[10] ¿Me dijiste Harry?

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Suspendido.

La palabra revoloteaba en su mente cuando salió del despacho de la profesora McGonagall en compañía de George, que se veía tan pálido e ido como él.
La profesora Umbridge había dictado la sentencia hacia unos minutos:

Suspendido de por vida.

Nunca podría volver a jugar Quidditch por culpa de la odiosa cara de sapo. Y como si no fuera suficiente le había confiscado la escoba, no solo a él, además a George y a Fred, lo que le parecía más injusto aun a Harry, ya que Fred no había participado en la pelea. Pero según la profesora Umbridge de todas formas quería hacerlo, así  que ahora el equipo se había quedado sin buscador y sin bateadores.

Ahora Harry y George caminaban de vuelta  a la torre de Gryffindor envueltos en el incómodo y tenso silencio. 

Al llegar ante el retrato vieron una figura pálida apoyada contra la pared. Malfoy. El pelirrojo se tensó de inmediato y Harry temió que iniciara una nueva pelea.

-¿Qué demonios haces aquí?-Le exigió saber-No se te ocurra acercarte a Harry-George lo amenazo con un dedo.

-No te preocupes-Lo tranquilizo Harry viendo a Malfoy. Tenía sangre reseca en la nariz y parecía nervioso.

-Cuídate de esa víbora-Mascullo George antes de traspasar el retrato.
Malfoy corrió hacia el en cuanto el Weasley hubo desaparecido. Parecía angustiado.

-¡Lo siento, Harry!, ¡Juro que no sabía nada!-Dijo con desesperación-No tenía idea de la canción y debería haber detenido a Montague.

Harry lo miro, atónito-¿Qué?

-¿Estás enojado, cierto?-Malfoy se pasó las manos por la cara y por el pelo, despeinándose como solía hacerlo Harry.

-Tú… ¿Me dijiste Harry?

Malfoy se ruborizo inmediatamente-Se me escapo, Potter.

Harry compuso una sonrisa, divertido-No estoy enojado, ¿Por qué me enojaría? No hiciste nada.

-Ah, pensé que… da lo mismo.

-¿Qué te paso en la nariz?-Dijo el chico de anteojos viendo la sangre gotear de la nariz fina del rubio.

Malfoy se la toco como si no se hubiera percatado-Ah, me metí a tratar de detenerlos y recibí un golpe de alguien. No importa, no duele-Se tocó con la varita y dijo ¡Episkeyo! , con lo que su nariz volvió a la normalidad-¿Qué paso? ¿Te castigaron?

La realidad volvió a caer como una roca sobre Harry e hizo una mueca. Draco se limpió los restos de sangre con un inmaculado pañuelo con sus iniciales grabadas.

-Me suspendieron de por vida. No puedo jugar quidditch.

Malfoy abrió la boca, desconcertado-Pe…Pero, es imposible. McGonagall no haría eso.

-Fue la profesora Umbridge-Harry dijo su nombre como si escupiera algo-Incluso secuestro mi escoba. El nuevo decreto lo permite.

-No te preocupes, no creo que sea de por vida, solo mientras esa vieja este aquí-Eso no le sirvió de mucho consuelo a Harry, pero intento sonreír-Puedes usar mi escoba si quieres volar, no es una saeta de fuego, pero no está mal.

-¿La tuya?-Pregunto atónito.

-Bueno, es mejor que la de Weasley-Se defendió, creyendo que a Harry le espantaba la idea.

-No, si me gustaría, me sorprendiste-admitió Harry.  Pero en ese momento vio a Ron llegando y corrió a buscarlo, ya que parecía que se iba a desmayar. Lo ayudo a entrar en la sala común y se despidió del Slytherin con un gesto.

La Tregua [Harco]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora