~Aunque no me puedas ver. [Camren]

-Capítulo 10.

CAMILA POV.

Me encontraba llevando a Sofi a nuestra heladería favorita. Durante el viaje hablamos de nada en sí, quería esperar a saber que era lo que tenía que decirme.

-No entiendo Mila, ¿Quieres a Lauren?

-La estoy ayudando, es todo.

-¿Es linda?

-Bueno-sonreí-es muy linda. ¿A qué viene esa curiosidad, pequeña?-empujé apenas su hombro.

Llegamos y pedimos, buscamos una mesa un poco apartada de la gente y me senté junto a ella.

-Sofi, me encanta salir contigo, pero sabes que te traje aquí porque-suspiré-creo que tenemos que hablar.
-¿De qué quieres hablar?-Ella me daba ligeramente la espalda, se encontraba de costado. Su mirada estaba perdida, pero no por su falta de vista. Ella siempre había sido así, muy de "estar en su mundo".

-¿De lo que dijiste hace un rato?

-No me vas a creer-suspiró-¿Para qué intentar convencerte? Kate es mala, Mila.

-¿Pero que pasó? Cuéntame enana.

-Bueno-acomodó su cabello e hizo un silencio durante unos segundos-Hace unos días estaba leyendo y empecé a escuchar muchos gritos, reconocí la voz de Kate y su padre. Dejé el libro sobre la cama y-volvió a quedarse callada.

-¿Y qué, Sofi?

-Y escuché cuando ella le decía a su padre que había atropellado a alguien y que esa persona estaba muy grave. Kate salió a toda furia del despacho de su padre y supongo que vio que estaba ahí escuchando todo-otra vez silencio.

-¿Y luego, que pasó?

-Y luego-negó con su cabeza-ella empezó a gritarme. Gritaba y gritaba, pero yo lo escuchaba, no del todo.

-¿Te hizo daño?-estaba muy furiosa, si me controlaba era por mi hermana.

-No, no me hizo daño-agachó su cabeza.

Cerré los ojos y suspiré. Abracé a mi hermana con todas mis fuerzas.

-Pequeña, necesito saber que hizo ella. Siempre te voy a creer a ti, no lo dudes a eso.

-Kate me pegó, Mila. Me dijo que si te lo decía iba a terminar mal-empezó a llorar-tengo miedo-me devolvió el abrazo con más fuerzas.

-Escúchame bien, princesa. Nadie te hará daño nunca más, ¿Entendido?-ella asintió y, si era posible, la abracé un poco más fuerte-Vas a volver a casa lo antes posible y va a ser todo como antes, pequeña-sonrió-para eso estoy trabajando, para que vivamos juntas-me separé de ella y con una mano sequé sus lágrimas, la otra la entrelacé con la de ella-Ahora necesito que me sigas contando lo que pasó.

-Bueno-su voz estaba entrecortada por tanto llorar-Ella al ver que yo la ignoraba me zamarreó y me dijo cosas muy hirientes-se mordió el labio-"¿Qué, además de ser ciega eres sorda?" "Tú no puedes ser hermana de Camila, tan sólo mírate... ah cierto que no puedes*risa*" "En cuánto le digas algo a ella juro que te haré la vida imposible", fue muy cruel Mila-agarró mi mano con más fuerza-Cuando me pegó creo que me dejó marcas, hoy vino a verme y quería convencerte que yo había hecho eso a propósito y que era mi culpa y quedar ella como la buena.

-¿Donde te dejó marcas?-mi desesperación estaba alcanzando el límite.

Se quitó la campera que tenía puesta y pude ver todos sus brazos llenos de marcas. Hice mi máximo esfuerzo en no llorar, pero fue en vano. Si así estaban sus brazos, no me podía imaginar como estaría su cuerpo en sí.

-¿Tan mal estoy?-me dijo luego de algunos minutos.
-¿Por qué no me avisaste esto antes?

-Tenía miedo-agachó su cabeza y besé su frente.

-Ya, tranquila amor.

-No quiero volver, no me hagas volver.

-No volverás-volví a abrazarla, esta vez con más cuidado-es más, tengo una idea-sonreí.

-¿Cual?

Tomé mi teléfono y llamé a Taylor.

-Mila, ¿Cómo estás?

-Bien, bien-sonreí-estoy con Sofi ahora mismo.

-¿Al final era algo grabe? Dime si o no y luego si quieres me cuentas.

-Sí-intenté sonar lo mejor posible-Oye, ¿Podría ir para allá con ella? Es que no la quiero dejar sola y...

-¡Por supuesto que sí! Eso no deberías ni preguntarlo-sonrío.

-Gracias Tay, en un rato estaré por allí.

-Las esperamos, adiós.-finalicé la llamada y volví a guardar el teléfono.

-¿Con quién hablabas?-se notaba un poco más animada.

-Con Taylor, ¿La recuerdas?-pude ver en su cara la confusión y sonreí-con la hermana de Lauren. Pensé que querrías acompañarme y también así la conocías.

-¡Siiiii!-chilló de felicidad.

-Entonces-tomé su mano-iremos a comprarte algo de ropa, vamos a casa de ellas y a la noche viene Ally y Dinah.

-¿Y nos quedaremos hasta tarde juntas?-sonrió.

-Sí pequeña, ahora vamos.