-Capítulo 27.

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LAUREN POV.

Desperté, sentí los brazos de Camila abrazarme y luego sus labios presionando sobre los míos.

-Buenos días, princesa-volvió a besarme.

-Buenos días, preciosa-sonreí.

-Amor, iré a casa de mis padres.

Hacía ya una semana desde lo acontecido con Sofi. Ahora al estar bajo el cuidado de sus padres, Camila iba todos los días a verla apenas se despertaba.

-¿Te espero para almorzar?
-Si quieres-besé sus labios antes que se separe-¡Te amo!

-Te amo más, cariño-me levanté de la cama y comencé mi día.

Desayuné algo rápido antes de dirigirme a buscar los estudios que me había hecho semanas atrás.

Mi hermana me llevó, cosa que agradecí.

Una vez ya con el médico dentro de su consultorio, pudimos hablar mejor.

-¿Como te encuentras, Lauren?

-Bien-sonreí-¿Como salieron los estudios?

-Bueno-suspiró-salieron bien, por eso no logro entender por qué no estás viendo.

-¿Recuperaré la vista?

-Es complicado pero no imposible, no pierdas las esperanzas.

Y más de lo mismo de siempre... ya estaba cansada de siempre escuchar lo mismo.

En el viaje de vuelta me limité a cruzar pocas palabras con Taylor, una vez que llegamos permanecí acostada hasta que escuché que Camz venía.

-¿Amor?

-Camz-sonreí y sentí sus labios chocar con los míos-¿Como te fue?

-No importa, hubo días mejores-me abrazó-¿Como salieron tus estudios?

Negué con la cabeza.

-Hey, ¿Que sucede, princesa?

-Estoy cansada de siempre escuchar lo mismo, Camz.

-Lo, en serio que tus estudios están bien-acarició mi mejilla-es cuestión de tiempo.

-¿Tu también me dirás eso?

-Te digo la verdad, Lauren-tomó mi mano-volverás a ver, aunque tenga que darte mis ojos.
-Claro, y tu te quedas con mis bellos ojos verdes-reí.

-¿Cambia ese humor, si?-Camila me dio muchísimos besos seguidos, lo cual hizo que me sienta mejor-Dinah y Ally me invitaron a su casa, ¿Quieres acompañarme?

-Claro-tomé su mano y fuimos hacia allí.


CAMILA POV.

Los días transcurrían así. Apenas se despertaba Lauren, me iba a casa de mis padres. Volvía para almorzar con ella y lo que restaba del día la pasábamos juntas o, como ahora, con mis amigas.

Ally, Normani, Dinah y Lauren hablaban muy animadamente, yo simplemente observaba la escena. Hacía tiempo ya que estaba muy ajena al mundo, pero siempre intentaban que no note que lo sabían. Respetaban mis silencios y mis malos días.

Lauren tomó mi mano y alejó esos pensamientos de mi. Me recosté en su hombro y pude ver como sonreía.

No aguanté mucho tiempo más y nos fuimos. 

Al llegar me acosté y me siguió Lauren, abrazándome. Me susurraba cosas al oído, como lo mucho que me amaba y lo feliz que estaba de tenerme en su vida.

Me hizo feliz, sí, pero aún seguía triste.

-¿Me dirás que pasó?

-No fue nada, Lo-sonreí, aunque sabía que no iba a enterarse de ello.

-Camz-tomó ambas manos y fijó sus ojos en mí-ya pasó una semana y no me dijiste una palabra, ni si quiera hoy con tus amigas. Realmente estoy preocupada.
-Lo sé-suspiré.

-¿Entonces, que sucede?

-Mis padres se llevarán a Sofía fuera del país-mi voz se quebró.

Podría jurar por un instante que ella me estaba mirando. Vi sus ojos llenarse de lágrimas y soltar su agarre.

-¿Y que harás?

-No lo sé, no pienso dejarte pero sabes que no quiero volver a estar lejos de mi hermana.

-Piensa bien tu decisión, Camz-con su pulgar secó mis lágrimas.

-Tengo muy en claro que decisión tomaré-besé sus labios y pude sentir nuestras lágrimas mezclarse en el medio del beso. Cuando no lo soporté más, la abracé y lloré en sus brazos-Te amo, Lauren Jauregui.

Lo que sentí después fue mutuo, porque actuamos de la misma forma. Necesitábamos sentirnos.

Lauren empezó a quitarme la ropa, tocándome con delicadeza, besándome con deseo, queriendo grabar en su memoria cada parte de mi cuerpo. Si bien se tardó más que de costumbre, no me importó. Reaccionaba ante sus caricias y atesoré ese momento en mi memoria.

Llegando mi turno, ataqué sus labios. Ya eran una necesidad para mí.

Besé y observé cada milímetro de su anatomía, conservando esa imagen: Lauren entregándose a mí como aquella primera vez.

Las emociones me jugaron en contra y no pude seguir. Ella lo notó y me tomó en sus brazos, calmándome casi instantáneamente.

-Te amo, Camila Cabello-besó mi frente.

No hubo necesidad de más palabras. 

No sólo volvió a demostrarme que me amaba, si no que también le entregué algo más importante: mi corazón.


~Aunque no me puedas ver. [Camren]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora