XLVI. Permitir que fluya

35 10 6
                                    

—Intentaron maldecirlo, pero estará bien—asegura la enfermera. Seonghwa mantiene el mano de Hongjoong entre las suyas—. Todo está salvaje allá afuera.

—Sí. —Es lo único que responde. Bajo, disperso, viéndolo fijamente.

Hongjoong luce tan frágil como es cada vez que lo ha visto en estas camillas. Lo odia. Le da un beso en la mano y recuesta la mejilla ahí. Cierra los ojos, pensando que pronto esto va a terminar. Quedan muy pocos meses. Deben resistir un poco más hasta que eso suceda.

—No pongas esa cara, fue un mal golpe a último minuto. Le gané a seis personas yo solo.

No puede reír por el comentario de Hongjoong, quien sigue con los ojos cerrados y parece más inconsciente que lucido. Seonghwa aprieta los labios.

—Vámonos a casa. No tienes necesidad de estar aquí... hasta que se calme todo al menos. Déjame cuidarte, Hongjoong... déjame cuidarte. —pide Seonghwa en voz anhelante, casi desesperada y haciendo escarcha en su asiento, en el suelo, en la mano de Hongjoong capaz de derretirlo por el calor de su magia.

—Seonghwa, me asombra tu capacidad de no rendirte en querer ser quien mande en todo. Que tonto eres—Hongjoong bromea suave—. Cree en mi: estaré bien.

—Creo en ti, pero no creo en los demás—dice en voz quebrada—. No en todos los que rompen lo que amo e intentan llegar a ti. No quiero perderte. —Seonghwa exhala ansioso y entristecido.

—Confía en lo que te digo. Estaré bien.

—Que necio y suicida eres.

Si bien Hongjoong quisiera quitarle angustias de encima a su pareja, que deba estar fingiendo ser el hombre más fuerte del país no va a solucionarlo. Tiene cuidado por Seonghwa, por no preocuparlo y ha hecho lo mejor que ha podido. A veces tiene la impresión de que Seonghwa es quien siente más entre los dos. Es abrumador en el mejor sentido.

┈ ⋞ ⋟ ┈

—Los que estaban en asociación con ellos han retirado su apoyo. Es una buena noticia.

La Sra. Choi pone una mano en el hombro de San. Apenas se enteró, vino a hablar con él. Ellos no se llevan muy bien, San se ha distanciado enormemente de la familia. Sin embargo, así como permanece su apellido, también el apoyo entre ellos. Es más táctico que familiar. Aún con ello, no cambia la realidad: es familia y es uno de los pequeños. Aunque a ella no le agrade Wooyoung, pues consideró que su hijo debía estar con algo mejor... No tiene la expectativa de que lo lastimen.

No es ese tipo de persona.

Menos con lo obviamente feliz que hace a su hijo.

— ¿Él está bien?

—Aun no puede hablar y no puede hacer nada solo.

— ¿Tienes a un enfermero con el cierto? —San asiente—. Lamento mucho que esto haya pasado.

San se recuesta de ella, tan solo recibiendo los suaves mimos de su progenitora.

┈ ⋞ ⋟ ┈

—Aunque no quieren dar su apoyo a Abraxas, lo harán porque no están de acuerdo conmigo—Seonghwa trata de mantener la paciencia. San sirve un poco de té, destruyéndose las papilas por lo caliente que está—. Tengo miedo de que intenten ir por Hongjoong de nuevo.

—La visión que tenemos es con el Basilisco suelto—San pasa el brazo por encima del espaldar de la silla—. Algo debe enojarte lo suficiente para soltarlo.

Happy EndingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora