Extra, parte V.

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De forma repentina, las vacaciones de James se habían tornado una pesadilla. No estaba seguro de que esa fuera la forma adecuada de llamarlas, pero era gravemente contrastante con la tranquilidad pacifica que gozaba unos días atrás, cuando solo pensaba en descansar y estudiar algo para estar preparado en su último año lleno de exámenes y el tiempo sobrante, conseguir que Greengrass los invitara a su casa (James nunca había visto una de tales dimensiones, más grande aun qué la mansión de los Malfoy, tampoco había visto una que incluyera una cancha de quidditch en el interior) y pasar el resto de las vacaciones con sus amigos. 

La llegada de Teddy borro esos planes de un plumazo, por supuesto. 

James no tenía idea de cómo había soportado tan estoicamente cada una de las cenas desde que Teddy había llegado. Había tenido un leve descanso el día que Teddy había ido a visitar a Andrómeda, pero por alguna razón, este parecía decidido a pasar las vacaciones en la casa de su padrino, como si no tuviera habitación propia en la casa de su abuela, donde había crecido. 

Harry y Draco estaban encantados. El primero parecía realmente haber extrañado a su ahijado, ya que siempre se había ocupado de pasar tiempo con él durante su infancia y había extrañado a Teddy durante esos años. Draco se veía feliz porque Harry se veía feliz, pero no era solo eso. James había comenzado a lidiar en las cenas con extrañas miradas suspicaces de su padre, cuando creía que no lo veía. 

Eso no hacia otra cosa que empeorar sus nervios por su repentino descubrimiento acerca de sus sentimientos, provocando que fuera más torpe que de costumbre, como cuando Teddy le hizo una sencilla pregunta acerca de las materias y James derramo un vaso de agua. La suspicacia de Draco seguramente solo se acrecentó, por supuesto. 

Probablemente su padre supiera lo que pensaba, pero James no estaba nada dispuesto a hablar acerca de ello, por lo que se cuidó de no quedarse a solas con él. 

Al menos, cuando sus padres no estaban cerca, conseguía mantener conversaciones con Teddy sin parecer demasiado tímido o idiota, intentando asemejarse al antiguo James, al que nunca había pensado dos veces una palabra cerca de su amigo. James notaba que había cierta liviandad en su manera de hablar con la gente. Anteriormente había sido así con Teddy. Pero la necesidad salvaje de decir lo correcto, de agradarle lo asaltaba por momentos. Aquello le resultaba bastante frustrante, pero intentaba dominar esos sentimientos y comportarse con naturalidad. 

A pesar de todo eso, la pasaba realmente bien en compañía de Teddy. Su sentido del humor iba realmente bien con el suyo y sentía más evidente que nunca que a pesar de los años separados, se habían criado juntos. Había cierta conexión que seguía allí, latente. 

James paso el mejor cumpleaños de su vida, aunque ello significara que solo faltaba un mes para regresar a Hogwarts para su último año y no se sentía preparado para dejar de ver a Teddy de nuevo. Le aterraba que en cualquier momento regresara a Rumania. A pesar de eso, fue fantástico un día abrir los ojos con diecisiete años recién estrenados y atarse los cordones con magia solo por el placer de poder utilizarla a su antojo. Sus padres lo esperaban con una torre de tortitas, su desayuno favorito y lo asfixiaron entre abrazos y felicitaciones y lloriqueos de Harry acerca de que ya era un adulto. 

Recibió obsequios y tarjetas de sus compañeros de casa y durante la tarde, la casa se llevó de visitas cuando hizo acto de presencia toda la familia Weasley con más regalos y comida de la que entraba sobre la mesa del comedor. James converso un poco con cada invitado, pero en ningún momento dejo de mirar ansiosamente la chimenea, preguntándose si Teddy recordaría su cumpleaños. Teddy había decidido pasar algunos días con su abuela, que estaba encantada de tener a alguien a quien atiborrar de comida y aunque solo habían pasado dos días, James ya estaba irremediablemente ansioso por verlo de nuevo. Creía que Draco había mencionado el cumpleaños las suficientes veces los últimos días como para que Teddy lo olvidara.

La Tregua [Harco]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora