Happy Ending

XLIII. Un temor cumplido

Wooyoung respira profundo, en el suelo de piedra. Tirita y no alcanza a moverse, escuchando voces alrededor—. Es uno de los amigos cercanos de Seonghwa, podría iniciar un verdadero problema, un gran drama y para peor, anular tu candidatura.

—No pasará nada. Por no mencionar que debemos debilitarlo de alguna forma. Lo importante es no dejar pistas que nos incriminen... Uh, ya despertó.

Wooyoung queja en voz baja, adolorido por haber estado aquí acostado. Lo fuerzan a sentarse y encuentra el rostro de Abraxas delante suyo, atrás de él, un hombre de cabello largo y rubio: Malfoy, otro que luce más mayor y algunos que no son tan llamativos o que pueda reconocer.

—Lamento que haya tenido que ser así, pero voluntariamente no habrías querido venir a ayudarnos—dice Abraxas con falsa lastima—. Espero que estando aquí, entiendas que es una situación distinta.

—No puedo tener una visión que ya tuve. Eso no funciona así—informa en voz baja—. Si lo que quieres saber es si ganaste... No, no ganaste. No hacía falta dejarme tirado en la peor cama del mundo, —lloriquea Wooyoung y cualquier pensaría que no se toma la situación en serio.

Cuando la verdad, es que está a punto de llorar de los nervios. Tiene recuerdos vagos de este lugar. De hace muchos años. De su ¿Tercer año? En Hogwarts. No está seguro ¿Qué fue lo que vio? ¿A quiénes? Sus inquietudes se manifiestan en su rostro rojo y ojos aguados, con el maquillaje corrido y casi ridículo. La ropa sucia y rota.

—Oh nono, no me interesa saber quién gana—admite Abraxas con una risa—. Lo que necesito de mucho más fácil... mira en el futuro, cualquier día. Algo que me diga donde estará Yeosang y-

—No te daré información de Yeosang.

El silencio se cierne. Abraxas se frota el entrecejo y sonríe de nuevo.

—Entonces, dime de Seonghwa. Debes elegir.

—No diré ninguno de los dos.

—Tendrá que hacerlo.

— ¿O sí no qué?

— ¿Quieres que San muera? Puede matarlo.

—No—responde con tal firmeza, que queda extraña en alguien tan pequeño y que fue secuestrado—. Él no va a morir. Lo he visto. No puedes amenazarme con algo que el destino no quiere y sin mí intervención, no sucederá. —Escupe a toda velocidad y solo causa otro silencio.

...

...

...

—Crucio.

Wooyoung grita, cayendo de lado en el suelo y retorciéndose. Sin saber qué siente exactamente más allá de que todo en su ser explota, arde, se separar y une de golpe. Chillando más y más fuerte a medida que los hombres en la sala se unen en lanzar su propio hechizo. Acaba en vomitar, sufriendo espasmos en les suelo.

—Haz lo que te ordené y podrás volver a casa. —Promete Abraxas. Wooyoung apenas es capaz de verlo, vibrando.

—No. —Es lo único que dice, con suficiente voz. Abraxas blanquea los ojos y lo apunta con la varita de nuevo.

—Los niños me sacan de quicio.

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— ¿Seonghwa? Ah, él es amigo mío. Claro que voy a votar por él.

Yunho no quisiera hablar de política en su consultorio, pero no le dan mucha opción, insistiendo en el tema. Sus pacientes quieren saber su opinión, después de todo, lo respetan mucho. Quieren estar en la misma sintonía con alguien que los ayuda.