Emma Walter
Hoy comenzaba el nuevo cuatrimestre, se acabó lo bueno. Esta vez prometo llevarlo al día o al menos esa fue la promesa que me hice tras haber estado agobiadísima estudiando para los anteriores exámenes por no haber llevado las asignatura sal día. Con los nervios a flor de piel y una mezcla de emoción, sabía que este cuatrimestre traería consigo nuevos retos. Además, había una promesa pendiente con Carol de empezar enserio el gimnasio, y aunque ya había tenido un encuentro inesperado con Ian allí, hoy todo parecía un nuevo comienzo, ¡Ya es hora de ponerse enserio!. ¡Oh no el autobús ha llegado hoy supertarde! Supongo que hay cosas que no dependen de nosotros, hoy tocará correr como de costumbre.
Al llegar al campus salí corriendo como cada día y me encontré con Carol quien también llegaba tarde, vaya eso sí que es inusual.
—Qué haces tun tan tarde por aquí, con lo puntual que eres siempre—Le pregunté mientras andábamos a paso muy ligero.
—Pues he tenido la mala suerte de pillar un atasco, dos coches se han chocado.
—¿Qué dices y estaban muy mal?
—No que va, solo un rasguño. ¿Y tú porqué llegas siempre tarde?
—Pues la verdad ni yo misma lo sé, creo que a mi chófer le gusta mucho el café.
Cuando entré en el aula de Dibujo Técnico, noté que Ian ya estaba allí, sentado junto a la ventana, con su característica sonrisa tranquilizadora. Ian y yo compartíamos tres de las cinco asignaturas, y aunque me sentía confiada en algunas materias, sabía que otras serían un verdadero desafío. Me dirigí hacia él y me senté a su lado, sentándose Carol también junto a mi, delante de las chicas ya que su sitio estaba pillado por Thomas.
—¿Lista para la parte más divertida de nuestro día? —me preguntó Ian con sarcasmo, su sonrisa iluminando su rostro.
—Tan lista como puedo estarlo. Aunque estoy un poco nerviosa por Dibujo Técnico —admití, acomodando mis cosas en el escritorio. Ian era muy bueno en esta materia, mientras que yo... bueno, no tanto.
Las demás chicas del aula comenzaban a susurrar entre ellas, sus voces llenas de entusiasmo. La puerta del aula se abrió y un hombre joven entró. Parecía rondar los cuarenta años o treinta y algo, con ojos azules y pelo rubio. Su presencia era impresionante, y el aula quedó en silencio mientras caminaba hacia el escritorio del profesor.
—¡Wow! ¿Quién es él? —susurró Carol a mi lado, sus ojos brillando de emoción. —Es súper joven, definitivamente sobre los cuarenta o incluso menos, ¿no crees?Asentí, incapaz de apartar la vista del nuevo profesor. —Sí, parece muy joven.
—Buenos días, soy Dylan, su nuevo profesor de Dibujo Técnico —dijo con una voz segura y cálida. Sentí un ligero escalofrío. Este profesor no solo era joven y apuesto, sino que también emanaba una confianza natural que me hacía sentir aún más nerviosa por la asignatura.Dylan comenzó a pasar lista, preguntando por los apellidos de los estudiantes para asegurarse de que estaban presentes.
—Miller —dijo, mirando la lista.
—Aquí —respondió Ian al mismo tiempo que otra voz en el aula. Me giré, desconcertada, y vi a un chico sentado al otro lado del salón. Ian frunció el ceño al ver al otro chico responder. ¿Otro Miller en la clase? Nunca antes había visto a ese chico.
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Entre Sombras y Susurros de Amor
RomanceEmma e Ian se sumergen en una historia llena de luces y sombras. Con su pasado sobre sus hombros. Ella ama con todo su ser, él no sabe qué es el amor. En un mundo donde las amistades y algo más se forjan en medio de desafíos y secretos, Emma e Ian s...