Había llegado el día en que Ruslana debía presentarse frente a los padres de Denna, pero eso no la tenía tan preocupada a comparación de qué ropa usar.
—¿Le vas a decir la verdad?— su primo la ayudaba a elegir su vestimenta.
—Si es necesario, lo haré— se veía en el espejo —Después de todo, algún día tendrá que saberlo.—
—¿Crees que se enfade?— Martin estaba pensativo —Yo lo haría.—
—No he echo nada incorrecto— giró a verlo —No hay motivos para enfadarse.—
—Ocultar de dónde eres, es mentirle, algunas personas no soportan las mentiras, por más mínimas que sean.—
—Ya hablaré con ella si eso llegase a ocurrir— observó su reloj de muñeca y eran las once y treinta, Denna llegaría en cualquier momento a su taller para recogerla —Tengo que irme— tomó su bolso negro —Deséame suerte.—
—Suerte— Ruslana salía de la habitación —¡Y me saludas al cabeza de maíz!—
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En la casa de Violeta, ella junto a Chiara seguían durmiendo, no se habían dado cuenta de la hora, su cuerpo solo les pedía descanso.
La morena nuevamente dormía con la cabeza doblada a un borde y el pie de Violeta estaba en su mejilla, la pelirroja dormía boca abajo y deba pequeños ronquidos que eran casi inaudible, se habían quedado dormidas en segundos después de que cada una terminara de bañarse.
Violeta giró entre sueños y envolviendo más su cuerpo con las sábanas, se estiró por completo y empujó a Chiara fuera de la cama, la morena fue despertando por un repentino dolor en su nariz y se dió con la sorpresa de que se encontraba en el suelo.
Se arrodilló tocandose la nariz y observó a Violeta dormir de lo más cómoda, refunfuñó entre dientes y volvió a subir, pero nuevamente Violeta la pateó por la espalda.
Chiara se levantó molesta y estaba a punto de tirarle la almohada en la cara cuando se detuvo, si no la despertaba, no irían a trabajar, eso la hizo sonreír con malicia, decidió no despertarla y gateando cuidadosamente como un gato, fue subiendo a la cama y se recostó lentamente para volver a dormir.
—¡VECINAS, SAQUEN SU BASURA!—
Chiara abrió los ojos cuando escuchó esa fuerte voz por un megafono, se alarmó y observó a Violeta, ella comenzaba a despertarse.
—¡VECINAS, SAQUEN SU BASURA!—
Idiotas, no le dejan tener un día libre.
Violeta despertó somnolienta y al oír nuevamente el llamado, agrandó los ojos al darse cuenta de la hora, los de limpieza siempre llegaban a las doce.
—¡Ash!— se levantó de inmediato y sin perder tiempo corrió a las bolsa de basura que estaban colocados al lado de la puerta —¡Chiara!— llamó, la morena fingió estar dormida —¡Chiara!
¡Levántate!— llegó corriendo a su lado y la sacudió la sentó tomando sus brazos —¡Arriba!——Ahora que— suspiró con frustración, Violeta dejó una bolsa mediana en sus manos, ella la miró extrañada.
—¡Rápido! ¡El camión de la basura se va!— señaló a la puerta.
—¿Por qué yo?— solo quería dormir.
—¡Date prisa que se va!— hizo saltar a Chiara, la morena se apresuró a ponerse sus sandalias y salió trotando hacía la puerta —¡Corre!— Chiara comenzó a correr.
La morena salió a la calle y observó al camión girando a la otra calle, Chiara se bajoneo por lo que sabía tenía que hacer.
—Aquí voy...— suspiró y contando hasta tres, comenzó a correr como si su vida dependiera de ello —¡Heeeeeey!—
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Lovesick Girls
FanfictionChiara recibirá un castigo por parte de su padre por ser tan mimada, vivir por un tiempo con una de las trabajadoras de su mansión, Violeta, la jardinera a quien a estado atormentando desde que ingresó a trabajar. |Adaptación de @MasiGG|