[11] Canuto y Lunático.

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El día de navidad su humor había mejorado considerablemente considerando los días anteriores.

Se despertó con una montaña de regalos a los pies de su cama y encontró a Hedwig esperándolo con una carta atada a su pata.

Mientras Ron estaba ocupado leyendo sus regalos saco el pergamino prolijamente doblado de la pata del ave y se lo guardo en el bolsillo, esperando que Ron se fuera. Prefería que no hiciera preguntas sobre el origen de esa carta.

-¡Mira cuántos regalos nos han hecho este año! -exclamó Ron a través de una nube de papel- ¡Gracias por la brújula para escobas, es fabulosa! Supera el regalo de Hermione: un planificador de deberes...

Harry busco entre su montón y encontró uno igual de su amiga, una libreta que al abrirla gritaba cosas como « ¡No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy!»

Sirius y Remus le habían regalado una colección de libros titulada Magia defensiva práctica y cómo utilizarla contra las artes oscuras, lo que le hizo pensar en lo que había visto la noche anterior y que quería preguntarle a Sirius porque no se lo habían dicho antes.

Hagrid le había enviado una cartera marrón y peluda con unos colmillos que supuestamente eran un sistema antirrobo, aunque en realidad lo que hacían era que Harry se arriesgara a que le arrancaran un dedo cada vez que ponía dinero dentro. El regalo de Tonks era una pequeña maqueta de una Saeta de Fuego; Harry la hizo volar por la habitación y entonces lamentó no tener su escoba de tamaño real. Ron le había regalado una caja enorme de grageas de todos los sabores; el señor y la señora Weasley, el jersey tejido a mano de rigor y unos cuantos pastelillos de frutos secos, y Dobby, un cuadro francamente espantoso que Harry sospechó que había pintado el propio elfo.

Finalmente había una pequeña cajita envuelta prolijamente en papel verde esmeralda.
La abrió, sospechando quien podía ser el que le había regalado eso, pero también le extraño. ¿Se suponía que él también debía enviarle algo? A Ron le había dado un regalo, pero ellos se conocían hace años.

Al romper el envoltorio encontró una esfera transparente del tamaño de su mano, parecida a una recordadora, pero dentro tenía un pequeño hipogrifo en miniatura que volaba describiendo círculos sobre un pequeño prado de pasto. Le recordó a las esferas que tenían los muggles, que las agitabas y nevaba, pero mucho mejor, ya que el hipogrifo, con un sorprendente parecido a Buckbeack, parecía uno de verdad, Harry hasta podía ver las plumas de su cuello.

No pudo evitar sonreír al ver al hipogrifo agitar sus alas. Era un obsequio precioso y mostraba que Malfoy había pensado en el al elegirlo.

Aprovechando que Ron había bajado en busca de su desayuno abrió la nota que había traído Hedwig.

Potter:
Feliz navidad.
Lamento oír de tu pelea con Weasley, espero que no haya sido por mi culpa, en todo caso estoy seguro de que se arreglaran en menos de lo que canta un fénix.
Pero lo cierto es que también me aburro en mi casa, pero estoy acostumbrado, siempre fue así.

Espero que te agrade el regalo, si no te gusta puedes hacer lo que quieras con él, no me ofenderé. No soy demasiado bueno haciendo ese tipo de cosas, pero creo que logre que se pareciera al pollo que le tenías tanto aprecio, el que me lesiono.

¿Qué haces en navidad? Yo iré con mi madre a Londres de compras navideñas, lo que como imaginaras, no me alegra demasiado, pero no tengo nada mejor que hacer.

Malfoy.

Pd: Siento robarte a tu lechuza, siendo tu única compañía.

Harry estaba sorprendido. ¿Malfoy había creado ese regalo? Estaba realmente bien hecho y tenía todas las intenciones de quedárselo.

La Tregua [Harco]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora