~Aunque no me puedas ver. [Camren]

-Capítulo 42.

Aclaración: A partir de aquí, los capítulos no son continuos en sentido temporal.

CAMILA POV.

Había llegado tan cansada que al entrar a mi casa dejé el bolso y fui directo a la cama. Pero por más cansancio que tenía no lograba dormirme, así que me resigné a sólo descansar. 

Al poco tiempo siento un cálido beso en mis labios. Le dedico mi sonrisa.

Ella se acuesta a mi lado y queda enfrente mío, acaricia mis mejillas y se dedica a mirarme, algo que hace desde que recuperó su vista.

Acomodó un mechón de cabello que me estaba molestando y volvió a besarme. 

-Te amo Camz.

-Te amo Lern-besó mi frente y acarició aquellos 32 puntos en mi muñeca que decían su nombre.

-¿Que tal tu día?-Hablaba muy suave.

-Muy bien, sólo que caminar por todos lados me cansó más de lo que creía.

-Vas a tener que dejarlo muy pronto, lo sabes.

-Lo sé, pero valdrá la pena-tomé su mano-Lauren...

-¿Sí, princesa?

-¿No tienes miedo? 

-No tengo miedo cuando se trata de ti, amor-sonrió y siguió acariciando mi mejilla con cuidado-todo saldrá bien, ¿O no pequeñita?

Lauren acarició mi vientre y sentí una patadita.

-Creo que te respondió-reí.

Estaba embarazada de 6 meses y medio. Luego de mudarme con Lauren hace algunos años, decidimos que era hora de agrandar nuestra familia. No quisimos esperar mucho más y comenzamos el tratamiento. Aunque fue difícil al comienzo, luego de 3 intentos lo logramos y gracias a los avances de la ciencia, pudimos hacer que sea biológicamente de ambas.

Aún tenía esa fascinación por verme, era como una niña que exploraba el mundo. Y durante todo este tiempo no hubo un momento donde ella no estuviese presente, observándolo todo.

Y yo, simplemente, me sentía feliz. 

LAUREN POV.

Pasaba la mayor parte del tiempo hablándole a mi hija...¡Qué hermoso sonaba eso! Y cada vez que se movía sentía como si ella me respondía. Me emocionaba tanto la idea de ser madre y más al lado de Camila.

En ocasiones, veía cómo nos miraba. Tan comprensiva y enamorada, como era ella. Cuando sus ojos se chocaban con los míos sentí lo mismo que la primera vez que la ví. Su amor me transformó la vida.

Se quedó dormida al poco tiempo, justo para cuando mis amigos venían.

-Jauregui-me abrazó Louis.

-Tommo-sonreí-¿Y Harry?

-Está trayendo el regalo a nuestra sobrinita.

-No deberían molestarse.

Cuando ambos estaban, entramos. Le habían traído mucha ropa, algunas con la inscripción de "Amo a mis tíos".

-A Camila le encantará-reí-se acaba de quedar dormida.

-Déjala descansar, Lo. Debe estar agotada.

-No quiere dejar de trabajar.

-Ya lo va a dejar, cuando algo la supera simplemente lo deja-me reconfortó Harry-¿Como va el embarazo?

-Todo marcha bien, pero sigo preocupada-mi mirada se perdió en un punto de la casa.

-Va a salir todo bien Lauren.

-¿Y si no?-las lágrimas amenazaban en salir de mis ojos-No quiero que no pueda ver, es algo horrible. Quiero que me mire a los ojos, igual que a Camila. Que conozca a su familia, que pueda ver el cielo, la lluvia, la nieve, que tenga un jardín lleno de flores, que tenga su color favorito...

No pude seguir hablando, sólo sentí los brazos de mis amigos alrededor.

-Lauren, Camila tiene la vista perfecta. Existe esa posibilidad, además no hay antecedentes en tu familia, lo tuyo fue un caso aparte-sólo asentí.

Camila se despertó algunos minutos después y pasamos la tarde los 4 juntos. Se despidieron y prometimos ir a su casa la próxima vez.

Yo seguía pensativa, y eso fue algo que lo notó, también la preocupaba pero lo tomaba distinto a mí. Quizás ya lo tenía asumido al haberlo pasado con Sofía.

Me incliné, quedando a la altura de su vientre, y susurré:

-Te voy a amar, aunque no me puedas ver.

2 semanas más tarde.

Camila leía un libro y a mí se me hacía gracia ver cómo lo apoyaba en su vientre y se le caía cada dos minutos.

-Amor, nuestra hija no una mesa.

-Shh, ya encontraré la forma-volvía a acomodarlo, pero se caía.

-Camz, ¿Te puedo preguntar algo?

-No voy a dejar de intentarlo, Lolo.

-¿Te quieres casar conmigo?

-Te dije que...-me miró por unos segundos-¿Que dijiste?

-Te pregunté si...

-Te escuché-me miró a los ojos-claro que quiero casarme contigo, Lern.

La besé por unos segundos, y por cómo se intensificó, sabía que terminaba en algo más.

Justo a tiempo, sonó el timbre y abrió Camila. Era Dinah, Ally y Harry.

-Por cierto amor, ¡Nos casamos en una semana!

Y entre gritos y quejas, se fueron a elegir el vestido que usaría ese día tan especial.