-Epílogo.

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Muchos años después...

LAUREN POV.

"Era una historia de amor en todos y cada uno de los sentidos de la palabra y eso la hizo genial." Y así terminó el libro que estaba leyendo. Me dirigí a la biblioteca a dejarlo en su lugar y noté que había amanecido. Curioso, aún me seguía desvelando leyendo.

Por el caso contrario, mi esposa dormía muy tranquila. Aproveché para llevarle el desayuno a la cama, sabía cuánto amaba eso.

Jugo de naranja, café, tostadas. Como detalle, puse una rosa blanca de nuestro jardín en un pequeño florero.

Dejé la bandeja en la mesita de luz y me acosté a su lado, para abrazarla y despertarla susurrándole al oído.

-Camz, cariño, buenos días-ella se removía de la cama y gruñó, amaba dormir.-Es hora de despertarse.

Como respuesta, giró y se tapó la cara con una almohada. Aún así me seguía pareciendo tan adorable.

-Un rato más, Lern. Aún está muy oscuro.

Me extrañó su comentario, pero abrí la ventana así entraba la luz del día.

-Ahora no tienes excusas, arriba.

-Pero si sigue todo... ¿Lern?

Me senté a su lado y la acomodé para que también esté sentada.

-Camz, estoy aquí-tomé su mano.

-Lauren, prende la luz por favor.

Miré a la habitación, completamente iluminada. Y ella tenía sus ojos abiertos.

-Todo está iluminado, amor-me costó decir esa frase y cuando volví a ver a su cara, totalmente asustada, fue el momento en que empecé a llorar.

-Supongo que sabía que este día llegaría.

Nos quedamos en silencio lo que pudo ser una eternidad o quizás algunos minutos, quién sabe. Estábamos inmersas, cada una en su mundo. 

-Vayamos a desayunar afuera-se levantó, cambió y se dirigió al jardín.-Trae la bandeja.

La seguí, tenía miedo que se caiga, pero ella conocía la casa a la perfección. Se sentó debajo de un árbol, muy parecido al que tenía en casa de mis padres.

Comenzó a comer en un perfecto silencio, de esos que a veces la caracterizaba. Ella cerraba los ojos y sonreía, el viento despeinaba su cabello, aún más, y era parecía estar feliz.

Camila, a veces quisiera un poco como tú.

-No llores, Lern.

¿Qué? ¿Cómo...?

-Siempre supe que pasaría esto, sabes-bebió un poco de café-Pensé que sería un poco antes, así que no me preocupa. Lo único que me duele es saber que no voy a volver a verte.

Cerré los ojos con muchísima impotencia, sabía muy bien que significaba eso. Porque Camila conocía el mundo, al igual que yo, y despertar un día sin poder apreciarlo, realmente dolía.

Cuando terminó, se dirigió a la casa. No la seguí, quería que tenga su propio espacio.


CAMILA POV.

Lauren estaba cada vez más triste, fue un golpe muy duro para ella. Si bien para mí era difícil, supe desde que era adolescente que un día dejaría de ver. 

Pensé en todos los momentos que habíamos vivido, en su forma de sonreír, como sus ojos cambiaban, su cabello despeinado, su cara de sueño en las mañanas y no pude evitar sonreír. Iba a extrañar más de lo que le demostraba aquello.

Había pasado gran parte de mi vida con Lauren, formamos una hermosa familia que iba creciendo. Ver como los cimientos de nuestro amor daban origen a otras historias nos enorgullecía.

Así que lo supe, siempre fue ella. Sin importar los caóticos años anteriores, Lauren se había encargado de hacerme feliz día a día. No podía sentir más orgullo.

-¿En qué pensabas, amor?-escuché como me susurraba al oído mientras besaba mi mejilla.

-En nuestra historia, Lern. Siguen pasando los años y yo cada vez me enamoro más de ti.

Escuché su sonrisa y segundos después me besó. Lo seguía haciendo con amor y dulzura.

-Y yo de ti, te amo tanto Camila Jauregui.

Tomé su mano, la entrelacé con la mía y las acerqué a mi boca. Le dejé un pequeño beso.

Y ahí lo comprendí todo.

-Te amo Lauren, aunque no te pueda ver.

Cada pequeña acción se volvía importante, cada sentimiento se agrandaba y con un sentido menos, logré sentir todo.

Siempre lo supe, el amor es ciego. Y no me refería a pasar de alto situaciones porque el sentimiento no te deja ser racional. Es ciego porque no la necesitaba ver para saber que ella estaba ahí, escuchaba su voz, sentía sus caricias, olía su perfume, saboreaba sus besos.

No puedo negar que es hermoso verla, pero no necesario. Lauren me hacía sentir cosas muchísimo más allá de lo que podría explicar.

FIN.

~Aunque no me puedas ver. [Camren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora