Conociéndote Más [ShikaIno]

~15: Charlatanería ~

La falda blanca de tela de mezclilla corta hasta un poco por encima de la mitad de sus muslos, se ceñía a sus caderas, marcando sus curvas a su totalidad. La camiseta de mangas largas de color azul marino, también dejaba mucho que apreciar en la parte frontal del cuerpo femenino, descubriendo un gran y pronunciado escote. Había elegido unas sandalias que no fueran demasiado altas debido al recorrido que debía hacer de su casa al club, quienes blancas a su juego con su falda.

Observaba su imagen en el espejo completamente satisfecha. Su largo cabello dorado se hayaba recogido en una coleta alta, con aquel flequillo cayendo sobre la mitad de su rostro con total libertad. El maquillaje era evidente, aunque sin parecer exagerado.

A su entender, había conseguido una perfecta imagen de sí misma y se hayaba orgullosa de ello. Su teléfono móvil vibró sobre su cómoda, e Ino lo agarró, contestando la llamada mientras se emparejaba el carmín de sus labios.

—No me digas que piensan comenzar sin mí —Habló Ino, incluso antes de saludar, esbozando una sonrisa en sus labios al mismo tiempo que uno de sus dedos repasaba la comisura de estos.

—Cerda ¿Por qué demonios te tardas tanto? —Escuchó la voz quejuda de su mejor amiga del otro lado de la línea. Podía imaginarla justo ahora frunciendo su enorme frente —. Si tardas un poco más no podremos ayudar a Hinata a escapar. Incluso Neji va a colaborar.

—¿Neji? —Ino se vio sorprendida por eso. Neji era el principal que se quejaba de que su prima se juntase tanto con las chicas de su grupo. Era extremadamente raro que él accediera a encubrirla al hacer algo malo, lo cuál era escaparse de casa escondida del cascarrabias de su padre — ¿Que bicho le pico?

—Tenten —Rió Sakura, provocando una pequeña risa también en la rubia —. Ya te digo yo que esos dos se traen algo.

—¡Pero claro que sí! —Apoyó Ino, irguiéndose al terminar su trabajo y dándose una última mirada aprobatoria en el espejo, antes de agarrar su cartera y colgarla sobre su hombro —. Nadie en este mundo, nisiquiera Hinata, a conseguido que Neji colabore en una travesura. Es un completo milagro. Sin duda se traen algo.

La conversación continuó dentro de la llamada telefónica cuando Ino salió de su hogar, siendo recibida en la puerta por Kabuto, Karui y Kiba, quien porsupuesto, si Hinata iba, el iba también. Con una sonrisa los saludó, colgó el teléfono, lista para encaminarse hacia un club nocturno que Sakura había encontrado del otro lado de la ciudad, junto a sus amigos.

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Las luces eran tenues, dando un ambiente al Club bastante misterioso y llanamente acogedor. Estaba a rebosar de personas, bailando con la movida música en medio de la pista de baile, algunos en pareja, moviéndose unos contra otros. Otros se hayaban sentados cerca de la barra, bebiendo algo o comiendo. Y otro por ciento sentados en los alargados y cómodos sofás color rojo terciopelo, que tenían una forma redondeada cubriendo una sola zona, con una pequeña mesa cuadrada del mismo color haciendo centro.

A una de esas decidieron dirigirse Ino, Sakura, Hinata, Tenten y sus acompañantes. Esto porque los sofás, a parte de ser más cómodos, se alejaban más de la gente y el bullicio que había en la barra, que estaba bastante próxima a la pista de baile.

—Tsk... —Tenten hizo una mueca, mirando a su alrededor —. Aquí hay más gente que en la Disco.

—Ahora conformate. Tu eras la que no quería volver a ir allí —La reprochó Sakura, sentándose en el sofá elegido, y cruzando las piernas.

Tenten rodó los ojos, y junto a Ino y Hinata, tomaron asiento rodeando a Sakura.

Sakura se hayaba vestida también con una falda, a diferencia que la de ella era de una tela suelta, que caía en ondas sobre sus muslos, hasta la mitad de estos. Era de color negra, con detalles dorados a los bordes. Vestía también una blusa de cuello alto de color blanco, una cadena con el símbolo de una estrella dorada colgando de su cuello, y unos zapatos de sandalia con un pequeño tacón incorporado, del mismo color que la falda. Su corto cabello rosa se encontraba suelto, como la mayoría de las veces, y un pequeño prendedor blanco sujetaba algunos mechones laterales.