Capítulo 1: Un Comienzo Inesperado

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Era mi primer día de universidad, estaba muy nerviosa. De los nervios estos que te quitan incluso las ganas de comer. No conocía a nadie, sinceramente no sabía si eso era algo bueno o algo malo. Por un lado podría ser yo misma pero por otro cómo iba a ser yo misma si no conocía a nadie, como no hablara con la pared... Mis padres habían hecho su trabajo de padres por una vez en su vida y me llevaron a la universidad en coche porque les cogía de camino antes de uno de sus numerosos viajes de empresa.

Me dejaron, y ahí me encontraba yo perdida entre muchísima gente en la puerta, no sabía siquiera en qué dirección estaba el salón de actos. Si tan solo no me me hubiera enfermado el día de la visita... ¿Habrá más gente como yo, cierto? O lo mismo debería de haber escrito durante el verano por el grupo de la clase que se hizo en Whatsapp. El único problema es que todas las que hablaban me caían mal. Entiéndanme, solo intentaban ligar con chicos que no habían visto en su vida.

Vale, esta bien lo mismo si escribo un mensaje me contesta alguien... Venga tu puedes hacerlo Emma, dijiste que ibas a intentarlo... Con manos temblorosas, saqué mi teléfono y me aventuré a enviar un mensaje al grupo de la clase en WhatsApp. Esperaba encontrar alguna respuesta, algún indicio de que no estaba sola en esta nueva aventura.

Hola, estoy en la puerta ¿hay alguien por aquí?Enviar.

Bueno ya está, lo hice. Espero que alguien me conteste.

Cuando me vibra el móvil unos minutos después y veo un mensaje de una tal Sophie.

Holaaa, ¿sigues en la puerta? Voy a por ti.

 Sii, gracias

Ok, lo he conseguido creo. Lo mismo podré quedarme con ella aunque sea unos días. Y bueno si se cansa de mi lo mismo ya podré haber conocido a alguien, no sé. No pienses en eso ahora Emma. Ahí está ¿será ella?. Era una chica de estatura media con el pelo corto y oscuro, bastante morena de piel. Llevaba unos vaqueros y una camiseta de Disney junto a un bolso de tela. Y yo preocupada por qué ponerme de ropa.

—¡Hola! Eres tu ¿no?. Te contesté al privado porque todas me caen mal, no sé qué hacen hablando en verano por el grupo. SON UNAS PICK ME. (Wow Sophie es de las mías)

—Sii, he pensado lo mismo, escribí por el grupo porque estaba muy perdida enserio.

—Si me he dado cuenta, se ríe. ¿Vamos?

—¿Sabes adónde hay que ir?

— Nop, pero ya llegaremos, y sino pues al menos conocemos la Uni.

—Me parece estupendo, vamos. Por cierto soy Emma.

—Yo Sophie, encantada.

Por un momento mi mirada se va inevitablemente hacia un grupo de tres chicos, pero en concreto hacia el más alto de ellos, como se reía..., las miradas de complicidad que tenía con sus amigos... Esos ojos azules, ese pelo negro. Su esencia me llamaba mucho la atención era como si hubiera una fuerza superior a mi que me atrajera hacia él. Era como si lo hubiera vito antes.

—Hey, Emma ¿ Todo bien?¿ Veo que ya tienes un objetivo no?.—Dice Sophie entre risas.

—Eeeh,¿Quien yo? . Que va, me prometí nada de chicos en la Uni, solo estudiar.—Dije sin poder dejar de mirarlo, maldita sea, ¿qué tenía que lo hacía diferente a los demás?. Seguramente algo bueno no será ya que nunca he tenido mucha suerte con los chicos. 

De repente los tres chicos me estaban mirando. Los otros dos chicos le daban en el hombro al pelinegro con miradas pícaras señalándome. El pelinegro simplemente los ignoraba mientras me miraba profundamente desde la lejanía. 

—Pues yo creo que ellos opinan lo mismo que yo— Dice Sophie dándome también un toque en el hombro disimuladamente. Entonces bajo la mirada rápidamente mientras veo que el grupo de chicos se acerca.

—Sophie vámonos antes que lleguen por favor que vergüenza. Digo cuando me giro hacia Sophie dándole la espalda al grupo de chicos.

—¿Vergüenza de qué? Te veía muy concentrada antes, mirándome...—Dice el pelinegro sorprendiéndome detrás mía.

—La gente a veces se queda mirando pensando. ¿Sabes? es un poco egocéntrico de tu parte pensar que te estaba mirando a ti.— Dije mientras notaba mi cara arder.

—Pues vaya si tenías que pensar eh— Uf, si es que lo sabía, yo y mis habilidades para encontrarme con gente estúpida.

—Estúpido...—Murmuré mientras me giraba con intención de marcharme de esa situación embarazosa de una vez por todas.

—Vaya no sabes ni mi nombre y ya me estás insultando, nadie eres la primera en hacerlo, eso es un logro, Emma.—Dice el pelinegro mientras me miraba de forma pícara. En qué momento me había escuchado si lo dije prácticamente para mí pensando, maldita sea. En fin me da igual, paso de los tíos aunque sean increíblemente guapos, graciosos, interesantes, fuertes...Además todo lo que tiene de eso le falta de inteligencia. ¡Joder Emma espabila!. ¿Aunque cómo sabe nombre?. 

 —¿Cómo sabes cómo me llamo?. 

 —¿Ahora no soy estúpido?.

 —Ok, paso de perder el tiempo, creía que podía mantener una conversación normal contigo pero parece que no así que prefiero no llegar tarde.

 —Vaya si tiene carácter. Comenta el pelinegro con sus amigos.

Yo simplemente me giré con cara de enfadada y me fui con Sophie medio corriendo al salón de actos. Realmente sus ojos se parecen mucho al chico de aquella noche, es cierto que no pude ver bien por la oscuridad, pero esos ojos... No, no puede ser, él no tenia pinta de delincuente, ni mucho menos asesino. Será el típico pesado de clase.

Y así fue como conocí a Sophie. Una de mis mejores amigas de la Universidad. Y bueno al pelinegro buenorro pesado también. 

Por un momento podía olvidar todos mis problemas, mi vida, al menos allí, era perfecta. Claro, perfecta para mi significaba tener a alguien en quien confiar, contarnos cotilleos y pasar un poco desapercibida. Si bien podían opinar de mi, yo lo sabía y eso me mantenía feliz. El simple hecho de llegar a clases un poco tarde por culpa del maldito bus y encontrarme a Sophie peleándose con la delegada porque me estaba aguantando el sitio a mí, me hacia la persona más feliz del mundo.

Poco a poco pudimos hacernos nuestro grupito de cinco chicas. La verdad no estaría mal algún chico para el grupo que una necesita un amigo de vez en cuando o algún intereses romántico. En fin tampoco estaba yo para quejarme cuando tenía lo que quería antes de entrar en la universidad.

Bueno no me enrollo más y os las presento. Por un lado tenemos a Sophie a quien ya conocéis y es mi pilar principal junto a Carol. A Carol la conocí ese mismo día cuando nos dividieron por grupos para enseñarnos la universidad, noté la energía positiva que desprendía desde el primer instante en que la vi. Era una chica un poco alta, más que yo (estoy en la media) con el pelo rizado largo y castaño y muy blanca de piel. Se ponía roja enseguida, así que no la hagáis pasar mucha vergüenza porque se pone como un tomate. Ella es la madre del grupo, siempre se preocupa por todas y no podría ser mejor persona.

 En ese mismo grupo estaba Clarise una chica un poco tímida al principio pero poco a poco fue cogiendo confianza. Era bajita, bastante delgada con el pelo oscuro y siempre lo llevaba recogido porque no le gustaba cómo le quedaba. Y unas semanas más tardes conocí a Rose, que vaya impresión que di... 

Entre Sombras y Susurros de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora