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El móvil de Violeta comenzó a vibrar sin detenerse, eran las tres de la mañana y se habían dormida hace poco, ni siquiera habían apagado la televisión.

La llamada volvía a insistir y Violeta despertaba por el molesto ruido.

Quitó con cuidado su brazo de debajo de la cabeza de Chiara y se estiró para tomar su celular, era una llamada de Ruslana.

—¿Hola?— respondió somnolienta.

—Violeta, ¿Chiara está contigo?— era la voz de
Denna.

—Hola, Denna— volvía a recostarse —Sí, ella está conmigo, ¿Pasó algo?— bostezaba.

—Despiértala, es sobre su padre, está en emergencias ahora.—

—¿Qué?— se sentó ante lo dicho —¿Qué le pasó?— comenzaba a ponerse sus zapatos.

—Sufrió un infarto, pero avisa a Chiara, date prisa— colgó la llamada.

Violeta tomó su chaqueta y se la puso rápidamente mientras se dirigía al lado de la morena.

—Chiara— la removió de su hombro —Despierta— aprovechó para tomar el abrigo de la morena y colocarle los zapatos mientras despertaba.

—Déjame dormir— Chiara se apoyaba en sus codos, mirándola —¿Qué pasa?—

—Es tu padre, está en el hospital— respondió apenada al ver el gesto preocupado de la morena —Debemos darnos prisa.—

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En un bar nocturno, cerca de la empresa de Ruslana, Alex miraba pensativo, estaba perdido en sus pensamientos mientras en su mano sostenía un vaso de vino e ignoraba toda presencia a su alrededor.

Alguien se sentó a su lado y pidió un vaso de tequila, también se veía desanimado.

—Deje la botella— pidió al joven muchacho que atendía.

—Primero pague— respondió seriamente Juanjo.

Omar bufo y pagó, este dejó la botella y se fue a atender a más clientes.

El mayor bebió de su vaso y sin querer notó a
Alex a su lado, iba a preguntar porqué estaba allí, hasta que recordó la razón, seguro era por el mismo motivo por la cual ella estaba allí, Ruslana y Denna.

—¿Un mal día?— pronunció tomando su bebida y haciendo un gesto por lo amargo que estaba.

Alex lo observó solo un momento y al reconocerlo, su mirada solo reflejó más tristeza.

Tomó de su vaso y volvió a ver de frente, sin un lugar en específico.

—¿Crees que jugaron con nosotros?— pronunció con voz neutral.

—Creo que nos usaron para olvidar a la otra— respondió —Pero no pudieron.—

—¿Y lo dices así? ¿Tan tranquilo?— giró a verlo.

—Es mejor, ¿No crees?— sonrió sin ganas —Prefiero tomarlo a la ligera que andar llorando por alguien que solo me usó— volvió a tomar —Es mi manera de enfrentarlo.—

—¿Y no quisieras vengarte?—

Omar giró a verlo.

—¿Tú lo hiciste?— preguntó curioso.

—A mi manera, pero lo hice— una linda rata le esperaba en la oficina de Denna —Espero y se caiga del susto— Omar volvía a tomar de su vaso y perderse en sus propios pensamientos, hasta que Alex lo observó de pies a cabeza, analizándolo —¿Quieres salir?— el chico escupió su bebida frente a la cara de Juanjo.

Lovesick GirlsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora