Capítulo 6: Encuentro con Katie

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Emma Walter

Al día siguiente. La tarde se deslizaba tranquilamente por las calles, mientras yo perdida en mis pensamientos, sumida en la bruma de preguntas sin respuesta sobre Ian. Había decidido seguirlo discretamente después de verlo en la tienda de cerveza, pero mis intentos de encontrarlo habían sido en vano. Por lo que a la mañana siguiente decidí dar un paseo por la misma zona en su búsqueda, esto no se iba a quedar así, no puedo dormir tranquila si no tengo las respuestas a mis preguntas. Fue entonces, en medio de mi frustración, cuando un repentino movimiento en la acera captó mi atención.

Un grupo de personas se arremolinaba alrededor de algo, y cuando me acerqué, vi a una chica de cabello oscuro en el suelo, sosteniendo una pierna con evidente dolor. Sin pensarlo dos veces, me acerqué para ayudar.

—¿Estás bien? —Pregunté con preocupación mientras me arrodillaba junto a ella.

La chica levantó la mirada y asintió, forzando una sonrisa. Claramente no estaba bien, no sé para que pregunto.

—Sí, solo me tropecé. Nada grave, gracias por preocuparte.

Me presenté , y ella se identificó como Kate Miller. La curiosidad me mataba entonces decidí preguntarle ya que tienen el mismo apellido...

—¿Eres familia de Ian?. 

—Sí, soy su hermana. Aunque el me llama Katie.  —Dijo con entusiasmo.

Aunque de repente se le cambió la expresión del rostro. Pasó de entusiasmo a mirarme de arriba a abajo y juzgarme con la mirada. Algo no estoy pillando, ¿habré hecho algo que la moleste?.

—¿De qué lo conoces, no serás una de esas cierto? Si es así deja a mi hermano tranquilo.

—¿Cómo? No entiendo a que te refieres Kate. Yo lo conozco de la universidad, soy su amiga.

—Ah, que alivio creía que eras una de esas que se acuesta con mi hermano, son muy pesadas no lo dejan tranquilo. — Kate tuvo que notar mi expresión de horror en el rostro cuando cambió de tema.

—¿Qué haces por aquí? —preguntó Katie, y en su voz percibí una nota de curiosidad genuina.

—Estaba buscando a Ian. —Admití, sin saber realmente por qué compartía esa información con ella.

La expresión de Katie se oscureció ligeramente, pero luego se relajó en una sonrisa comprensiva.

—Ah, Ian. No sé dónde está, siempre tan ocupado con su trabajo. Pero es un buen hermano, siempre está ahí cuando lo necesito, aunque últimamente nunca sé dónde se mete, ha estado un poco distante.

Aquellas palabras resonaron en mi mente, dejándome con más preguntas que respuestas. ¿Qué trabajo tenía Ian que lo mantenía tan ocupado? ¿Y por qué estaba distante? Antes de poder indagar más, Katie prosiguió.

—Aunque a veces me preocupa que tenga problemas en el trabajo. Parece que algo lo está molestando, pero no quiere hablar del tema. Siempre ha sido así, ¿sabes?—En sus palabras pude notar como Kate era una preadolescente con ganas de desahogarse por todo lo que pasa a su alrededor.

Me quedé sin palabras ante esta revelación. Ian tenía problemas en el trabajo, pero ¿Qué tipo de problemas? ¿Y por qué no quería hablar de ellos? Antes de que pudiera formular más preguntas, Katie cambió de tema, hablando sobre sus propios sueños de convertirse en diseñadora y cómo Ian siempre la había apoyado en ello.

—Parece que lo quieres mucho. —Dije mientras sonreía hacia Katie.

—Ian ha luchado mucho para darme lo mejor, incluso cuando las cosas no han sido fáciles para él. A veces me pregunto cómo lo hace, pero sé que siempre está ahí para mí.—

—Eso significa que es un gran hermano, se preocupa por ti mucho.

Mientras escuchaba las palabras de Katie, mi corazón se llenaba de una mezcla de admiración y compasión por Ian. Parecía que estaba luchando con sus propios demonios, pero aún así, se esforzaba por cuidar de su hermana menor y ayudarla a alcanzar sus sueños.

—¿Y tú? —preguntó Katie de repente, interrumpiendo mis pensamientos.—¿Tienes hermanos?—

Negué con la cabeza, sintiendo un nudo en la garganta al recordar que nunca había experimentado el tipo de vínculo familiar del que Katie hablaba con tanta pasión.

—No, soy hija única. —Respondí con una sonrisa forzada.—Aunque ahora tengo un perrito, si quieres puedes verlo algún día, pero tendrás que pedirle permiso a tu madre claro.—Y ahí supe que la había cagado, cuando el rostro de Kate pasó de ilusión a tristeza.

—Mi madre nos abandonó cuando yo era solo una niña, apenas la recuerdo del todo. Ian se convirtió en mi único apoyo, en mi héroe. Aunque nunca hablamos mucho sobre ello, siempre supe que podía contar con él. 

Mis ojos se abrieron con sorpresa ante esta revelación inesperada. Ian había llevado sobre sus hombros el peso de la responsabilidad desde una edad temprana, luchando para criar a su hermana menor y protegiéndola de este mundo tan cruel que nos rodea.

—Lo siento mucho. Kate si en algún momento necesitas hablar ya sabes, cosas de chicas, este es mi número. Podemos ir de compras, comer helado, ver alguna peli en mi casa e incluso jugar con mi perro Kai.

—Me encantaría, suena muy divertido. Pero no me gustaría molestar en tu casa.

—Oh, no te preocupes mis padres estás todo el tiempo de viaje, vivo sola con Kai. Ya verás que lo pasamos genial.¿ Por cierto qué es lo que te gusta diseñar?.

—Pues me encanta dibujar y diseñar interiores. 

—Entonces seguro te encanta jugar a los Sims, yo cuando juego me llevo toda la partida diseñando la casa.

—¿Enserio? ¡Yo también!.

Y así pasó el rostro de Kate de tristeza y desolación a tener incluso brillo en los ojos al hablar tan emocionada conmigo. Me alegraba tanto.

A medida que nos despedíamos y nos separamos para continuar nuestros caminos, supe que este encuentro con Kate había sido el comienzo de algo nuevo y emocionante en mi vida. A través de ella, esperaba aprender más sobre Ian y entender mejor al hombre detrás de la fachada reservada que había conocido hasta ahora.

Entre Sombras y Susurros de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora