[8] Ojos color atardecer.

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Dedicado a HermanaCacahuate por votar y comentar, gracias lind❣

Los alumnos aprovechaban el domingo para pasear por los jardines o meter los pies en el lago, vigilando que no se acercara el calamar gigante, por lo que la mayoría había trasladado su desayuno al jardín o de vuelta a su cama.

El castillo se hallaba prácticamente vacío y Malfoy brillo por su ausencia. Harry no lo vio en el desayuno, ni en los jardines ni en ninguna parte. Supuso que estaría en su cuarto, superando la resaca, acompañado por algún amigo.

Pero después del almuerzo, donde tampoco apareció, se preocupó.

Ahora se hallaba en su dormitorio, solo y aburrido, mirando las moscas pasar por el techo. Hermione aprovechaba el fin de semana para estudiar y Ron tenía que cumplir un castigo. Una idea fugaz paso por su mente... el mapa del merodeador. ¿Sería extraño si controlaba que estuviera bien?
No, después de todo él lo había cuidado durante su borrachera. De alguna manera extraña se sentía responsable de Malfoy.

Tras susurrar "Juro solemnemente que mis intenciones no son buenas" busco con ahínco el nombre del rubio. Estaba donde suponía, en su habitación en las mazmorras.
Pero estaba solo, al parecer dando vueltas por el cuarto, a juzgar por las pequeñas huellas que se movían en el papel. ¿Y sus amigos? ¿Porque Malfoy estaba solo?

Se quedó unos momentos mirando las huellitas cuando por fin tomo una decisión. Se levantó, con el mapa en la mano y busco su capa invisible.

Los pasillos vacíos le facilitaron todo y consiguió colarse por la puerta de la sala común de Slytherin cuando una alumna de primer año entraba.

Recordaba el lugar, ya que en segundo año el y Ron se habían colado disfrazados de Crabbe y Goyle. Sonrió al recordar esa hazaña, a Hermione convertida en gato y Malfoy acusado de ser el heredero de Slytherin. Hoy, Harry no veía muy posible que el rubio anduviera soltando un monstruo, pero entonces tenía doce años y le había parecido muy coherente.

Pero no sabía dónde encontrar los dormitorios de quinto año, así que se guio con el mapa hasta que lo único que separaba a las huellitas "Harry Potter" y a "Draco Malfoy" era una puerta. Toco con suavidad mientras guardaba la capa en el bolsillo.

-¿Blaise? ¿Por qué tocas? -Pregunto el rubio extrañado y abrió la puerta, esperando encontrar a su amigo-¿Po... Potter?

Los ojos del rubio se abrieron con incredulidad al ver a Harry en su puerta y este se pasó una mano por el pelo con aspecto avergonzado

-¿Puedo pasar?

Malfoy se apartó para que pasara, aun sorprendido.
Seguía teniendo aspecto desaliñado, salvo que ahora solo tenía el pantalón y una camisa arrugada. Se sentó en la cama, algo inquieto y subió sus pies descalzos.
Harry paseo la mirada por la habitación, casi idéntica a la suya, salvo que con cortinajes verdes y plateados y por el hecho que solo había dos camas. Pero el pedazo que correspondía a Malfoy estaba ordenado y su pared estaba llena de fotografías encantadas. En la mayoría salía el con su madre, pero también estaba con Parkinson, el chico alto que debía ser Blaise y otro chico castaño. Arriba de la mesa de luz distinguió una cámara polaroid Muggle, con la que debía haber sacado todas esas instantáneas.

-¿Cómo entraste aquí?-Pregunto Malfoy.
Los Slytherin eran muy celosos con sus secretos y allí estaba Potter, muy campante... en su habitación.

Harry titubeo un momento antes de enseñarle el Mapa del merodeador-Con un poco de ayuda.

Draco examino el mapa maravillado. Y Harry lo miro a él, que lucía bastante mal, con ojeras y los ojos ligeramente hinchados. Pero ahora una sonrisa adornaba sus facciones ahora.

La Tregua [Harco]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora