Extra, parte II

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¡Después de tanto tiempo, regrese! Les recomiendo releer al menos la parte uno del extra, para no sentirse confundidos. Espero que les guste. Y como muchas veces dije, tardo, pero cumplo mis promesas.

Casi el mismo día que sucedió el conflicto, James y Teddy restablecieron su amistad inmediatamente, superando la pequeña disputa que los había separado. Todo volvió a ser como de costumbre, para alegría de James. Quizás mejor, incluso. Después de la pequeña pelea, parecían más unidos. Se apoyaron mutuamente durante las clases, sobre todo Teddy ayudo a James con sus tareas, compartieron risas en el gran comedor y exploraron los rincones secretos de Hogwarts que les mostraba el mapa del merodeador.

Sin embargo, la sombra de las habladurías sobre el apellido Malfoy aún rondaba a James. Generalmente podía permitirse olvidar todo ese asunto. Si no estaba haciendo tareas con Teddy o alguna pequeña travesura (Teddy se ocupaba de no hacer nada que pudiera meterlos realmente en problemas) contaba con su incipiente amistad con Eduerd, que siendo su compañero de habitación les daba la oportunidad de desvelarse jugando ajedrez mágico o naipes. También acudían a todas las clases juntos.

Pero a pesar de eso, James continuaba siendo consciente de su apellido susurrado a su espalda, por un ravenclaw en la biblioteca o un Gryffindor de mal genio durante el almuerzo. La gente parecía olvidar el hecho de que era un Potter y algunos simplemente lo llamaban por su otro apellido, pronunciando Malfoy con gran desdeño.

Quizás sus padres tuvieran razón cuando los escucho discutiendo en susurros a sus espaldas. Recordaba los días anteriores a comenzar Hogwarts escuchar a un Draco hablar frenéticamente en susurros, atropellando las palabras por la rapidez, signo de que se encontraba nervioso. Mientras los espiaba desde el comienzo de la escalera, James había visto como en un tic inconsciente, su padre se rascaba el brazo donde sabía que llevaba la marca tenebrosa. Nunca la dejaba al descubierto, pero todos sabían que estaba allí. Harry intentaba calmarlo en susurros también, observando a su vez que su hijo no los oyera.

-... y sabes que temo que mis errores persigan a James...-Decía Draco histéricamente. Harry lo había tomado de las manos para evitar que continuara toqueteándose la marca por encima de la ropa.

-Cálmate, Draco. Lo hemos hablado muchas veces...

-Tú continúas sin darle la suficiente importancia. No solo la sociedad me aborrece por haber sido un mortifago, si quedaran servidores del señor oscuro sueltos...

- ¿nunca lo llamaras por su nombre? Di Voldemort.

-... también ellos me aborrecen por ser un traidor-Continuo Draco ignorando a Harry.

-Han pasado muchos años, Draco. Todos ellos están en Azkaban. La gente con el tiempo olvida y perdona. Muchos lo han hecho.

-Tú no comprendes la magnitud. Aun hoy hay gente que me mira con desprecio en la calle. Nunca aceptaron realmente que fuéramos pareja. Creen que te manipule para que te casaras conmigo. ¡Tantos periódicos incluso insinuaron que estabas bajo un imperius! Y nunca aceptaron ni entendieron del todo que tuviéramos un hijo tan idéntico a ambos.

-Nosotros sabemos perfectamente que no estoy bajo un imperio, cariño. Y es suficiente para mí.

-No comprendes...

-Sí, comprendo, pero sabes que no podemos encerrar a James en casa por siempre. Ya bastante reservados somos. Nos limitamos a relacionarnos con amigos y familiares. Además, Hogwarts es el lugar más seguro del mundo, ¿recuerdas?

-Eso dicen.

-McGonagall no permitirá que le suceda nada. Teddy mucho menos.

-Teddy tiene quince años.

La Tregua [Harco]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora