XLVII. Llegada del momento

39 11 11
                                    

Hongjoong sabe que Seonghwa hizo algo para que se detuvieran las molestias personales. Que nadie del bando de Abraxas pudiera hacerles algo nuevo. Le gustaría que Seonghwa confiara en darle esa información. Sin embargo, e imposible. Su novio se rehúsa desde la primer minuto y ha sido así por meses.

Los que ha tardado en iniciarse la recta final de las elecciones. Ha habido debates, apariciones públicas, investigaciones. Cuánto no ha hecho Seonghwa de cara al público, ganándose la aceptación del público común, mientras Abraxas se queda con el extremo opuesto: los extremistas, pero con votos de mayor valor.

Es una nivelada pelea en ese aspecto. Seonghwa con los números, pero Abraxas con la fuerza.

A pesar de que esos ataques directos desaparecieron, no quita que hay una ola masiva de odio y confrontación entre extranjeros e ingleses que se creen con el derecho de echarlos a un lado, tratándolos como basura en cada oportunidad posible. Jongho tiene trabajo hasta el cuello, tal como Yunho que hace voluntariado junto a Yeosang y Mingi en los tiempos libres que alcanzan a tener.

Londres mágico y Londres en sí parecen haberse vuelto más grises. Incluso los muggles sufren esta discriminación tan violenta y parece cuestión de tiempo para que algo explote. Algo verdaderamente serio y enorme sin capacidad de ser detenido.

Hongjoong, para no agobiar más a su novio, se ha dedicado a tomar el rol del ignorante a todas las desgracias que sucede. Hablarle de cosas buenas, alguna tontería, mostrarle las diferentes creaciones en plata que ha podido hacer, así como escondiendo sus pequeños proyectos secretos.

Seonghwa lo aprecia enormemente. En su casa, con su pareja y cuando sus amigos se reúnen, son sus únicos momentos felices estos días. Aunque no es tan común lo segundo. todos están demasiado ocupados. Incluso Wooyoung que, finalmente, ha podido volver a hablar. Tiene tics nerviosos cada tanto tiempo y a veces se le caen las cosas de las manos.

Según Yeosang, es el mejor resultado que han podido tener.

— ¿Qué vas a hacer mañana? —pregunta Hongjoong, revisando asignaciones de sus alumnos. Sus sábados por la noche son dedicados en su totalidad en corregir evaluaciones.

—Descansar porque el viernes tengo que ir al refugio—Seonghwa bosteza y apoya la mejilla en su mano. Tiene mucho sueño. Tuvo que ir a distintas reuniones hoy. Convencer a otros nobles de que confíen en él y en lo que piensa hacer. Afortunadamente, no tuvo que amenazar a nadie—. Verificar que todo va bien por allá. Sé que lo está, pero me gusta ir de vez en cuando. Asegurarme de que no me mientan o algo así.

—San consiguió a todos los que trabajan ahí, tenle confianza. —ríe Hongjoong y se quita las gafas—. Todo está bien. no tienes que preocuparte. Aún quedan... tres semana para las elecciones—Seonghwa chasquea la lengua con molestia—. Namjoon prometió venir para cuando eso suceda. Será un seguro extra. No se van a atrever a pelear con él.

—Te sorprendería lo estúpido que es Abraxas.

—Es estúpido, pero no tan suicida. —aclara Hongjoong y Seonghwa balancea la cabeza. Va a darle el punto en eso.

—Joong.

— ¿Umm? —Ladea la cabeza, levantando una ceja y manteniendo un gesto ligeramente coqueto.

—Te amo.

—Yo también te amo Hwa—ríe—. Ahora—Levanta de la mesa—. Mejor ve a dormir. Estoy seguro de que vas a estar todo el día fuera y si te agotas antes de tiempo, no vas a aguantar nada. Sobre todo con tanta interacción. —bromea Hongjoong y Seonghwa refunfuña, dejándose mover por su novio.

—Cuando sea ministro, cásate conmigo.

Hongjoong se detiene y frunce el entrecejo. Seonghwa echa la cabeza atrás para para verlo.

Happy EndingDonde viven las historias. Descúbrelo ahora