LI. Los mejores

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— ¡Profesor! ¡Profesor!

Hongjoong da media vuelta, encontrándose una muchedumbre de estudiantes. Unos que están en quinto años, entre ellos Leedo, los otros de segundo años. Muchísimo más pequeños y que no se sueltan de su falda en ningún momento ¿Por qué? No tiene ni idea.

— ¿Cómo es ser novio del primer ministro?

— ¿Viven en una mansión gigante con unicornios en el jardín?

— ¿Pueden tirar a todos en Azkaban si quieren?

— ¿A los de Slytherin que nos rompieron la tarea los pueden tirar a Azkaban?

— ¡WOOO! ¡WOOOW! Calma, nada de retirar a nadie a Azkaban ¿Qué piensan que es Azkaban? —balbucea nervioso. Que el tema se desvió terriblemente—. Veamos... Eh—Contabiliza—. Leedo, Seoho, Keonhee, Hwanjoong... ¿Ustedes no deberían estar haciendo tarea para pociones? —se ven entre ellos, con Seoho sorbiendo aire—. Y ustedes: Minjae, Junmin, Sumin, Jinsik, Hyunwoo, Junghoon- ¡Todos ustedes! —Son muchos, va a tardar más diciéndolos que dando la indicación—. Ustedes me deben tarea. Así que en lugar de fantasear con osas extrañas... ¿Dónde están los sesenta centímetros de pergamino que les pedí?

Y de repente ya no tiene a ningún estudiante delante suyo. Todos huyendo despavoridos por saberse descubiertos en su procrastinación. Hongjoong no evita la risa y da media vuelta, andando por el pasillo. Ve la hora en su muñeca. Ya va siendo momento de regresar a casa.

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—-Quería volver a casa y solo encuentro una segunda oficina.

—Me quiero morir.

—Ay Seonghwa.

Hongjoong lo toma de los hombros, haciéndolo levantar de estar con la cara metida en pergaminos, muy literalmente metida. Tiene tinta en la cara y parece que lo arrolló un camión de lo mucho que supuestamente sufre. Lo sacude de los hombros y Seonghwa da un quejido largo.

—Esto es insoportable hay demasiadas cosas que hacer y ya no quiero hace ninguna porque soy el único TRABAJANDO EN ESTA PORQUERÍA.

Hongjoong rompe a reír, balanceándose hacia atrás por cómico que es para él.

—Es lo que pasa cuando el ministerio era un maldito caos ambulante y decides decir: quítense que yo lo arreglo, inútiles—Seonghwa da un quejido largo, compungiendo la cara. Sí, en efecto, eso fue lo que hizo—. Mira el lado bueno: lo estás haciendo muy bien. muy, muy bien... Ya no hay ataques, no ha habido más casos de violencia extrema, la discriminación ha bajado, también la tasa de gente expulsada del país... Lo estás haciendo muy bien.

—Y me estoy muriendo de agotamiento en el proceso.

Apena van tres meses y ya quiere derretirse. Su único alivio, es que como se prometió, tiene apoyo de Corea, también de Francia, Italia y hasta Alemania por algún motivo. No va a quejarse.

—Tenemos una fiesta la semana próxima—informa y Hongjoong levanta al ceja—. Es una reunión con los mandatarios del mundo mágico europeo y asiático en vista del desastre que ha habido. Es una especie de forma de dar paz y felicitarme por lo que logré.

—Aj... pero... ¿Por qué "tenemos"? —Hongjoong hace comilla con los dedos. Seonghwa encoge de hombros.

—Porque es una reunión conmigo y es social. Por eso debes estar tu.

—pero yo no tengo nada que ver ahí.

—Claro que sí, eres mi novio y mi futuro esposo. Así que debes estar ahí.

Happy EndingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora