~32: Algo extraño~

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Cuando estaba por darse media vuelta e irse hacia la portería enrejada, la vio salir despacio, pausadamente, del interior de la escuela. Inmediatamente se detuvo al verla.

Había algo extraño con ella...

Shikamaru la observó. Sus pasos no eran estables, podía notar el tambaleo casi imperceptible del cuerpo femenino, por mucho que ella se esforzara en ocultarlo. Sin mencionar que su rostro tampoco se veía nada bien. Su piel estaba demasiado lechosa.

Todo eso preocupó, de algún modo, a Shikamaru. ¿Que le ocurría a Ino?

Cuando ella estuvo lo suficientemente cerca, Shikamaru avanzó a su encuentro, recibiendo la sorpresiva mirada de la rubia muchacha.

—¿Shikamaru? —Inquirió Ino —. No esperaba verte aquí. Pensaba que estarías en la biblioteca —Dijo, poniendo lo obvio en sus palabras. 

Shikamaru se quedó observándola, sin decir palabra durante unos cuantos segundos. Ojeando el estado físico en decadencia en el que Ino se encontraba. A parte de lo que ya había visto, podía apreciar un moratón en su antebrazo derecho, expandiéndose en una forma verdosa sobre la pálida piel de ella. Eso, al igual que el poco notable rasguño rojizo en su mejilla, Shikamaru sabía que eran producto de su pelea de esa mañana. No obstante, no era esto de ella lo más preocupante. Había algo extraño, que Shikamaru intentaba descifrar, en el estado físico de ella. Los síntomas: desestabilidad al andar, piel emblanquecida excesivamente, facciones caídas, ojeras un tanto notables.

—¿Shikamaru? —Ino se hayaba ya incómoda, pues la callada mirada del Nara sobre ella comenzaba a ponerla nerviosa.

Shikamaru la miró a los ojos. Intensamente. Como si tratara de buscar algo en ellos.

—Ino —Habló Finalmente. La muchacha sintió un ligero escalofrío, pues aquella oscura mirada ya más que nerviosa, la tenía asustada —. ¿Como estás?

Ino se sorprendió por la pregunta, titubeando a su vez a responder.

—Estoy... bien —Respondió, no estando muy segura de que debía decir —. ¿Por qué no lo estaría?

Él seguía mirándola. Analizándola. Sin pena alguna a parecer extraño.

—No lo sé. Tu dime.

Ino también lo miró a los ojos, tratando de averiguar por qué la observaba con tanto empeño. Su mente intentó dar crédito, intentó analizarlo de la misma manera que él lo hacía con ella. Pero como era de esperarse, aquello le resultó totalmente imposible. Finalmente, rindiéndose, soltó un bufido, mostrando una expresión de malhumor.

—¡Deja de hacer eso! —Le reclamó, molesta, golpeando sin mucha fuerza el brazo de él —. Me pones nerviosa y no se qué responder.

Shikamaru se encogió de hombros, sin inmutarse del fugaz golpe.

—Solo te miro.

—¡Pues no lo hagas! —Exclamó, nuevamente —. Es extraño.

—Está bien —Dijo él, con tranquilidad.

Shikamaru optó por acatar su orden,  por lo que dejó viajar su mirada por los alrededores, permaneciendo de pie en su pose característica, frente al cuerpo de Ino, y sin volver, por un rato, a detener la vista en ella. Ino agradeció esto. Dejó salir un suspiro de sus labios, y rápidamente dibujo una sonrisa en sus facciones.

—¿Nos vamos? —Propuso —. Ansío poder terminar ese proyecto de una vez por todas.

Shikamaru la vió emprender su caminar en dirección a la salida, y a un habitual paso lento se dispuso a seguirla. Otra vez, mientras ella miraba a la distancia, él la observó. No estaba seguro de que Ino hubiera dicho la verdad. Sus inestables pasos se lo demostraban. Más no se sentía con el derecho de cuestionarla. Aún así, se permitiría estar atento ante cualquier situación.

Conociéndote Más [ShikaIno] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora