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La noche había llegado y Chiara se encontraba sentada y apoyada en el respaldo de su cama, leía las noticias que habían publicado de Violeta y ella por la mañana, no le había gustado al ver los comentarios donde muchos hablaban mal de la pelirroja, pero no podía hacer nada, solo tratar de ignorarlos como Violeta se lo había dicho, ella también lo había visto.

—¿Pones algo para ver?— Chiara asintió sin quitar la mirada del móvil, cuando al levantarla, se quedó sin habla al ver a Violeta saliendo en toalla, gotas de agua aún caía por su piel y secaba el pelo con una toalla más pequeña —Necesitaba una ducha, este calor es insoportable— siguió su camino al cuarto del closet para buscar algo que ponerse, Chiara se lo había permitido.

La morena reaccionó de inmediato y avergonzada cuando sintió saliva caer por su mentón a su pierna, comenzando a limpiarse rápidamente vigilando que Violeta no la haya visto.

—Tranquila— se aconsejaba a si misma —Pareces
una tonta.—

—Kiki— llamó Violeta desde el pequeño cuarto.

—¿Sí?— respondió aparentando tranquilidad.

—¿Me ayudas?— la morena mantuvo silencio por unos segundos, no sabiendo que responder —¿Kiki?— asomó la cabeza.

—Sí, sí, sí, sí, claro, voy— se apresuró a bajar de la cama y Violeta le sonrió como agradecimiento mientras la veía acercarse —¿En qué te ayudo?—

—Mira, intento abrir esto y no se puede— Violeta trataba de abrir la puerta de uno de los varios clósets —¿Lo ves?—

—Es que esto no lo tienes que tirar— se puso detrás de Violeta y estiró su mano para posarla sobre la pelirroja —Solo desliza— giró su rostro a verla, sonrió al ver el pequeño "o" que formaba sus labios.

—Gracias— comenzó a ver entre tantas prendas, cuando se percató que Chiara seguía detrás de ella, observándola en silencio —¿Pasa algo?— preguntó dudosa.

—¿Qué?— respondió distraída —A, que, ¿Ya me voy?— señaló la salida y Violeta solo rió, haciendo un gesto con su mano para que se retire —Ah... Sí, claro— rió nerviosa, comenzando a retroceder —Solo... Quería asegurarme de que habías entend...—

Chiara tropezó con la puerta y se fue de espaldas al suelo —¡Estoy bien!— se levantó en un segundo —Estoy bien— sonrió nerviosa —Tú sigue.—

Violeta la miraba preocupada por la caída.

—¿Estás segura?—

—Sí, claro— siguió retrocediendo hasta que tropezó con la cama y cayó echada en ella, en una pose que si Violeta no la hubiera visto caer, diría que le está proponiendo otra cosa —Jajaja— rió nerviosa y cerró las piernas —Que tonta— desvió la mirada apretando los dientes —Tragame tierra— murmuró.

—Eh mejor seguiré cambiándome— ingresó nuevamente.

—Claro, tú ve, yo...— trepó a la cama, ella ya tenía su pijama puesta —Buscaré qué ver— encendió el televisor al mismo tiempo que recibió una notificación, tomó su celular leyendo los mensajes de Denna, le había enviado una foto de Ruslana y ella comiéndo en una carretilla, se veían muy contentas disfrutando de la comida.

—¿Vamos... A ver eso?— Violeta preguntó nerviosa al lado de la cama.

Chiara siguió su visión al televisor y agrandó los ojos al ver que era una película para adultos.

Saltó al mando y lo cambió rápidamente, suspirando aliviada cuando apareció dibujos animados en la pantalla.

—Lo siento, no me fijé— giró a ver a Violeta, bajó su mirada a sus desnudas piernas, parecía que solo tenía una camiseta sobre ella —Estás... Muy guapa— pronunció.

Lovesick GirlsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora