Happy Ending

II. Fuera del epicentro

En diferencia a como inició, el final del año es sumamente deprimente. Yeosang puede decir con suprema certeza que Wooyoung no sonrió en los días que restaron. Ni siquiera recuerda escucharlo hablar. Eso es demasiado. Una evidencia suprema de lo mal que se siente.

Por otro lado, su novio también está preocupado. Tiene en mente que asesinó a tres personas. No fueron escombros, no que una explosión mágica: fue él con su propias manos. Personas que se llevaron a la tumba que Yeosang es una persona trans. Afortunadamente, sigue sin ser algo que todos los demás en el colegio sepan. Yeosang tiene la esperanza de guardarlo para sí mismo los dos años que restan.

Al mismo tiempo, quisiera que Jongho no se guarde esta angustia. Que al menos se lo explique para poder estar juntos en esto. Lo han estado en todo. Incluso en este problema de vida o muerte ¿Cuál sería la diferencia? Ninguna, en su opinión. Aunque podría ser su despiste al habla.

—Woo ha adelgazado mucho—murmura Yeosang, sin notar que Jongho no ha mirado a Wooyoung en todo este tiempo. Es el mismo plazo que ha transcurrido desde que Wooyoung no dice apenas palabra—. Deberíamos intentar animarlo—opina girando hacia Jongho—. Quizá comprarle algún dulce-

—No creo que... sea muy funcional—opina Mingi en voz baja, ayudando a Jongho por ser consciente del problema aquí—. Después de todo, está muy preocupado, no ha dicho su última visión por miedo a que no le creamos. Necesita más que un chocolate. Eso solo servirá para que finja que todo está bien.

—pero entonces ¿Qué hacemos? —pregunta Yeosang preocupado. No le gusta ver a Wooyoung triste. No con lo mucho que él se ha esmerado en hacerlo feliz. En que su futuro fuese menos tétrico.

—Estar más con él. No podemos dejar que esté solo ahora.

—Él quiso estar solo. Casi nos matan a todos. Que aguante lo que buscó. Por su culpa San está muerto.

Yeosang mira a Jongho con sorpresa ¿Eso de dónde vino? Jongho se levanta de su asiento y se marcha sin decir nada más al respecto. Mingi se muerde los labios, bajando la mirada.

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—Quien está lesionado es Yunho, no yo, no tienes que preocuparte tanto, Seonghwa. —pide Hongjoong, algo avergonzado de que Seonghwa no lo deje solo de ninguna forma.

Lo acompaña desde que sale de su sala común hasta que regresa. Nunca habían estado tan unidos como ahora. Es casi enfermizo y preocupante. El Slytherin le mira con recelo, negando con la cabeza.

—Wooyoung dijo que debíamos estar juntos y solo por eso sobrevivimos. No voy a dejarte solo. —enfatiza Seonghwa y Hongjoong exhala.

Aunque no lo diga en voz alta, Seonghwa sabe que Hongjoong está asustado. Las situación fue demasiado similar a la que vivió con sus abuelos. Los ruidos fuertes, por más normales que sean, lo sobresaltan y no le gusta su angustia. No le luce bien.

Lo quiere siendo el orgulloso y testarudo estudiante de Ravenclaw. Su pequeño y tierno novio competitivo.

No quien voltea constantemente a las esquinas en busca de algo que no existe, temiendo ser asesinado por la espalda.

Lo abraza y recuesta la mejilla en la cabeza de Hongjoong, el estudiante suspira y palmea la espalda de Seonghwa, balbuceando un agradecimiento parco. Podrán decir muchas cosas de Seonghwa, pero no que es un mal novio. Sabe leer muy bien la problemática y su preocupación es adorable.

Lo hace sentir seguro y tranquilo de forma que no sería posible sin él.

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