XXXIII. Unión esperada

37 11 9
                                    

—Llegamos a la hora que querías. Calma.

Seonghwa baja del carruaje y se arregla el cabello una mano a medida que camina. Hongjoong despide al conductor y se apura tras su novio. La persona que espera en la puerta toma la invitación y les permite pasar. Seonghwa se sujeta al brazo de Hongjoong y prácticamente lo arrastra con él.

El lugar no solo es amplio y lleno de decoraciones con motivos florales y de temática del bosque, también hay lámparas que levitan delicadamente a dos metros del suelo. Similar a las velas que alumbran el gran comedor de Hogwarts. Seonghwa se encoge de hombros con una sonrisa. Todo luce tan hermoso y el ambiente se siente ¡Bien! ¡En paz! Cómo si nada perturba la magia alrededor.

— ¡Seonghwa!

Ambos avanzan a dónde están los demás: junto a una mesa de comida y en espera que los dejen tomar algo. San había advertido que hasta no llegar todos los confirmados, no iniciaría. No son muchas personas. Ni siquiera la familia de San está invitada. Es un suceso discreto y sencillo. Casi una fiesta para ellos ocho. Yeosang es quien lo saluda con mejor ánimo.

Los demás claramente tienen la tentación encima de querer comer.

— ¿Vas a una pasarela? —bromea Jongho, Seonghwa de una risita, jugando con la estola blanca.

—Ahora no tengo que usar un aburrido y feo uniforme por cinco días de la semana. Puedo usar lo que me plazca y mientras más bonito, mejor. —Seonghwa nunca había lucido así de rezagante. Se nota que finalmente está en su mejor momento en términos de ropa y lo que quiere usar.

—Además, es una boda de ricachones. Hay que usar lo mejor en el closet. —opina Yunho para no sentirse mal del dineral que gastó su mamá en una túnica de gala.

Le dio mucha vergüenza aceptarla.

—Lo único que espero de hoy, es que Wooyoung no tenga una visión.

—Yo tan- ¿Por qué ellos están aquí? —Seonghwa gira la cabeza y frunce las cejas.

Namjoon llega junto a seis persona más ¿Son los que faltaban? Las luces se alinean y marcan discretamente un camino. No tienen tiempo de preguntar mucho más, teniendo que ir a sus asientos. Les da tiempo de notar que la familia de San no está por ninguna parte; la prima de Wooyoung viene con ese grupo del nobles, también está el primo de Seonghwa. Wooyoung y San hacen acto de presencia, con Wooyoung agarrado al brazo de San, murmurándole algo al mismo tiempo que se ríe.

—Sí usó las flores de las que te hablé. —susurra Mingi, emocionado.

Llegan hasta el frente y suben el pequeño escalón del altar. Un mago del ministerio, anciano y de buen vestir, ahí con ellos. Seonghwa da un breve vistazo alrededor. Son treinta persona. No conoce a la mayoría de ellos. Aunque le gusta que sea de esa manera.

Piensa que cuando se case con Hongjoong, será de esta misma manera. Aunque en un ambiente de playa. Prefiere eso a algo boscoso. O tal vez un salón bonito. Tan ensimismado está que no se da cuenta de que la ceremonia avanzó y ahora mismo, lo que sucede es que hay dos halos de luz uniendo las manos de Wooyoung y San, sujetadas con fuerza casi dolorosa.

—La unión mágica es compleja, es una que no permite que magia engañosas ni peligrosas se unan—anuncia el anciano y Wooyoung asiente suave, aun sonriendo y viendo como la magia fluye, como si se examina a sí misma—. Si la unión entre los dos no es real, el lazo no se formará; si su deseo de permanecer juntos pro siempre es cierto, el lazo se cerrará y nunca más podrá quebrarse. A tal punto de que ustedes caerán si se atreven a intentar separarse.

—No tengo aspiraciones de estar con nadie más. —dice San sonriendo, nervioso, feliz, ansioso, siente que podía vomitar de la emoción ¿Eso es normal? Tal vez sí.

Happy EndingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora