CAPÍTULO 49.5- Una cita con un hombre.

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CAPÍTULO 49.5- Una cita con un hombre.

(Pov- Kei.)

D-debes controlarte, Kei... ¡Mierda, debo controlarme!

¡No permitas que tus hormonas de puberto te controlen! ¡No permitas que la lujuria te controle! ¡Tú eres más fuerte que la lujuria!

P-pero se siente tan bien... ¡Nooooooo! ¡Idiota, estamos en la escuela! ¡No te pongas caliente en la escuela! ¡Nos pueden descubrir!

—¡D-Drin, estamos en la escuela!

—Nadie vendrá aquí. Hace mucho que no tenemos un tiempo a solas.

Mierda, sabía que no debía hacerle caso.

E-este es un almacén oscuro, p-pero sigue siendo demasiado peligroso. Espero que el conserje no entre.

El almacén está un poco alejado de los salones principales, pero pueden descubrirnos.

—¡D-Drin, mejor mañana! O en la casa...

¿Eh?

Drin me tomó de los brazos y me empujó.

Caí al suelo y se sentó en mi entrepierna... ¡¿Me está dominando?! Mierda, me siento violado.

P-pero... me gusta ser dominado... ¡Uwaaaah! ¡No te levantes, idiota, no te levantes! ¡No habrá vuelta atrás si te levantas!

P-pero Drin está acariciando mi entrepierna con su trasero. S-se siente tan... bien... ¡Nooooooo! ¡Se levantó!

¡Ya no hay vuelta atrás, Drin ya se dio cuenta!

—E-espera, Drin. Si nos descubren, tendré muchísimos problemas.

En especial, tendré muchos problemas con mis prometidas. ¡Las mujeres de este mundo son tan pervertidas, incluso a una edad tan corta! E-ellas se me han insinuado muchísimas veces para que yo tenga sexo con ellas, ¡pero las detuve diciéndoles que perderé mi virginidad en mi luna de miel, después de casarme con ellas!

¡Ahhhhhhhh! ¡Y sé perfectamente que fueron sus madres las que les aconsejaron tener sexo conmigo para amarrarme y no cancelar el matrimonio!

Y-yo nunca tendré sexo con una chica menor de 18 años. ¡Y no permitiré que ninguna chica, mucho menos alguien tan menor, me viole!

¡Ahhhhhhhh! ¡Fue tan incómodo encontrarlas desnudas en mi cama! ¡Maldito mundo raro con sentido común raro!

—Juguemos un juego, cariño. El primero que se sonroje pierde.

—¿Q-qué?

Me acarició la mejilla y sentí mi rostro ponerse caliente.

N-no... ¡Ahhhhhhhh! ¡Me sonrojé!

—Gané.- Dijo, sonriendo.

—N-no es justo.

—Y como gané, harás lo que yo diga.

—Pero...

¡¿Eh?!

M-me puso su pie descalzo en la boca... ¡¿Qué?! ¡N-no tengo ese fetiche!

—Disfruta mi pie. Lame mi pie.

L-los fetiches de Drin están saliendo a la luz poco a poco.

Pero... su pie es tan suave... y huele bien.

Levanté la mirada. Está sonriendo, mientras se masturba y me acaricia la entrepierna con su trasero.

Mierda, me está dominando demasiado... Tendré que darle una lección.

Soy un ser inferior con la habilidad de seducir mujeres.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora