-Capítulo 38.

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CAMILA POV.

Desde que Lauren volvió, las cosas empezaron a tomar otro sentido. Quizás yo se lo di, realmente no lo sé.

Comencé a llevarme bien con mis padres, no los perdoné del todo pero sí estaba más tiempo con ellos. No tanto por mi hermana, lo hacía también por mí.

Sofi pasaba mucho tiempo conmigo, ya sea en su casa o en mi pequeño departamento. Disfrutaba de compartir el día a día.

Trabajaba de lo que siempre quise. También, daba clases de danza.

Pasé todo el tiempo que pude antes que Dinah y Ally se mudaran a algunas horas de aquí. Estaba feliz por ellas, pero realmente ibas a extrañarlas.

Mis mejores amigos planeaban su boda y estaban más felices que nunca. Yo iba a ser testigo de aquella unión. Los ayudaba en todo lo que podía y eso me hacía dar cuenta de la importancia que tenía para ellos dos.

Y... Lauren. La visitaba con frecuencia y pasábamos la tarde juntas. A veces me acompañaba a buscar a Sofi al colegio o íbamos a ayudar con los preparativos de la boda, ya que ella sería la otra testigo.

Es extraño, porque nuestra relación está mejor que nunca pero por su parte, no somos nada. Hablamos sobre el tema hacía algunos días.

Supe que no iba a ser fácil desde el primer momento. Y creo que eso fue lo más me atrapó.

-Camz, volví-su voz me hizo salir de mis pensamientos-esto quería mostrarte.

Sacó una caja llena de acrílicos, pinceles, óleos, acuarelas, trapos con manchas, lápices, carboncillos... muchos elementos de arte.

-No sabía que te gustaba pintar.

-Estudiaba arte antes del accidente-sonrió-solía pasar horas en mi habitación pintando. Tengo un pequeño balcón que da al jardín donde entra mucha luz y ponía el atril allí o simplemente sacaba mi cuaderno y dibujaba. Ven-me tendió la mano.

Subimos lentamente las escaleras y entramos a su antigua habitación, la cual ahora ocupa. Me llevó hasta el balcón y pude observar como estaba todo allí, hasta había una pequeña mesa y un sillón.

-Este era uno de mis lugares favoritos, pasaba días enteras pintando o dibujando.

-Es realmente hermoso, Lo. Quisiera ver lo que hiciste

Entró y volvió en sus manos con un cuaderno. Me lo dio y estaba lleno de dibujos, ya sean retratos o paisajes.

-Como imaginé, dibujas hermoso. Seguro que todos los cuadros que hay en tu casa fueron hechos por ti.

-La mayoría sí-esperó un poco para volver a hablar-Camz, ¿Puedo sentarme contigo?

-Claro-tomé asiento y la acomodé entre mis brazos.

Nos quedamos así por un momento. La brisa hizo que cierre los ojos y disfrute ese momento: Lauren, conmigo, abrazada.

Casi por instinto tomé su mano y ella rápidamente las entrelazó. Amaba que hiciera eso.

Abrí mis ojos un momento para ver que ella los tenía cerrados. Parecía muy tranquila, pero concentrada.

-Camz-conectamos las miradas por unos segundos-ahí-señaló con nuestra mano entrelazada.

-¿Que hay ahí, Lern?-su pregunta se me hizo extraña.

-El Sol, Camz-sonrió-ahí está.

-Ahí está el Sol-Asentí débilmente, tenía razón.

-Puedo verlo. 

-¿Cómo que puedes verlo?-susurré.

-Veo algunas sombras y las luces-explicó-los médicos me dijeron que esto podía pasar. Puede que vea así, mejore un poco más o recupere la visión.

-¿Cuando...?

-Hace algunos días, por eso quise ir al médico y preguntar antes, no quería ilusionarme por algo que no podría llegar a ser cierto. Y quise compartirlo contigo primero que con los demás.

-Lauren-la abracé muy fuerte y empecé a llorar-no sabes lo feliz que me pone esto y más que lo hayas querido compartir conmigo-choqué nuestros labios algunos segundos-gracias por eso.

No me respondió, sólo me abrazó durante lo que pudo ser una eternidad.


LAUREN POV.

Con el pasar de los días mi vista mejoraba considerablemente. Era un sueño hecho realidad para mí, no pensé volver a ver.

Los especialistas me dijeron que en menos de un mes ya debería recuperar mi visión por completo.

Era muy extraño acostumbrarme a ver, como lo fue en su momento acostumbrarme a la oscuridad total.

Hay a muchas personas que les molesta que el Sol alumbre sus caras al despertar, para mí es el mejor regalo que puedo recibir hoy en día. Quizás por eso despertaba de tan buen humor cada mañana.

Ese día, Camila me esperaba para ir a hacer unas compras.

No pude ver con claridad qué llevaba o cómo era físicamente, sólo vi sus ojos.

-Hola-agitó su mano y sonrió, mostrando sus dientes-¿Cómo amaneces, Lo?

-No pude despertar mejor-sonreí-vamos.

De camino al centro comercial miraba mucho sus ojos, era algo que me llamaba la atención. Eran marrones pero tenían cierta intensidad que me atrapaban. Algo muy similar a lo que decía ella de los míos.

Apenas llegué y ella se despidió, dibujé sus ojos. Quería conservar la primera imagen que tuve de ellos. Así, borrosos y quizás inexactos, pero a mi parecer, hermosos.

Me llevó algunas horas pero finalmente lo terminé. Satisfecha por mi resultado ese día me quise dormir temprano.

Lo primero que ví de Camila me tenía hechizada.

~Aunque no me puedas ver. [Camren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora