Tsk. ¿Tan cobarde eres, idiota? Como sea, terminemos con esto rápido, quiero acariciar a mi linda Nadia.
Después de cortarle la cabeza, este demonio, cuya habilidad especial es el de poseer cualquier cuerpo para "reencarnar", usó su poder para apoderarse del cuerpo de una inocente niña de unos 3 o 4 años. Ya lo usó 5 veces en esta pelea, lo que significa que llegó a su límite.
Él se levantó lentamente del suelo, mientras yo simplemente me quedo parado frente a él, mirándolo con asco. Tenías la oportunidad de morir con honor, pues podías apoderarte del cuerpo de alguna aventurera poderosa que tenemos a nuestro alrededor, incapaces de moverse por el miedo que me tienen a mí principalmente, pero preferiste jugar sucio y matar a una pequeña niña.
Me das tanto asco, que ya no vale la pena esforzarme.
—Fufu. Haha... Hahaha... ¡¡Hahahahahaha!! ¡¿Qué te pasa, niñito?! ¡¿No te atreves a matar a una indefensa niña pequeña...?! ¿Eh?
Por fin te das cuenta de que tu cuerpo ya no tiene cabeza. ¿En serio pensaste que no te cortaría la cabeza solo porque ahora tienes el cuerpo de una pequeña niña? ¿En serio me investigaste? No soy un idiota como para bajar la guardia por algo tan insignificante.
—¿Q-qué?
Puse la punta de mi espada en su pecho.
—¡L-la niña morirá si lo haces! ¡Si me dejas vivir, le devolveré el...!
—Cállate, llorón de mierda.
Atravesé su corazón con mi espada, dándole fin a su vida.
Después de unos segundos de sus gritos llenos de agonía y lloriqueo, murió.
Las aventureras a mi alrededor celebraron mi victoria, pero no les tomé importancia y me fui corriendo del lugar.
Después de correr por algunos minutos, llegué a mi casa.
Ah... Todos los días es lo mismo con esos demonios. Nunca me... ¡Uwaaaah!
—¡Cariño!
¡N-no, espera, quiero ver a mi Nadia!
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Soy un ser inferior con la habilidad de seducir mujeres.
FantasyFui invocado a otro mundo como un héroe, ¡pero como la Diosa odia a los hombres, no me dio ningún poder divino, fui considerado un fracaso y vendido como esclavo por la Reina! Afortunadamente, logré escapar con vida gracias a dos niñas, y ahora debo...