Los lunes le resultaban especialmente tediosos a Harry por lo general, pero ese día estaba más inquieto de lo normal. No podía concentrarse, por mucho que lo deseara, en la montaña de papeles pendientes. Después de releer un renglón varias veces sin que una palabra cobrara sentido en su mente, decidió salir a buscar algo que le despejara la mente. ¿Un café o a Draco?
Definitivamente a Draco.
Sin embargo no lo encontró en su oficina y Zabini le dijo que no lo había visto en toda la mañana. Eso lo preocupo ligeramente, ya que habían ido juntos hasta el ministerio, pero supuso que podía estar en cualquier lado.
Una vez de vuelta en su oficina agarro un memorándum interdepartamental y le escribió una nota preguntándole si quería almorzar con él, pero cuando agito su varita para enviarlo, el memorándum se prendió fuego.
Eso significaba que Draco no estaba en el ministerio… ¿Dónde demonios podría estar? La inquietud leve que lo había asaltado toda la mañana se intensifico. Cabía la posibilidad de que simplemente hubiera ido de visita a la casa de algún conocido, pero Draco se lo hubiera dicho, además que el jamás abandonaba su puesto.
Salió de su oficina a la carrera sin escuchar a Zabini, que le pregunto si había encontrado a Draco y no se detuvo hasta llegar sin aliento al departamento de Hermione.
—Hermione—Resolló intentando recuperar el aliento mientras la castaña lo miraba sorprendida por su repentina entrada—. No encuentro a Draco.
— ¿Cómo que…?
—Intente enviarle un memorándum y se prendió fuego. No está en el ministerio.
»Suena tonto, pero tengo una mala sensación.
No creía que Hermione fuera a creerle o a prestarle atención, ya que solía ser bastante escéptica respecto a cosas de esa índole, pero lo sorprendió asintiendo.
—Es la intuición, Harry. Creo que deberíamos buscarlo, por si acaso. Sus magias están unidas y es posible que sientas si está en peligro.
Harry suspiro de alivio mientras la castaña lo arrastraba hasta su despacho y encendía la chimenea con una sacudida de la varita.
—Veamos… primero iremos a su casa y… ¿Dónde más podría estar?—Hermione iba murmurando para ella misma mientras entraba al fuego. Harry la siguió para aparecer en la sala de su propia casa.
Escudriño con ansiedad el sillón favorito de Draco, junto al ventanal, pero estaba vacío. Corrió escaleras arriba y miro en su cuarto, en el baño… hasta en el cuarto que había sido suyo de bebe y que estaba vacío. Pero su novio no estaba allí. El silencio reinaba, interrumpido por sus gritos y los de Hermione, llamándolo.
—Bueno, quizá debamos preocuparnos ahora—Dijo Hermione cuando Harry bajo las escaleras con abatimiento en su rostro—. ¿Porque no fue al departamento de aurores contigo? ¿No menciono algo extraño?
—Bueno, menciono algo—Dudo Harry tratando de recordar—. Dijo que iba por un café, pero eso lo hace todos los días…
—Eso no me sirve, Harry.
—Puede que dijera algo de ver a… ¿Jenkins?, no lo sé, un conocido. Pero dijo que era del ministerio.
—Jenkins… Jenkins…—La chica se tironeo de un mechón de pelo mientras intentaba recordar—. ¡Jenkins!, lo tengo, es del Departamento de Transportes Mágicos… creo que ¿coordina los trasladores?
Harry agradeció la buena memoria de Hermione con los nombres cuando él retenía a duras penas los de sus aurores.
— ¿Para que querría Draco un traslador?
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La Tregua [Harco]
FanfictionHarry y Draco siempre fueron enemigos, ¿Verdad? Llega quinto año y Harry se encuentra con una sorpresa al volver a Hogwarts: Su mayor enemigo no parece odiarlo como antes. 《Y pensar que todo habia empezado por una tregua》 Créditos de la hermosa...