Ian Miller
El día amaneció tranquilo y con el sol radiante. Mi padre, el señor Miller, llevaba tiempo sin aparecer por casa y la verdad desde entonces estamos Kate y yo mucho más tranquilos. Así que he decidido llevar a Kate en moto al instituto para ahorrarle el viaje y ya de provecho me la llevo y voy con Emma al gimnasio a entrenar.
—Oye Kate hoy no vengo a comer, toma dinero para que comas lo que quieras o por si quieres irte con tus amigos por ahí.—Le dije a Kate poniéndole veinte euros en la mesa en la que ella estaba desayunando unas tostadas.
—Vale, pero si me sobra dinero, me lo quedo.—Dijo con la boca llena y una sonrisa.
—Está bien pero no te lo gastes en cualquier tontería y cuando salgas del instituto llámame para saber qué vas a hacer. Anda, aligérate que llegamos tarde—Dije mientras cogía las llaves del mueble de la entrada que estaba junto a la cocina.
—Ok, voy, voy que me voy a engollipar si como más rápido.—Dice Kate con la boca llena de pan. A lo que yo respondo con una sonrisa y me apoyo en el marco de la puerta a esperar. Me encanta verla feliz.
Después de llevar a Kate al instituto pongo rumbo a la universidad, la verdad se me había hecho un poco tarde porque Kate es lentísima comiendo. Y cuando aparco la moto en aparcamiento, veo a Emma bajarse del bus cuya parada estaba justo alado del aparcamiento. Mira por dónde no soy el único que llega tarde.
—¡Hola Ian!, que raro verte llegar tarde, qué irresponsable eh.—Dice Emma acercándose a dónde yo estaba
—Claro como tú nunca llegas tarde, el irresponsable soy yo—Dije con sarcasmo.
—Lo bueno se hace esperar.—Dijo Emma guiñándome el ojo.
—Uy, gracias por el cumplido, yo sabía que era guapo pero no sabía que era para tanto.
—Qué tonto eres de verdad. Vamos que tampoco quiero que nos cierre Dylan la puerta en la cara.—Dijo Emma rodando los ojos.
Emma y yo caminábamos por los pasillos de la universidad, charlando animadamente sobre nuestros planes para después de las clases.—¿Entonces me vas a llevar en moto? —preguntó Emma, con una sonrisa ansiosa en el rostro.—¡Por supuesto! Después de clases iremos directamente a nuestras sesiones de pelea. —Confirmé con entusiasmo, emocionado por compartir esa experiencia con ella.
Sin embargo, nuestra increíble y agradable conversación se vio frustrada por el antipático profesor de dibujo. Al girar el pasillo nos lo encontramos con su horrible maletín marrón y el peinado ese que parece que se he caído el bote de espuma en la cabeza. A pesar de que era el segundo día del cuatrimestre, este hombre no me daba muy buena espina, aunque a Emma le caía genial y eso me molestaba aún más.
Intenté pasar de largo con Emma y sentarme a dormir al fondo de la clase pero Dylan nos paró a Emma y a mi con un gesto con la mano.
—Hola chicos, te estaba esperando Ian. —Dijo Dylan.
—Buenas profesor—Dijo Emma, dándome un codazo para que respondiera yo también.
—Ho-hola. —Dije trabándome ya que me pilló de improvisto el gesto de Emma, lo que hizo que ella se mofara disimuladamente de mi.
—Ian, ¿Te han hablado sobre el trabajo del plano? —inquirió Dylan, mirándome con seriedad.
Arrugué el ceño, sorprendido por la noticia. —No, nadie me ha mencionado nada al respecto. —Respondí, con una nota de frustración en mi voz.
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Entre Sombras y Susurros de Amor
RomanceEmma e Ian se sumergen en una historia llena de luces y sombras. Con su pasado sobre sus hombros. Ella ama con todo su ser, él no sabe qué es el amor. En un mundo donde las amistades y algo más se forjan en medio de desafíos y secretos, Emma e Ian s...