Solo terminé uno hoy, pero para que vean que soy buena persona, les voy a regalar dos actualizaciones más un anuncio especial :3
Martes, 7:43 a. m.
Esa mañana no se encontraba como todas las demás. Normalmente, su semblante al llegar a la escuela se convertía en uno que irradiaba felicidad por donde fuera, muy alegre, contagiando a otros tan solo con sus sonrisas optimistas, llenas de felicidad, para todos, sin excepción de ninguno. Pero esa mañana, su cabeza parecía querer explotar, sus manos se hayaban apretadas a tal magnitud, que el puño formado comenzaba a tornarse blanco. Una enorme rabia lo consumía, todo a causa de una única persona: Sasuke Uchiha.
Naruto y Sasuke nunca se habían llevado bien, jamás, desde que Naruto había ingresado a la Academia, a sus florecientes siete años. Todo por que siempre había sido un creído, siempre haciéndose de rogar, siempre presumiendo dotes que no tenía, pero que sabía fingir bastante bien. Un total presumido, sobresaliendo y queriendo aplastar a los demás en su sombra. Ese era Sasuke, y Naruto, desde niños, lo había despreciado por todo eso. Muchas veces habían peleado, pues Sasuke, no desaprovechaba una sola oportunidad para molestarlo, llamarlo inútil, o meterse con su condición de huérfano. A Naruto la verdad eso último le importaba un rábano. Él no era de los que le gustara dar lástima. Sin embargo, que todo el tiempo lo menospreciara no le hacía ninguna gracia, él no se sentía un inútil, por lo tanto no lo era.
Aún así, todos esos actos no era más que una rivalidad infantil, algo nacido entre dos niños muy diferentes. Lo que había incrementado su odio hacia el Uchiha, tenía mucho que ver con Sakura, su mejor y primera amiga, a quien había conocido a sus cinco años, gracias a que su madre, Mebuki, era cuidadora en el orfanato donde él se hayaba, y Sakura solía ir con ella de visita.
Sakura y Sasuke tenían una historia. Una que a Naruto no le gustaba en lo absoluto recordar, pues hacia que todo su rencor interior saliera a la luz. Sasuke la había lastimado, peor que un daño físico, de forma emocional. Tanto Sakura como Naruto sabían que la pelirosa también era culpable de sus actos, pues no había actuado con prudencia en su momento, y eso había hecho que terminaran así las cosas. Sin embargo, Sasuke no se quedaba muy atrás, pues aprovecharse de la inocente mente de una niña enamorada, no era un juego muy limpio que digamos.
Ayer, ver a Sakura una vez más en aquel estado, rememorando las fisuras que aún quedaban en su corazón, lo había puesto de muy malas, y en ese momento, lo único que quería era ver la cara de Sasuke, y cruzarsela de un puñetazo.
—Maldito... —Murmuró entre dientes, acelerando su ya de por sí rápido caminar. Una característica muy común del Uzumaki, cuando estaba enojado, había que ser un gran atleta para conseguir seguirle el paso.
Ese día no esperaba hablar con nadie, nisiquiera con sus amigos, pues se conocía muy bien a sí mismo, y no quería desquitar su frustración con las personas que quería. No merecían eso. De hecho, nisiquiera pensaba entrar a la escuela. La única razón de que se hubiera encaminado hoy a allí, era para caminar y despejar un poco, solo un poco, su muy atormentada mente. Pensaba ¿cuando terminaría todo eso? Quizás, y si tenía suerte, cuando se graduaran de la preparatoria no tendrían, ni él, ni Sakura, que verle la cara a ese ser nunca más.
Sus planes, de no cruzar palabra con nadie, se vieron interrumpidos cuando estuvo apunto de seguir de largo la reja que separaba la calle de su escuela, pensaba seguir caminando y no entrar, sin embargo, escuchó su nombre ser pronunciado por alguien que nisiquiera imaginaba encontrarse esa mañana.
—¡Naruto! ¡Espera!
El rubio detuvo su paso, sin quitar su molesto semblante, y dirigió su marina mirada en la dirección de donde provenía el llamado, encontrándola casi corriendo hacia él, respirando co dificultad, probablemente por los pasos acelerados que llevaba.
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Conociéndote Más [ShikaIno]
Fanfiction~♡~♡~♡~♡~♡~♡~♡~ La superficialidad era la característica humana que él más detestaba. A ella se sumaban la vanidad, altanería y envidia. Shikamaru evitaba a toda costa el contacto con personas que poseerán estas cuatro nefastas características y le...