Happy Ending

IV. Diferentes luces

——Huimos de Corea ¿Ahora creen que es buena idea volver? Quien los entiende. —quejumbra Seonghwa cerrando la puerta.

Debe darles un punto a favor y es que francamente, estarán más a salvo allá. Sobre todo si se quedan en Corea del sur. Con tantas personas huyendo de allá, es posible abrirse un espacio. Son una familia fuerte e importante. Al mismo tiempo, es solo una parte de su familia la que quiere mudarse de regreso a su tierra.

Su madre y su padre están necios al respecto. Quieren quedarse en Inglaterra. Para ellos, es su país natal a pesar de ser coreanos. Por no mencionar que han dado demasiado por pertenecer a este lugar como para tirarlo por la borda. Seonghwa les preocupa, claro que sí, al mismo tiempo que barajean el tema: quedan solo dos años más de colegio, donde es mayor la amenaza.

Cuando salga, será protegido todo el tiempo, metido en una pomposa mansión llena de protecciones unido a quien sabe quién- A los Black ¿Era los Black? Está tan desinteresado del matrimonio arreglado que tendrá, que ya no recuerda si hay veredicto o no. Lo único que tiene claro, es que sería tonto huir ahora.

Seonghwa quiere quedarse. Es lo único en lo que está de acuerdo, con el detalle de que es por razone un poco distintas. En primera, sí, es su país. Nació aquí. Es un ciudadano inglés, incluso es su lengua principal aunque sepa muy bien coreano; sus amigos no son algo que piense dejar atrás. No con lo mucho que ha pasado con ellos lo mucho que ha logrado vincularse a ellos.

Pensó que no sería posible tener amistades. Que nadie estaba hecho para él y resulta que el destino le puso a siete personas que lo aman tal como es. Para sorpresa de cualquiera. Incluso ellos mismos.

La última razón es la más importante: no va y no piensa vivir sin Hongjoong a su lado. Wooyoung ya lo dijo, están entrelazados de forma tan íntima y longeva que bien podría ser toda la vida. Seonghwa está dispuesto a que sea toda la vida y cuidar ese tiempo como el tesoro tan precioso que es.

—Deberías tener cuidado—opina la serpiente en la cama, Seonghwa se sienta y desata sus botines de montar—. Que tus pensamientos sean claros, no hace que los de tu familia sean iguales. Por el contrario, lo más probable es que sean todo lo contrario.

—Ya lo sé—afirma Seonghwa dejando las botas se aun lado—, pero no voy a permitir que arruinen mis vacaciones con sus indecisiones, peleas y amarguras. Es mi tiempo... ¿No ha llegado ninguna carta de Hongjoong? —Gira hacia la serpiente que señala con la punta de la cola.

—Está en la mesa. Llegó hace quince minutos.

Seonghwa anda de un par de saltos hasta al mesa, toma el papel escondido bajo los demás -le ordenó a su serpiente hacerlo-, para leerla.

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—Si tu deseas continuar, sabiendo el riesgo, es tu decisión. Ya tienes suficiente edad y suficiente conocimiento del mundo para esta clase de situaciones—opina el Sr. Choi y Hongjoong aprieta los labios. Tuvo curiosidad y le preguntó por qué no te ha preocupado que quiera regresar a Hogwarts—. Además, tienes una especie de espíritu de la guarda en torno a ti. Sobreviviste a ese problema sin casi ningún rasguño.

—Es más un amigo muy asertivo—Corrige, sin dar al información completa. Wooyoung le pidió no hacerlo. Indiferente a cuanto confiara en su familia. Si es de la nobleza o sangre pura, lo mejor es que no tenga ni idea. Yeosang, Yunho, Jongho y Mingi no están en ese círculo social, por lo que sí conocen del tema. Lo justo y necesario—. ¿No te importa que me muera? —pregunta Hongjoong con voz temblorosa, juntando al manos. Luce como un tímido animalillo del desierto.