercanía trago saliva tratando de poner el rostro más serio de toda su vida buscando la neutralidad sin encontrarla respiró un poco agitado en profundidad.

Coco, con las manos en las rodillas solo se quedó viendo el fuego brillar frente a ellos con la determinación de un hombre seguro haciendo que la luz del fuego reflejará en él y sus ojos, la piel acanelada de Coco se veía brillante y hermosa bajo la luz del fuego y ni hablar de su cara, hermoso y caótico como un dios de la guerra, pronto vinieron palabras sinceras que el moreno buscó decir durante tiempo récord de días enteros y por poco semanas.

—Lamento en serio lo de haberte golpeado, debo de admitir que no me sentí ni un gramo mejor que tú y mucho menos me sentí el ganador de eso, me disculpo por haberte hecho pedazos la cara y lo de tus dientes en específico apuesto que no volverán a crecer en mucho tiempo, también quería disculparme por lo del baño no medí mi fuerza y esas cosas, supongo que actuó como un verdadero animal cuando me enojo y no merecías que me desquitara contigo...del todo claro-—

Ahora solo veia a esos labios moverse y pronunciar palabras, Azulin tuvo el deja vu mas grande de toda su vida y cuando Coco lo volteó a ver tratando de recibir respuesta solo se hundió más en los pensamientos de deja vu, ojos brillantes como faros violeta y los labios suaves con esa expresión calmada solo ponían aún más nervioso y perdido a Azulin, su cabeza giró como un carrusel de confusión, pensando en lo que él sintió fueron horas un por qué más del sentimiento deja vu, probablemente era de su manía por verlo diario o quién sabe alguna cosa extraña de antes, culpaba infinitamente a su memoria por no poder recordarle y con bastante extrañeza asintió estúpidamente haciendo un sonido de "Ajá" igual de perdido que en un maizal.

—¿Ajá? ¿Así de fácil? Creí que serías más difícil pensé que necesitaría alguna cosa cursi o un abrazo, ¿todo bien entre los dos?—

La pregunta de Coco sonaba como una música acaramelada del otro mundo haciendo que los dos pasarán una vez más por silencio incómodo para Coco pero lleno de sensaciones para Azulin , su rostro esa expresión esos ojos los labios, maldita sea su madre por hacerlo tan bello, inquebrantable por su reacción Azulin no contestó y solo permaneció con total silencio mirándolo fijamente, Coco notando la extraña manera de "disculparlo" habló otra vez preguntándole al chico si estaba bien y Azulin solo veía torpe su faz, parecían años viéndolo así y con la cara sumida en vergüenza rezando porque Coco no lo notará permaneció distante a su conversación tratando de pensar en alguna cosa qué decir para no verse aún peor.

—Sí, bien, todo bien—

Tropezó en sus palabras con lo que Coco se incómodo un poco, Azulin era bastante raro ahora mismo y no sabía si alegrarse de ser disculpado o preocuparse por como reaccionaba, seguramente sería algún recuerdo extraño pero Coco igualmente tenía un sentimiento con ver a Azulin así, alguna cosa rara de memorias.
El silencio se tornó mundano y extendido, tiempo que Azulin no dejó de verlo y Coco solo detuvo su respiración, sus pensamientos intrusivos le gritaban en los oídos que hiciera algo indebido y asqueroso pero tenía que comprobarlo, tal vez no era el momento o el lugar qué va no era ni la persona correcta...

Luego lo besó y olvidó todo lo que tenía en la cabeza.

Le besó con hambre de sus labios, ambos unidos violentamente Azulin mandando con las manos en los costados de la cabeza de Coco besándolo con fuerza y ganas atrayendo su rostro a él mordiendo los labios del moreno con la desgracia de querer contacto, el otro, confundido lo empujó de golpe alejándolo y viéndolo a la cara con asco, Azulin, bajó las cejas como un venado asustado y manso.