Happy Ending

X. Salvando a la serpiente

Acaba de ponerse los zarcillos de oro y se mira en el espejo dando un suspiro. Le gusta su túnica de gala, no así la razón por la que debe usarla hoy. A pesar de que la festividad del mes ya consumirá mucho dinero, es natural que su familia haga muchas fiestas a lo largo de estas semanas.

Por no mencionar que también se celebra el seolal (año nuevo lunar coreano) y chuseok (día de acción de gracias). Tienen el doble de festividades. Seonghwa se pregunta seriamente de dónde sacan tanto dinero para mantener una vida tan cara. Asistir a bailes de otra personas es factible, pero ¿Hacerla ellos mismos? Es extraño.

Hoy tiene la certeza de que es una fiesta con más de un objetivo. Está convencido de que por una sola razón no trajeron a Hongjoong: quieren que tenga una cercamiento con la familia Black y así amenizar el compromiso que pretenden que suceda.

Ellos no saben que le regaló el guardapelo a Hongjoong (creen que simplemente está encaprichado con él), tampoco que le avisó de esta fiesta y que va a venir, inconsciente a que su familia no lo quiere aquí. Seonghwa quiere empezar a cargar las riendas de que vida sea como es.

Además de coquetearle a Hongjoong. Está seguro de que amará esta túnica de fiesta que tiene puesta hoy. Es similar a un hanfu. Negro, azul y blanco. El cabello peinado hacia atrás con algunas perlas blancas, las prendas de oro. Se siente muy orgulloso de su aspecto y dado que es una falda, está seguro de que podrá tontear con Hongjoong más tarde.

Cuando sea que llegue.

Baja de su habitación, teniendo a una de sus serpientes encima de los hombros. La que mejor combina con su ropa. Es casi un requisito en cualquier evento al que van o realizan: exponer que es el heredero de Slytherin a través de su control sobre las serpientes.

— ¡Hwa!

Frunce las cejas y bufa por lo bajo, no queriendo mirar hacia la derecha y fingir demencia. El abrazo se lo impide y aunque la serpiente se crispa, no reacciona de forma agresiva. Para sorpresa de Seonghwa.

—Tenía muchos años sin verte... estas muy alto. Que lindo te ves.

—Gracias, primo. —murmura de mala gana.

—Oye ¿Qué tienes? ¿No me reconoces? ¿Por qué no me miras?

Seonghwa sigue refunfuñando y lo aparta de un empujón. Usando un hanbok femenino de falda rosada y camisa blanca, está su primo mayor: Park Ji-Min. Él es una parte de que familia que se fue de regreso a Corea hace muchos años, razón por la que tiene tiempo sin verlo.

No se trata de que lo odie, tan solo se agobia mucho. lo recuerda llorón e insoportable incluso cuando Jimin es casi nueve años mayor que su persona. Jimin se ríe, poniendo la manos tras su espalda y ladeando la cabeza, teniendo un peinado elaborado y lleno de adornos de oro.

—Sigues igual de amargado—dice burlista con voz suave y aguda. Seonghwa desvía la mirada—. Me comentaron que tienes novio y quería saber al respecto—admite juntando la manos, curioso e interesado—. ¿Es coreano? Dime que es coreano. Con todo ardiendo por aquí, solo te conseguirías una vida miserable casándote con un británico.

— ¿Cómo puedes saberlo? Ustedes huyeron de aquí. Huiste de tu tierra natal.

—Yo no quería—Encoge de hombros—. Quiso mi papá y mi mamá... Que están por allá—señala con el dedo. Seonghwa los ubica y ellos, también le huyen la mirada—. Y ahora me odian—Suelta aire, sonriendo incómodo y forzado—. Porque me casé con alguien que ellos no querían.

— ¿Te casaste? ¿Estas casado?

—Sí—Da un pequeño chillido emocionado—. Es quien está allá, viendo nerviosamente en mí dirección, demasiado apenado para acercarse—Seonghwa se asoma, encontrando a un hombre alto, túnica masculina y cabello largo de color negro. Tiene ojos redondos y nariz pronunciada de perfil—. Se llama Jungkook. Es artista. Si quieres algún cuadro, puedes encargárselo. —notifica.