Capítulo 14: Amistad en Marcha

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Emma

La noche había sido perfecta. Sinceramente no sé que se trae el padre de Ian entre manos con el padre de Xander, serán cosas de empresarios. Lo único que sé es que no me importan las peleas de Ian, solo me importa lo amable que ha sido hoy conmigo y... Como ha movido su cabeza... ¡Ha intentado besarme en la boca! . Grito mentalmente de la emoción.

Cuando llego Kai me recibe moviendo su colita y saltando encima mía.

— ¡Sí Kai, escuchas bien! Ha intentado besarme. Y ahora vamos a la calle anda, después me dormiré un rato.

Después de mi tremenda fiesta conté todo lo que pasó por el grupo y obviamente Sophie se sintió vencedora ya que fue su idea ir allí.

Sin embargo, el lunes cuando tocaba la asignatura que tenemos en común... él no estaba. El sitio junto a Harry y Thomas estaba vacío. Es un mentiroso, me había prometido vernos el lunes... Lo mismo se ha quedado dormido, ¿cierto?.

Teníamos una hora libre y obviamente fuimos a jugar como de costumbre, ya sabéis si no estamos en la cafetería, buscarnos en el futbolín. Pero faltaba él, sin él nada era lo mismo. Decidí no jugar las primeras rondas, la verdad no me apetecía.

— En qué piensas, Emma — Dice Harry.

— Nada yo solo...

Cuando aparece él !¿con el labio roto?! ¿No era que estaba vetado de ir a mas peleas durante un tiempo?

— ¡Hola! Dice con una gran sonrisa, tiene una herida en los labios y el ojo lo tiene un poco morado, supongo que será de la pelea del otro día y no me fijé yo muy bien, o lo mismo ha ido a otra. Emma, no sé en que estas pensando, este chico es una súper "red flag" andante.

—¿Qué te ha pasado? — Dice Thomas con la boca abierta.

— Nada me he caído de la moto.

— ¿No era que ya no podías usarla más? Que tu viejo no te dejaba y por eso venías en bus.—Dice Harry sorprendido.

—Pues la he usado ¡¿vale?!.— Dice enojado. Yo simplemente me quedo ahí analizándolo de arriba a abajo.

— ¿Bueno chicos vamos a jugar de una vez no? Podéis hablar de vuestras mierdas después pero solo tenemos una hora antes de clase y no pienso perderla — Sophie.

Mientras jugaban los demás, la tensión se notaba en el ambiente. Sophie intentaba apaciguarla de vez en cuando soltando alguna tontería pero enseguida volvía a estar caliente el ambiente. Yo lo miraba de vez en cuando, tenía la mirada apagada y aunque a veces lo pillé mirándome. Apartaba la mirada cada vez que las nuestras coincidían. Vaya que creo que pasa completamente de mí. Lo mismo está arrepentido del último día, o esta haciendo conmigo igual que con las otras. En realidad si lo pienso con la cabeza fría no sé en qué momento se me ocurre que alguien como yo pueda llegar a ser al menos notada por alguien como él. Además si está metido en peleas ilegales quien me dice que no es el chico que vi aquél día en el callejón, ¡que mató a una persona!.

—¿Te encuentras bien?— pregunté con una sonrisa lo mejor que pude, tratando de romper el hielo que se había formado entre nosotros.

Ian me miró brevemente, sorprendido por mi atención. —Sí, estoy bien. Solo un pequeño contratiempo con la moto, nada de qué preocuparse— Respondió con una sonrisa torcida.

Sophie, que estaba al lado mío, no pudo contenerse y lanzó una risita. —Vamos, Ian, ¿en serio crees que nos vamos a creer eso? ¿Te caíste de la moto o te metiste en otra pelea clandestina?— Bromeó, provocando risas en el grupo.

Ian se encogió de hombros con una sonrisa culpable. —Bueno, quizás un poco de ambas cosas—Admitió de forma que me pareció bastante honesta, disfrutando del alivio que traía la camaradería del grupo.

Yo reí suavemente, sintiendo cómo la tensión se disipaba. —Bueno, al menos ahora sabemos que no deberíamos dejarte solo con una moto, lo mismo es mejor que vayas acompañado...— Bromeé, ganándome una mirada cómplice de Sophie.

Las chicas intercambiaron miradas y asintieron con complicidad. —Creo que necesitamos una noche de chicas para relajarnos un poco después de todo esto—, sugirió Sophie, recibiendo el entusiasta asentimiento de todas.—Sí, no nos miréis con cara de cachorros, que se te dan muy bien, Thomas. Sin tíos y no hay más que hablar—.

—Ohhh, estas segura que no te sentaría bien una cita a solas, tu y yo... en la playa...—Dice Thomas a Sophie con mirada pícara.

—Me sentaría de maravilla pero las noches de chicas son sagradas, aunque lo mismo si te curras lo de la cita me lo pienso pero para otro día—Dijo Sophie haciendo que en los ojos de Thomas se notara un poco la esperanza, sinceramente no sé qué eran, creo que ni ellos lo sabían.

—Entonces decidido, noche de chicas—Dije.

Ian asintió con una sonrisa. —Sí, suena como una excelente idea. Chicas, ustedes disfruten de su noche, yo me aseguraré de no meterme en más problemas por un tiempo— Prometió con una mirada divertida.

Sentí un destello de alegría al ver la determinación en los ojos de Ian. Me encantaba verlo de nuevo con esa luz que desprendían sus ojos al verlo. Me encantaba verlo sin tanta oscuridad, cuando no piensa tanto en los problemas y se muestra al mundo tal y cómo es él, una gran persona. 

Pero claro si quiero dejarlo entrar en mi vida, debo dejar entrar también toda la oscuridad y problemas que ello conlleva. No sé si será buena idea pero de momento he decidido dejarme fluir y que pase lo que tenga que pasar. Tal vez, con un poco de apoyo y camaradería, podríamos superar juntos los obstáculos que se interponían en nuestro camino. Y con esa idea en mente, me uní al coro de risas y planes para una noche de diversión y complicidad entre amigas. ¿Qué nos deparará el destino?.

Entre Sombras y Susurros de AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora