XXXIX. Logros y reuniones

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—Cuando el año sea par y la luna se bañe en sangre, será la serpiente quien tenga sus colmillos manchados y no su cuello, pues el perro yacerá muerto en el suelo—Lee Seonghwa en voz moderada—. Una guerra perdida, anunciada hace mucho como tal. Que la avaricia y la soberbia no puedan más que la cautela y el sentido de preservación: no habrá tal vencedor, solo la muerte como ganador.

— ¿Eso que quiere decir?

—Si nos ajustamos a las cuentas de Namjoon, quiere decir que en el 2024 Seonghwa será Ministro del mundo mágico y a los Black no les conviene. Si intentan pelear, mueren—resume San cruzado de brazos. Hongjoong frunce los labios, dudoso al respecto—. Abraxas debe estar desesperado por una forma de cambiar ese destino. En el caso de que sea lo que Hosook le vaticinó.

—Yo creo que sí—murmura Wooyoung—. Ella también escribe en coreano. Quizá vio que eran las mismas letras.

—No creo que llegue tan lejos. —opina Hongjoong.

—Sea como sea—Seonghwa dobla el papel y lo deja descuidadamente a un lado—. Tenemos mucho tiempo para ocuparnos de que Abraxas Black no haga una estupidez—comenta estirándose en su asiento, la serpiente suelta la visión en la mesa, tosiendo ahogada. Wooyoung frunce el entrecejo. Se escucha viniendo de ahí—. Y que ese no sea nuestro destino.

—Mucho, mucho tiempo para eso. —añade Hongjoong en un suspiro. San toma la esfera y frunce el entrecejo, ladeando la cabeza.

¿Por qué Wooyoung lo llama de esa manera?

Quizá no lo descubra jamás.

Lo único cierto, es que dejarían el tiempo pasar.

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—Tercer mejor promedio: Yunho Jeong.

—¡SÍ!

Yunho no resiste saltar y celebrar al anuncio de la profesora. Ella sonríe discreta, dando la notas a los demás que faltan. Yunho le corriendo con su mochila en el hombro. Yeosang esperando en el jardín junto al salón. Le salta encima, así lo derriba si no fuese porque está bien plantado en su sitio.

Le da la buena noticia y como no podía faltar, Yeosang lo abraza de regreso.

—Te lo merecías. Mira que dejar de dormir cuatro semanas. —ríe Yeosang y Yunho pierde la fuerza en todo el cuerpo.

—Valió totalmente el pena. Malditos exámenes infernales- ¡pero ya terminaron! —exclama levantándose animado. Yeosang asiente de acuerdo—. YA PUEDO TENER MI TITULO, MI TRABAJO Y DEMOSTRARLE A TODOS QUE NO SOY UN INÚTIL.

—Nunca has sido un inútil. Solo necesitabas mucho esfuerzo... él ayudó dando porras.

Yunho se encoge de hombros, riendo. Mingi sacudiendo los brazos desde la distancia. Esta semana será el acto de grado. No se habían anunciado las notas, la institución mandó a llamar a los familiares de los estudiante para que asistan a la graduación. Es un evento muy formal y lleno de celebración.

No muy lejos de Mingi, está Jongho, acercándose a prisa en lugar de esperar que su pareja se mueva hacia él. Yeosang no aguarda a que Jongho llegue, corriendo y saltándole encima. Su novio es capaz de atraparlo y darle un par de vueltas—. ¡Felicidades! ¡Quinto mejor promedio! —celebra Jongho y Yeosang sonríe animado.

Sin Wooyoung para darles las respuestas, fue un proceso de estudio bastante difícil. No obstante, pudieron superarlo perfectamente. Quizá no con una maestría envidiable, pero sí muy buena y con eso, se sienten orgullosos de sí mismos. Mingi le da un beso a Yunho apenas se encuentran. Mucho más tranquilo e íntimo que Yeosang y Jongho.

Happy EndingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora