La Tregua [Harco]

[4] Ronald lo admite.

San Valentín estaba a la vuelta de la esquina y todo Hogwarts estaba preparándose para la ansiada festividad.
El castillo había sido decorado ridículamente en opinión de Harry, aunque no tanto como cuando Gilderoy Lockart había tomado las riendas de la decoración.
Pero guirnaldas en forma de corazón decoraban las aulas, dándoles un toque muy poco serio. Aunque Harry las prefería a los pequeños duendes de Lockart, que te perseguían recitándote poemas.

Desde la clase de cuidado de criaturas mágicas Harry perseguía a su amiga intentando que confesara sus sentimientos hacia el pelirrojo Weasley. Pero cada vez que mencionaba el tema Hermione encontraba la forma de cambiar de tema o recordaba abruptamente una obligación, como ir a la biblioteca. En una de esas ocasiones que Harry estaba especialmente insistente, su amiga se defendió, sorprendiendo a Harry.

-¿Y si en vez de hablar de mi hablamos de ti?-Les espeto la peli castaña- ¿Qué demonios ocurre contigo y Malfoy?

-¿De qué hablas, Herm? -Pregunto Harry confundido. Ambos se encontraban en la biblioteca poniéndose al día con los deberes y Harry agradeció que Ron no oyera su conversación.

-De pronto parecen mejores amigos... o algo más. Ustedes se odiaban hasta donde yo sabía. Hasta donde todos sabíamos.

Harry soltó una carcajada burlona. Le extrañaba que su amiga, siempre tan inteligente, supusiera algo tan ridículo como el con Malfoy. Pero para alivio de Hermione, Harry no insistió.
O al menos no le insistió a ella, porque volvió a la carga desde otro flanco: Ron.
Durante la noche, cuando ambos jugaban ajedrez mágico en la tranquilidad de su dormitorio, lo abordo.

-¿Tienes pensado salir con alguien para San Valentín?-Le pregunto cómo quien no quiere la cosa.

-No, no lo creo, supongo que lo pasare solo, ya que saldrás con Cho.

-Aun no le pregunte de todas formas-Confeso Harry-Pero tu puedes pasarlo con Hermione...

-¿Con Her, Hermione?-Tartamudeo su amigo-¿Por qué con ella? ¿Te dijo algo sobre mí?

-Solo decía que como ninguno tiene pareja... pueden salir como amigos-Dijo Harry con picardía.
Lo había descubierto, ya que Ron, con su nerviosismo, había hecho una jugada estúpida, cosa que nunca sucedía cuando jugaban ajedrez. Ni siquiera en primer año, cuando había manejado un ajedrez gigante y había puesto en peligro sus vidas había cometido un error. Y ahora por la simple mención de la chica había cometido un error grande que le permitió a Harry poner en jaque al rey enemigo.

-¿Por qué querría ella pasar San Valentín conmigo?-Pregunto Ron, deprimiéndose tan de repente que ni siquiera le dio importancia a su rey acorralado-Estoy seguro de que ella tiene una cita.

-Yo le pregunto si me prometes una cosa-Ofreció Harry-Si no tiene cita la invitas de una vez por todas.

-¿Qué quieres decir?

-Es obvio que te gusta, Ron. Y yo creo que también le gustas a ella.

-Está bien-Acepto su amigo, poniéndose del color de su pelo-Pero si yo invito a Hermione, tu invitas a Cho.

-Hecho-Acepto Harry a regañadientes, ya que haría cualquier cosa con tal de ver a sus amigos juntos.

Al día siguiente, temprano en la mañana, abordo a su amiga, que confeso no tener cita para ese día.
Inmediatamente se lo comunicó a su amigo, quien acepto pedírselo si él lo hacía con Cho. Así que Harry cumplió su promesa y busco a Cho por todo el castillo.

Finalmente, tras consultar el mapa merodeador la encontró en la pajarera y fue a su encuentro. Tras repetirle dos veces lo que quería tartamudeando a causa de los nervios, la chica sonrió y acepto, para sorpresa y alivio de Harry. Acordaron en encontrarse en el hall el día de San Valentín y Cho se marchó, dejando a Harry con un nudo de nervios en el estómago.