La situación no podía ser más vergonzoso, Violeta tenía a su madre frente a ella, en el baño, regañandola por no respetar la casa y hacer quien sabe que más cosas con su "novia".
Chiara estaba petrificada, no le quedaba de otra que solo mirar de frente y sentarse recta en la silla mientras esperaba que Violeta y su madre regresaran del baño, el regaño se escuchaba en toda la casa, sentía que ante cualquier movimiento el regaño se la llevaría ella.
Tana estaba sentada frente a ella y la miraba fijamente.
—Así que eres mi cuñada— Chiara la ignoró, no era así pero nadie sabe el futuro —Ya que eres novia de mi hermana, debes hacer todo lo posible para que me agrades, eso significa...— estiró su mano —Dame dinero.—
Chiara entrecerró los ojos.
—Oyeme, mocosa...—
—¡No me importa!— la morena brincó al oír ese grito —¡Esta es la casa de tu familia y le debes respeto! ¡¿Y en mi cama, Violeta?! ¿Que te pasaba por la cabeza?—
—Mamá— se logró oír apenas —Baja la voz, los vecinos podrían escuchar— pedía apenada.
—¡Y que me importa los vecinos! ¡¿Acaso vivimos de ellos?! ¡Te aprovechas que viven solas y Dios sabes cuántas veces habrán manchado la honra de esta casa y encima me pides que baje la voz!—
—Mamá...—
—¡Mamá, nada!—
Chiara tragó nerviosa cuando oyó la puerta de sus espaldas abrirse, esperaba que haya sido todo.
—Bien— la señora se sentó frente a Chiara, respiraba más tranquila, parecía más relajada —Chiara, ¿Verdad?— sonrió amablemente.
—Sí...— observó a Violeta llegar detrás de su madre, se sobaba el trasero y hacia gestos de dolor, ahora entiende que fueron esas palmadas de hace rato —Soy Chiara.—
—Bien, perdona por todo este alboroto— sonrió —Eh... ¿Te puedes limpiar mejor?— señaló su cuello y Chiara asintió, aún tenía mucha harina en el cuello —Gracias— sostuvo las manos de Chiara y sonreía felíz, la morena miraba a Violeta en busca de alguna explicación —Así que eres novia de mi hija, me alegra que haya conseguido a alguien tan linda como tú.—
—Señora, lo que pasó fue que...—
—Mira, ya no es necesario mentir, yo no tengo ningún problema, pero eso sí— recalcó —La casa se respeta— miró su cuello.
Chiara trató de cubrirse con su mano, estaba sintiendo mucha verguenza.
—Señora— pronunció más segura —No es mi intención mentirle y no lo voy a hacer, su hija ya se lo explicó, bebimos y no supim...—
—¿Bebieron?— preguntó la señora. Chiara pudo ver a Violeta detrás de su madre haciéndole gestos desesperados, pidiendo que se detenga —Violeta— la pelirroja se congeló en su lugar.
—¿Si, mamá?— respondió nerviosa.
—¿Desde cuándo bebes?— giró a verla.
—Yo... Desde hace...— su madre la regañó con la mirada por demorarse —Desde hace un año— desvió la mirada.
—Uy, te mintió, mamá— pronunció Tana avivando la tensión.
—Luego hablaremos de esto, Violeta— volvió a mirar a Chiara —Y también hablaré con usted— sonrió y se puso de pie —Nos dijeron que solo podríamos venir unos minutos, pero fue un gusto conocerla, vámonos, Tana, despídete de tu hermana— se acercó a la puerta.
ESTÁS LEYENDO
Lovesick Girls
FanfictionChiara recibirá un castigo por parte de su padre por ser tan mimada, vivir por un tiempo con una de las trabajadoras de su mansión, Violeta, la jardinera a quien a estado atormentando desde que ingresó a trabajar. |Adaptación de @MasiGG|